"Una paz inmensa"

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Ya había pasado casi tres meses desde que llegué,  había cambiado demasiado en tan poco tiempo... Mi padre me contrato una institutriz para mí, no tenía que aprender mucho pero si mejorar en muchas cosas que todavía ni yo misma sabía.

Había cambiado mi manera de vestir por una digna de una hija del el gran poderoso alfa, en pocas  unas semanas será mi presentación a la manada,
Y si... Estoy más nerviosa que en toda mi vida.

Ahora me encuentro fuera de la gran mansión, necesitaba un respiro de aire fresco.

Aún que todavía era septiembre ya algunas tardes habían empezado a refrescar.

Anduve por los caminos echo de pequeñas piedras blancas, observando la cantidad de rosas blancas y rosas que abundaban a mi alrededor.

''Todo parece de ensueño..."

Siento que en algún momento abriré los ojos y estaré en la primera casa de mis secuestradores junto a las demás chicas...

Unas pisadas llamaron mi atención.

Mire al rededor mía sin saber de quién se trataba, cuando de repente quien no pensé volver a ver se encontraba frente a mis ojos.

El Alpha Stephen Elijah James...


Di un paso atrás mirando a mi alrededor.

Su sonrisa se hizo presente.

—¿como entraste?

Pregunte sin poder creerlo.

—Soy un Alfa .

Di media vuelta y empecé a correr dándome de cuenta que me había alejado demasiado de la casa, los jardines eran tan inmensos y bellos que hacían perder la noción del tiempo.

—¿por que corres?

Dijo parando frente a mi.

—no tengo nada que hablar contigo.

Intente pasar pero su cuerpo lo impidió.

Nuestras miradas chocaron sin poder apartar la vista, había olvidado que tan hermosos eran sus ojos verdes...

—Recuerda Hela, no puedes huir de mi.

Entonces una enorme rabia surgió de las más dentro de mi.

—Escuchame bien, yo nunca te e pertenecido soy la hija del alpha de todos los tiempos soy una igual a ti incluso más, así que haz me el favor de desaparecer de mi vista.

La cara de Elija seguía sin ningúna expresión.

Se acercó con paso firme y bajo un poco el cuerpiño en un pestañeo, dejándome ver una mordida.

—sabes que es eso, mí marca.

Mi boca se abrió sin poder pronunciar una sola palabra. Hasta que algo en mi reaccióno.

—alejate de mi, eres casado y tienes a tu mate a tu lado, dejame ser Feliz y continuar mi vida. Se que de algún forma podré quitar está maldita mordida.

Su ceja se elevó en forma de reto.

— no intentes ninguna locura Hela.

Esta vez tome el valor que nunca tuve y me acerque a su oído sorprendiendo lo.

— Así tenga que arrancarme la piel, lo haré si fuera necesario... Se acabó James, ya no voy a caer en tus humillaciones.

Susurre lo más bajo posible, di un paso atrás contemplando lo majestuoso que se ve vestido de un simple traje de chaqueta marrón oscuro.

Hela.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora