Continente Americano.

[Parte 7]

"Se les comunica.. a todas las personas.. que la misa será a las siete de la tarde.
Para los que quieran asistir... los esperamos en la capilla.." otras dos veces se escuchó este anuncio, llegando a los oídos de todos los países dentro de la posada.

Dos de estos países caminaban por los sembradíos, ajenos al revoltijo que su padre adoptivo hacía.

–¿Cuanto tiempo queda? —Perú suele hablar en su idioma de origen cuando están solos.

–No mucho pero tampoco poco —México también habla su idioma natal estando solo con unas pocas personas.

–¿Crees que debamos hablar con nuestros hermanos? —con su mano derecha señaló la izquierda del tricolor, donde se posaba un guante de cuero negro que terminaba antes de codo.

—No creo, se alterarían demasiado —respondió quitándose dicho guante.

Parte de su brazo izquierdo comenzaba a desaparecer, entrando a una etapa de descomposición donde se ven los huesos y algunas venas.

–Esta peor de lo que imaginé —murmuró el bicolor.

–Tu no te quedas atrás, he —levanto la camiseta de la parte del abdomen, dejando ver piel muerta y adherida al hueso de la cadera, además de que comenzaba a transparentar en la parte de los intestinos— Ta' más fello lo tuyo.

–The strangest thing is that they have no smell? [¿Lo más extraño es que no tienen olor?] —una tercera voz se escuchó, tomando desprevenidos a ambos hermanos, cubriéndose de inmediato— No se preocupen, soy yo.

–Acadia —murmuraron ambos, suspirando de alivio.

–Tenoch, Chavin —inclino ligeramente la cabeza a modo de saludo. Ellos correspondieron de igual manera— Se que no nos trajiste aquí de casualidad, pero eso será tema para otro rato.

–¿Por que? —pregunto Perú, acomodando correctamente su camiseta mientras México se colocaba y sujetaba bien su guante.

–Porque Plata esta presentando los mismos síntomas que nosotros tres —señaló las áreas afectadas de los contrarios y su propio hombro derecho con parte del omóplato, lugar lleno de moho y grietas, de las cuales adentro había un líquido negro.

–¿Solo Plata? —pregunto México, cubriendo el área afectada de Canadá después de haberla examinado junto a Perú.

–Al parecer si, pero Aimara aún tiene el problema con su ojo izquierdo —los tres comenzaron a salir de los sembradíos para ir hacia el hotel— El tuvo estas consecuencias mucho antes que nosotros, Pero ¿Porque?.

–A decir verdad, el devio ser de los últimos en presentar consecuencias, no el tercero —Perú llevaba la delantera, escuchando el ajetreo que había en el hotel— Pe, ¿Paso algo?.

–¿Que puto alboroto traen ahora? —maldijo el mexicano— Vamos a ver que pedo.

Avanzo más rápido seguido de los otros. Llegaron a Recepción, viendo a España gritar a los cuatro vientos mientras el mismo tipo moreno intentaba huir.

–Wey, contexto plis —se acercaron a Chile y Argentina, sus rostros mostraban angustia— ¿Que paso? ¿Porque el jefe anda de alterado?.

–Boludo, cuando llegamos del colectivo desaparecieron Salvador, Honduras, Guatemala, Nicaragua, Panamá —fue interrumpido por un histérico Chileno.

–No aparecen los trillizos weon! ¡Los Trillizos!!! —Chile sujetó a México de las solapas para zarandearlo.

–¡¡No hay rastros de los latinos que venían con nosotros!! —se unieron ambos para decir lo último.