¿Tiene tu clave... del wifi?
—Esta muy interesante, pero debo irme a mi cuarto, adiós —dijo mi hermana antes de desaparecer escaleras arriba.
—¿Qué crees que haga, Alex? —me preguntó mamá.
Obviamente yo sé lo que va a hacer, acosar a nuestro vecino, ¿Por qué? Porque está obsesionada.
Incluso estoy considerando llevarla a un psicólogo, o algo parecido.
Nuestros vecinos son los Hidalgo, tres hermanos, mi hermana está obsesionada con el del medio, su nombre es Ares.
Nombre griego, al igual que sus otros dos hijos, Artemis es el mayor y Apolo el menor. Bueno, eso dice Raquel, yo nunca he hablado con ellos.
O sea, los he visto, pero no he querido hablar con ellos, seguramente son muy egocéntricos, y no quiero perder mi tiempo.
—Tal vez observé las aves —dije con sarcasmo camuflado.
—Como sea, termina la pintura, haré la cena, Alexi.
No pude evitar poner mala cara, ese nombre es raro, Alexi, bueno, en realidad es Alexiandri, pero me gusta más Alex, no suena como el nombre de una mafiosa de películas.
Raquel acaba de llegar de su trabajo, y subió como alma que lleva el diablo.
Suspiró antes de volver a subir las escaleras y meterme en mi habitación, la cual está al lado de la de Raquel.
Me tiró en la cama y cubro mi cara con ambas manos, soltando un montón de aire de mis pulmones.
Hoy también me tocó trabajar, pero puse una pequeña excusa a Gabi y me vine temprano.
De hecho no fue una excusa completa, porque en verdad tengo que terminar una pintura para una señora, la cual me pidió para decorar su sala, la tengo que dar en dos días.
Recogí mi cabello en un moño desordenado, justo ahora lo que menos me importa es que mi cabello se enredé.
Dos mechones de cabello caen en mi frente y los soplo, pero no sé mueven, vuelvo a soplar, no sé mueven. Se acaba mi paciencia y pongo ambos mechones tras mis orejas y y me levanto de la cama para sentarme en un silla giratoria junto a un pequeño escritorio.
Pasan unos minutos y mamá nos llama para comer, la cena ha de estar lista. Dejo todo allí y bajo las escaleras un poco apresurada.
Al llegar a bajo veo a mamá sirviendo la comida, llegó y la ayudo, un par de minutos después aparece Raquel y todas comemos, normal.
Luego de comer lavamos los platos y todas esas cosas. Subimos las escaleras para ir a nuestras habitaciones. Mama se encierra en su cuarto, y yo voy al mío, con intenciones de terminar mi trabajo. Pero claro, soy hermana de Raquel, eso de estar tranquila no pasa por aquí.
—¡Alex, Alex, Alex! —dice entrando a mi habitación para sentarse en mi cama de un saltito.
—Raquel, quiero terminar, por favor —dije, en tono de súplica.
—Debo contarte algo que acaba de pasar, es muy Wow —dijo moviendo las manos de forma un poco rara y exagerada.
—¿Ares práctica otro deporte y descubriste su horario? —pregunto en tono sarcástico y enarcando una ceja a su dirección.
—¡No! Ojalá, pero no —hizo una pausa dramática, que agoto más mi paciencia.
—¡Mierda!¡Habla mujer!¡Me estresas! —grite.
—No uses ese vocabulario, por Dios, ¿Quién te crío?
—Tu y mamá —volví a enarcar una ceja.
—Oh, cierto, bueno estaba observando la luna, y resulta que ví a Apolo Hidalgo... —dijo.
—¿El menor? —ella asintió y yo hice lo mismo—. Okey, prosigue.
—Bueno, y me dijo que tienen la clave del wifi, que Ares dijo que yo se la había dado.
—Y...¿Lo hiciste?
—No Alex, ya quisiera yo —rodó los ojos—. Creo que me hackeó, y si me hackeó pudo ver la clave del wifi, eso significa que...
—Oh —me cubrí la boca con la mano en modo de sorpresa, luego me empeze a reír a carcajadas—. Vio cual es tu contraseña —dije señalando la y riendo como una idiota.
—No es gracioso, mi contraseña es algo que debía ser privado, como mi ropa interior —dijo exaltada.
—Relajate, debe haber una solución.
—No lo creo —negó, en su cara estaba plasmado el horror y temor en su máximos esplendor.
—Si quieres lo golpeó —propuse encogiéndome de hombros, Raquel sabe que soy capaz de golpearlo si ella me lo pide.
—No quiero que golpees al amor de mi vida —dijo mirándome.
—¿Cómo es el amor de tu vida si ni siquiera hablan?
—Es el amor de mi vida, y punto, ¿de acuerdo? —murmuro enfadada y luego se empezó a morder las uñas—. ¿Qué voy a hacer?
—Esperemos a mañana para resolverlo por las buenas, y si no se puede así, pues acudiremos a la violencia verbal y física —dije más para mí que para ella.
—Gracias, te quiero —exclamo abriendo los brazos para abrazarme y yo la dejé, pero no le devolví el abrazo.
—Yo igual. Pero suéltame, sabes que no me gustan los abrazos —dije quitando la un poco.
—Hasta mañana.
Salió de mi habitación y yo seguí haciendo el trabajo hasta las 11pm, luego simplemente no pude más y me acosté a dormir.
Nota de la autora🧚🏼♀️
Ahora está este fanfic de a través de mi ventana, soy la mejor y lo sé.
De hecho, este fue el primer fanfic que escribí, y planeaba publicarlo antes que el de Poe y Apolo, pero ví que tenía muchos errores ortográficos y así.
Pero ya lo corregí y aquí está💃🏻
Solo era eso, tengan lindo día, o noche, o tarde. Cuando sea que estés leyendo esto, ADIÓS.
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A Través De La Acuarela (Fanfic)
ФанфикAlex Mendoza, hermana de Raquel Mendoza, alías: La que tiene de crush a uno de los vecinos de atrás, familia Hidalgo La familia Hidalgo está formada por: Juan Hidalgo, padre de la familia. Sofia Hidalgo, madre de la familia. Y claro, los tres herman...