Hela.

...Presagió...

*NARRADORA*

Después de discutir y organizarse para ir en busca de Hela todos estaban echos una furia, sobré todo Thiago.
El fue el encargado de ir hasta la manada el Alpha Elija.

La lluvia no cesaba pero eso era lo que menos le importaba al gran lobo gris, por su mente solo pasaba Hela... Tan frágil en medio del bosque expuesta a todo tipo de peligro.

Lleno de ira apresuró el paso sin darse de cuenta que ya había llegado a la manada, con un aullido feroz grito detrás de las grandes murallas, Ignorando a todo aquel que estaba arriba de esta.

El primero en salir fue el beta de Elija, Uriel.

Estaba tan herido que por unos momentos se sorprendió.

—Elija...

Dijo a la vez que volvía a ser hombre.

—Esta con una  fiebres muy altas, tuvo una gran pelea hace unos días y no despierta.

Thiago rio sin ninguna gracia.

—Hela se fugó.

Uriel dio un paso más cerca incrédulo de lo que escucho.

—¿Como...a?

—es una chica muy lista pero corta de mente.(Está vez si río con gracia) —penso que si se alejaba del palacio todo acabaría, por desgracia todo a empeorado más. Sin tenerla en mira está más expuesta que nunca, con la única gran ventaja de que por la lluvia oculta su color.

Uriel se paso las manos por el pelo frutado.

—Estamos jodidos...

—bueno... por lo visto ya veo que no me servís de ayuda, sera mejor que busque solo por los alrededores, eso si hazme el favor de que no se entere la gente.

Uriel Asintió sin decir media palabra.

Thiago volvió al lobo y corrió bosque adentro. Uriel vio como se alejaba y decidió volver dentro.

No sabía que hacer...

En estos momentos Elija estaba muy mal... La gran  pelea con su padre lo dejó bastante tocado.

Jugando sucio todos ganan.

Llegó a la gran habitación y entro sin llamar, ay se encuentraba varias mujeres limpiando sus heridas.

—¿porque vino?

Pregunto Elija sin apenas abrir los ojos.

—¿Como es posible que te allás enterando tan rápido?

Abrió sus ojos verdes y lo miro fijamente.

—escuche su aullido de rabia amigo mío, estoy postrado en cama, no quede sordo.

—Hay problemas...

—te escucho.

En ese momento llamaron a la puerta.

—Disculpen... Traje el antídoto para las heridas.

Uriel se echó aún lado y la mujer entro.

—Alpha... Sus heridas llevan rastro de hierro convinado con 
Veneno de toxon...

Dijo con voz baja mientras que había preparado el brebaje para curarle la maltratada piel del pecho y parte de la cara.

—Hijo de puta...

Murmuró Elija conteniendo la rabia.

—perdone mi ignorancia señorita, ¿que es ese veneno de toxon?