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En cuanto sentí los primeros rayos del sol que se colaban atrabes de la rendija de mi ventana me desperté con gran energía ya que anoche si pude descansar más ya que tendría la ayuda de mi hermano Set para escoger un regalo para aquella mujer que seguía rondando en mi cabeza no sé porque ¿será por el motivo de nos salvó al dragoncito y a mi?, aunque dejo dicho que me ayudo solo porque protegí a su mascota realmente no sé qué se le cruzo por la mente.

Eran las 6 de la mañana cuando decidí bajar las escaleras para ir por un poco de agua al momento de bajar me encontré a Set venia de aver ordeñar las vacas y alimentar a los animales.

Set: lista hermanita

Amelia: si pero que no tenías deberes primero

Set: si, pero como me levante desde muy temprano acabe todo desde mucho antes solo te estaba esperando para ayudarte con ese regalo

Amelia: gracias gracias (le dije con emoción)

Así dicho salimos de la casa en busca del objeto que yo quería para ella al llegar al mercado había de todo tipo de objetos que se pudieran se veía de todo vestido, joyas, zapatos etc.

Pero ninguno me convencía así todo el trayecto Set estuvo molestándome que para quien es el dichoso regalo no le quise decir ya que me regañaría si se entera que fui al bosque prohibido me da gracia vivir cerca de un bosque al cual no puedo entrar y de paso se dice que es avitado por una bruja que no hemos visto.

Seguí mi camino atreves de los puestos observando hasta que en un puesto avían una hermosa piedra ni tan grande ni tan pequeña del tamaño perfecto de un color negro brillante en forma de una luna me encanto la compre fue un poco cara, pero valió la pena cundo la compre me quede observándola es hermosa solo espero que le guste.

Al terminar de comprarlo y envolverlo en un pequeño pañuelo lo guarde bien en mi vestido para que nadie mas lo viera no quería que me isieran  preguntas al terminar Set y yo nos fuimos a la casa

Mama: Amelia puedes venir un rato

Amelia: si

Mama: puedes llevarle esto a la señora Amanda

En eso mi alegría estaba al tope es mi oportunidad para darle el regalo

Amelia: claro que si

Salí casi corriendo al llegar a la casa de Amelia le entregué las cosas y Salí corriendo al bosque ya que estaba ocupada la señora Amelia.

No pudios platicar, pero no me puse triste a contrario me puse feliz puede que suene un poco egoísta pero es que quería ver a la misteriosa mujer para darle su regalo ya que quería ver a la misteriosa mujer llegue al centro del bosque donde siempre la veo en eso la vi estaba sentada a la orilla del rio sus pies estaban dentro del agua traía su cabello negro suelto  un hermoso vestido color blanco un escote en forma de V dejando al descubierto su hermosa piel blanca como la leche el vestido se ajustaba bien a su pecho y cadera pero de abajo era suelto, me parecio tan hermoso me pregunto como se vera sin el.

Pero rápidamente elimine esos pensamientos no debería pensar así eso no es correcto  en fin me acerque a ella con cuidado de no asustarla.  

Amelia: en qué piensas

En cuanto me escucho hablar pego un brinco así cayendo al agua

¿?:me asustaste que es lo que haces aquí y de paso que es lo que piensas llegando de esa manera

Mi intensión no era asustarla pero al parecer falle en eso me sentí tan apenada que intente ayudarla pero en el momento de levantar la cabeza  me quede de piedra sin palabras ya que su hemos vestido estaba mojado así asiéndose trasparente gracias al agua del rio.

Pude  ver unos pechos ni muy grandes ni muy pequeños del tamaño perfecto medio de cada pecho la  punta de sus pesones que estaba duro por el agua helada del rio, adornados con unas hermosas aureolas de color rosado que se pegaban al vestido trague en seco. Cuando iba a bajar mas mi mirada escuche un carraspeo al voltear a verla a la cara vi que me veía con una ceja levantada me puse roja de la vergüenza no sé porque me les quede viendo siendo que tenemos lo mismo pero al verla me causo algo que no sé qué es.

Amelia: lo siento mucho (roja de vergüenza)

¿?: que es lo que haces aquí se supone que no debería volver a este lugar

Amelia: cuando me vas a decir tu nombre

¿?: ya te he dicho que eso no te incumbe y que ya no vuelvas más, pero siempre vuelves

Amelia: entiende que quiero conocerte

¿?: pero a mí no me interesa conocerte

Amelia: porque no, a casi se me olvidaba te traje un regalo

¿?: ya te dije que no y para que me das un regalo

Amelia: como muestra de mi amistad y de que me hallas salvado

¿?: pero que no entiendes que solo te salve porque protegistes a mi dragón

Amelia: pero de un modo me salvaste así que ten lo hice yo bueno la piedra la compre en un mercado y me pareció hermosa, pero lo demás si lo ice yo espero que te guste

Se lo di se quedo observandolo por un buen rato hasta que me volteo a ver.

¿?: Gracias lo puedo vender a un buen precio

Me entristeció lo que dijo, pero es su regalo ella sabrá que hace con el si lo tira o lo vende, aunque si me dio un poco de tristeza al escuchar eso.

Estuve toda la tarde platicando con ella bueno ella me ignoraba prefería leer, pero de todas maneras le platicaba de mi día, aunque todo el rato que podía  me intentaba correr yo no cedía quería que fuera mi amiga no se porqué pero algo en ella me aspiraba confianza sentía que no me veía como los demas.

Hasta que llego el atardecer

Amelia: ya me voy se hace tarde

¿?: largo y no vuelvas quien sabe cuántas veces te lo he repetido

Amelia: adiós(alegre mente ignorando su comentario)

Me fui de ahí, pero parece que no le importa, pero en el fondo sé que si le importo llegue con Amanda a avisarle que avía llegado despedí me fui a mi casa al llegar solo me senté en la mesa contenta todos en la casa notaron mi cambio de humor, pero no dijeron nada me sentía tan feliz porque recibió mi regalo termine de cenar y me fui a mi habitación mañana será un nuevo día me fui a la cama con ese pensamiento.

La bruja del bosqueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora