𝐂𝐚𝐧'𝐭 𝐇𝐞𝐥𝐩 𝐅𝐚𝐥𝐥𝐢𝐧𝐠 𝐈𝐧 𝐋𝐨𝐯𝐞 💫

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El carmín en las mejillas pálidas se podía divisar si mirabas detenidamente por varios segundos.

No era un rubor intenso, era algo discreto, y algo que Killua no admitiría que había pasado.

Cerró los párpados y sonrió, sin duda ese chico tras el papel era algo avergonzante y un poco tonto. Cada día parecía contradecir sus propias reglas establecidas en la primera carta.

Pero a Killua no parecía molestarle.

Guardó la carta en su bolsillo y cerró el casillero, era la hora de salida, así que iría a su lugar preferido.

Luego inventaría alguna excusa para su hermano.

Hacia frío, su sweater no parecía ser suficiente para calentar su tembloroso cuerpo.

Para su suerte la biblioteca no estaba lejos, en la entrada había alguien.

El chico “cabeza de cebolla” como lo había apodado en secreto.

Se encontraba concentrado en el libro que llevaba en sus manos cubiertas por guantes de lana.

Se acercó con la intención de saludarlo y entrar rápidamente a calentarse en el gran edificio.

—Hey— levantó su mano, la cual se encontraba roja por el frío.

El pelinegro levantó la vista saludando de vuelta con una sonrisa.

—Killua, pareces una maraca— bromeó, recibiendo un gruñido por parte del nombrado.

—Aún estoy enfadado contigo, idiota— se acercó con la intención de leer el contenido del libro que este sostenía, cosa que no pudo.

—Algún día te diré mi nombre— repitió nuevamente la respuesta que le había dado hace un par de días atrás.

—No es justo, tu sabes mi nombre— con fingido enfado le dió la espalda y se cruzó de brazos.

La expresión del otro tras él se entristeció, mas fué solo por unos segundos, pues pareció haber tenido una idea.

Algo cálido cubrió a Killua desde los hombros y sintió un suave peso extra sobre ellos.

Giró la cabeza y vió como la chaqueta amarilla del pelinegro ahora se encontraba sobre sus hombros.

—¿Eh?— el carmín en sus mejillas, esta vez sí que era notable. O talvez era el frío, sí, seguro era eso.

—¿Estamos a mano?— preguntó el chico que ahora solo llevaba una camisa cubriendo la parte superior de su cuerpo.

Ese joven azabache... era bastante interesante.

También era un idiota.

Los sabios dicenQue solo los tontos se precipitanPero no puedo evitarEnamorarme de ti

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Los sabios dicen
Que solo los tontos se precipitan
Pero no puedo evitar
Enamorarme de ti

Si me quedara
¿Sería un pecado?
Si no puedo evitar
Enamorarme de ti

Como un río que fluye
Seguro hacia el mar
Querido, así es
Algunas cosas están destinadas a suceder

Toma mi mano
Toma mi vida entera también
Porque no puedo evitar
Enamorarme de ti

¿Cómo te encuentras hoy? ¿Tuviste un buen día?

Es mejor que lleves ropa abrigada, pescarás un resfriado sinó ♡

—GangsterF

Canción: Can't Help Falling In Love – Elvis Presley

Love lettersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora