Capitulo 20-Parque de emociones

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No hay dolor más profundo que una daga en tu corazón empuñada por ti mismo.

-¿Dónde estás? -Decía al buzón de voz.

Estaba llorando.

-Tristán -Gimoteé-... dime que aun no te has ido.

Estaba frente al cuadro que había hecho de él, el cuadro más hermoso que tenía y el único que no tenía únicamente mariposas. El único dónde el fue mi musa.

-Dijiste una semana pero no te veo aquí.

Dejé el teléfono en la mesa de noche de mi habitación y bajé a la cocina.

-Ni me preguntes cómo estoy porque siento que tú tienes algo que ver -Le dije a Arthur quien preparaba mi desayuno.

El me tendió un plato con ensalada y luego se sentó a comer la de él.

Sin decir nada empecé a comer pero él terminó rápido y empezó a hablar.

-¿Ahora qué pasó?

Al igual que él terminé de comer y decidí hablar.

-¿Por qué quieres deshacerte de Tristán?

-No quiero deshacerme de él, quiero que se vaya de tu vida.

-¡Es lo mismo!

Arthur negó y tomó mi plato para lavarlo.

-Mañana no podré venir, estaré muy ocupado, pero si todo sale bien vendré en la tarde -Dijo dándome la espalda y lavando todo lo que había ensuciado.

-¿Qué harás? -Pregunté curiosa.

-Trabajar -respondió simple.

Me senté en el sofá, estaba aburrida, y la laptop de Arthur estaba frente a mí.

-¿Qué tienes en esa laptop? -Pregunté tomándola.

-Es mejor que dejes eso, soy un hombre de 24 años, joven, soltero y con mucho trabajo.

Mi mente no procesó nada al principio pero luego caí en cuenta y dejé la laptop donde estaba muy incómoda.

-Quisiera hacer algo hoy, no tengo nada qué hacer. ¿Alguna idea?

Arthur dejó por fin la cocina y se sentó en el sofá frente a mí.

-Adam está en el parque, podrías ir allí.

Lo dudé por un momento, pero asentí y fui a mi habitación a cambiarme. Inmediatamente tomé mi teléfono de la mesita de noche para ver si Tristán me había respondido pero no.

No quería imaginarme distintas situaciones, no obstante ya mi mente veía a Tristán en una urna. Sí, era dramática.

Tomé una camisa naranja, unos tenis y unos lentes de sol porque desde que no sabía dónde estaba Tristán se mantenían hinchados. Además tomé un bolso marrón pequeño para guardar mi teléfono.

Bajé y encontré a Arthur ¡comiendo mi cereal!

-¡Oye, es mi cereal! -Indiqué cruzada de brazos.

-Yo te llevaré al parque, vamos.

Bufé y fui a su auto, él se montó al mismo tiempo que yo y arrancó su elegante auto. En 5 minutos estábamos allí, así que sin decir nada bajé del auto.

-¡Dile a Adam que no llegué tarde! -exclamó Arthur antes de irse.

Seguí caminando y me encontré a Adam en un columpio con una sonrisa radiante.

Su cabello castaño avellana se movía con el viento, y sus ojos del mismo color admiraban el cielo.

-¿Te gustaría compañía? -Pregunté amablemente.

Sus ojos coincidieron con los míos y un rubor empezó a esparcirse por sus pómulos.

-Me encantaría.

Sonriendo me senté en el columpio a su lado. Saqué un momento el teléfono esperando ver un mensaje de Tristán pero decepcionada lo guardé de nuevo. Suspiré y miré a Adam que me miraba expectante.

-¿Tristán? -Asentí.

-¿Y tú? ¿Esperas un mensaje de alguna chica?

-Sí, pero esa chica espera el mensaje de otro, y lo peor es que él es una bomba de tiempo.

Lo miré y reí.

-Que estúpidos somos ¿No? Podríamos tener todo lo que necesitamos en una persona pero nos aferramos a la dañina persona que queremos.

-Más estúpido es querer a una persona que se aferra a otra.

Ambos empezamos a columpiarnos.

-Somos dos estúpidos enamorados de la persona equivocada -Dije mirándolo con una sonrisa amistosa.

-No, Andrea, yo estoy seguro que eres la persona correcta.

Detuve el columpio y lo miré fijamente, él hizo lo mismo.

-Él es mi persona, no es la correcta, pero es la que amo con mi alma entera.

Asintió y se levantó del columpio.

-Lo sé, solo esperaré que dejes de hacerlo -Estaba por decirle que no lo haría pero continúo hablando-, aunque la espera sea estúpida y eterna.

Me levanté del columpio y fui hasta un tobogán cercano, Adam me seguía.

Subí por las escaleras y me senté en él sin deslizarme.

-Llevo dos días sin verlo ni saber de él -comenté-. Tengo miedo de que se haya ido o... no lo sé.

Miré las estrellas, estas parecían inalcanzables y hermosas, no obstante no disfrutaba verlas, solo me recordaban que hasta la estrella más hermosa se apaga.

Adam me miraba sin decir nada, él sabía la verdad.

-La mariposa más hermosa será la primera en dejar de volar -Dije con lagrimas a punto de salir.

Entonces pensé que no debía esperar que Tristán apareciera, debía buscarlo. Lucharía por dar con él.

-Vamos a casa -Dije y por fin me deslicé por el tobogán.

Adam me miraba extrañado pasando la mano por su cabello.

-¿Puedo saber por qué pasaste de casi llorar a querer ir a tu casa?

-Debo preparar algo, mañana saldré.

Empecé a caminar a la casa y un confundido Adam venía detrás.

-Eso está muy bien, pero siento que irás a hacer algo malo.

-Solo buscar el amor y la verdad.

Lo que yo no sabía es que la verdad traería tantas mentiras, y tampoco sabía que buscar a Tristán significaba buscar llenarme de dolor.

La verdad me rompió, me dolió como nada me había dolido.

Y lo peor de todo es que para mí la verdad fue cortar lentamente la venda en los ojos que me habían creado.

¿Crees que sabes la verdad? ¿Te mantuviste alerta? ¿O solo tienes una idea y caíste en cada engaño?

Te dije que todo era un engaño y no fui exagerada.




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Pronto la verdad hará su gran entrada.

¿Están preparadxs?

Voten y comenten, besties.

Lxs veo en el siguiente capitulo.<3

Mi perdida salvación (Un mundo de mariposas) CORRIGIENDO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora