¿Puedes confiar en alguien realmente?
¿Puedes si quiera confiar en ti mismo?
No. Te engañas.
Cómo él me engañó, como yo me engañé.
Antes solía confiar en alguien, o por lo menos solía confiar en mí.
Él sólo me mintió, yo también me mentí.
Él me ab...
Todo fue un catastrófico efecto mariposa, a causa de que un engaño desencadena otro y la única engañada fui yo.
No decir completamente la verdad también es mentir, por eso te convertiste en un impecable mentiroso, Tristán.
—Quiero que me expliques todo —exigí—. ¿Cómo me conoces? ¿Qué han sido todas esas frases extrañas?
Masticó lentamente su sándwich, parecía pensar en qué debía y qué no decirme.
Me miró y dejo el sándwich de lado, corrigió su compostura y se acercó a mí, apoyó su cara en la palma de su mano y con la otra acariciaba mi rostro.
¡Qué manos tan suaves!
—No puedo decirte cómo te conozco porque no sé cual versión contar —rió vagamente—, solo te diré que mientras yo exista en este mundo conoceré cada detalle de ti, y cuando dejé de existir seguiré existiendo en ti.
¿Cuándo dejé de existir? ¿Va a morir?
¿Seguirá existiendo en mí? ¿Me dejará embarazada?
¿Eso es una respuesta?
Mi ceño estaba fruncido, puede que sea estúpida pero no entendí nada tampoco.
—Andy, sé que no entiendes, pero luego entenderás cada cosa que te diga —dijo calmadamente—. Solo debes prestar atención y recordar lo que estoy diciendo.
Recuerdo cada palabra.
Asentí y él apretó suavemente mi mano.
Me detuve a observarlo, era un chico realmente atractivo, su cabello anaranjado rojizo era hermoso, su rostro era fino, sus ojos café me daban tranquilidad, era bastante alto, su contextura era de deportista y su sonrisa podía hipnotizarte.
¿Qué hacía un chico como él en mi casa?
— ¿Por qué no puedo entender ahora? —Pregunté confundida.
—Porque quiero aprovechar cada segundo a tu lado, antes de que entiendas, antes de que recuerdes.
Debiste añadir "antes de que me pierdas", Tristán.
Mi mente no procesaba nada.
¿Qué debía recordar? ¿A él?
—Deja de pensar, Andy —susurró— ¿Quieres qué me vaya? —Preguntó perplejo— Sé que no debería estar aquí, sé que no entiendes nada pero solo intenta confiar en ti misma y en sí quieres o no que esté aquí.
Sí, quiero que estés aquí.
Si quería que se quedara, algo en mí lo quería pero en el fondo sospechaba de algo.
—Apenas sé cómo te llamas y me haces escoger si echarte o no.
En mi cabeza rondaban miles de preguntas y la más importante era por qué me sentía tan cómoda con él y a la vez tan nerviosa.
—Creo que debo dejar de acariciar tu rostro, estás muy colorada, y no sé si eso sea malo —señaló mientras alejaba su mano de mi mejilla cabizbajo.
Parecía que lo había herido y puede que si lo haya hecho.
¿Lo estaba o lo fingía?
Suspiré antes de hablar. No estaba segura de sí estaba bien o estaba mal pero de todas maneras lo hice.
Estuvo mal y a la vez bien.
—Quédate y explícame lo que puedas, después de todo, eres la única persona que me ha venido a visitar sin contar a Kendall.
Sonrió y relamió sus labios.
—Gracias por confiar —dijo mientras jugueteaba con mis dedos—. Te contaré... mejor dicho, te aclararé el por qué de mis oraciones —Exhaló—. Cuando dije "Si me recordarás, no estaría llamando a tu puerta", no creo que sea un gran misterio, Andy —rió vagamente—, si te preguntas como sé que no me recuerdas, es fácil, porque tu reacción es la misma conmigo que con un extraño y si me recordaras en este momento estarías enloqueciendo de emoción.
»Y cuando dije "No pensé que este día llegaría. Debería sentirme triste, pero no puedo negar que estoy increíblemente feliz" es porqué jamás pensé que pudieses olvidar, aun me sigue asombrando, y es bastante difícil que algo de ti me asombre.
—¿Olvidar el qué? —Pregunté.
Reprimió una risa.
—No puedo decirte, mariposita, no yo.
— ¿Mariposita?
Su respuesta fue una casta sonrisa, de la cual no me fiaba completamente.
—¿Sigo? —Preguntó y asentí— "Esto está mal y se siente tan perfecto" —Repitió con una sonrisa de oreja a oreja— es la descripción perfecta de todo esto. En un tiempo, que debe ser corto, sentirás lo mismo.
»Lamentablemente, no disfrutaré el tiempo que quiera contigo —su sonrisa se desvaneció—, porque este maldito mundo es una mierda —besó mi mejilla suavemente y se levantó— pero te mostraré que tan grandiosa puede ser esta mierda, mariposa mía.
Al decir la última palabra, se marchó, dejándome allí, sin entender nada y con una intriga dolorosa.
Tristán, tenías razón.
Estuvo mal y se sintió perfecto, muy, muy perfecto, tan perfecto que fue irreal.
Fuiste irreal, Tristán.
¿Por qué no mencionaste como sabías que estaba dibujando?
¿Por qué no nombraste de nuevo que sabías que mamá me preparó un sándwich?
¿Solo dijiste lo que "podías"? ¿O lo que querías?
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
<3 Besties, por favor, denle amor.
Tristán oculta muchos secretos, podría decirse que es un secreto andante. Pero ¿Quién es realmente?
