A Través De La Acuarela (Fanfic)

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¿Post-des...? ¿Qué?

Alex Mendoza.

Mientras dormía Raquel había llegado y se había encerrado en la habitación. No había salido desde entonces.

Apenas me levanté hice café y con una galleta me lo tomé mientras me reía de un estúpido programa de televisión.

Mamá tenía guardia hoy, nuevamente, por lo cual Raquel y yo teníamos la casa para nosotras solitas.

A pesar de que al principio me plantee la idea de que si mi hermana quería café podría fácilmente bajar a buscarlo, finalmente terminé por hacerle rápidamente café con leche y subí hasta su habitación.

Bastó con tres toques para escuchar un ligero “adelante” del otro lado. Abrí la puerta y me encontré con Raquel envuelta en sábanas y con los ojos rojos. Si bien la escena era bastante divertida me obligué a simplemente entrar y poner su café en la peinadora.

—¿Se puede saber que te sucede? —le pregunté.

Ella no respondió. Fuí hasta la cama y me senté en el borde subiendo las piernas y cruzandolas.

—Estas aquí encerrada desde hace dos horas, incluso el pobre Rocky se ve preocupado —dije señalando al pobre perro, quién miraba confuso la situación.

—Estoy en depresión en este momento.

Eso me alteró un poco.

¿Por qué estaba así? ¿Fue por lo del robo? ¿Era porque no había vuelto a ir a las terapias?

Me acerque un poco más y la miré con preocupación.

—¿Por qué? ¿Te sientes mal? ¿Necesitas algo?

Otra vez me ignoró, sentí como los nervios aumentaban.

—Si quieres hablar conmigo puedes hacerlo, ¿sabes? —dije con un poco de desesperación que me hubiera gustado disimular—. Bueno, aunque si no quieres hablar está bien, podemos charlar en otra ocasión o hacer algo divertido, tal vez comer helado o...

—Basta, Alex —dijo levantándose y sentándose aún entre sabanas—. Te lo contaré, pero no le puedes decir a nadie, es un secreto de hermanas.

—Esta bien —murmure intentando disimular lo confundida y ansiosa que esa petición me había dejado.

—Estoy en un proceso depresivo de post-desfloramiento.

Nunca en mi vida había estado tan confusa cómo en este momento.

¿Qué se supone que significaba esa palabra?

—¿Post-des...? ¿Qué? —pregunté confundida—. Habla más claro te lo agradezco.

—Perdí mi virginidad, Alex.

Bueno, ahora tenía un poco más de sentido.

—¿Qué? Pero si... —ni siquiera podía formular la oración correctamente—. ¿Cuándo?

—Hace unas horas.

—Pero hace unas horas tú... —mis dos neuronas conectaron y me llevé una mano a la boca—. ¿Fué con Ares?

Su silencio fue suficiente respuesta.

—¿Estás bien con ello?

—No lo sé —dijo negando efusivamente—. Él me quitó algo que nunca volveré a tener, no me molesta haber tenido sexo con él, pero después el... simplemente me abandonó, como si nada de ese acabará de suceder. Me siento tan vacía.

No tenía palabras, por lo cual ella siguió hablando.

—Siempre fantaseé con eso, Ares y yo, yo y Ares. Pero ahora que sucedió, quisiera volver el tiempo atrás para recuperar eso tan preciado, está más que claro que no puedo hacer eso. Ahora no sé que hacer.

—Raquel, ¿te sientes mal por perder tu “virginidad”? —pregunté tras escuchar todo.

—Sí, y en especial con él.

—La virginidad es un constructo social creado por la sociedad, no eres menos mujer por haber tenido relaciones sexuales, así que no te sientas mal por ello. Ahora, con respecto a ese idiota, deberías afrontarlo e insultarlo... o golpearlo. Yo lo habría hecho de ser tú a de ir verdad.

—Solo salí corriendo después de que sucedió, pero la próxima vez lo consideraré —rió por lo bajo lo cual me alivió un poco.

—Vamos, no te sientas mal por algo tan tonto como la virginidad o Ares. Ahora toma el café que te preparé y subí, que no siempre soy tan agradable.

Ella me sonrió de lado y prosiguió a levantarse de un pequeño salto —con un humor levemente mejorado— y tomó el café que hice.

Salí de la habitación y fuí a la mía para buscar mi teléfono.

Intenté llamar a Apolo para ver si sabía algo de lo que había sucedido y si podía ir a castrar a Ares por ser un imbécil con mi hermana. Sin embargo no me contestaba por lo cual colgué y dejé mi celular de lado.

Camine hasta mi escritorio y busque mis cuadernos para adelantar algunas tareas que tenía pendientes desde que iniciaron las clases.

***

—¿Qué Joshua qué? —pregunté con enojo.

—Lo que te estoy diciendo, se molestó porque perdí mi virginidad. —respondió Raquel sencillamente.

—Será imbécil —rodé los ojos—. Es tu vida sexual, tu decides que hacer con ella, él no tiene porqué meterse en eso.

—Seguramente es porque se preocupa por mí, pero reaccionó muy feo.

—Que se preocupe por ti no tiene nada que ver, no es justificable para mí. Sonará feo pero él es tu amigo y hasta ahí, no tiene derecho a enojarse por esa situación tan estúpida. Pensé que él era más maduro, pero veo que es igual de imbécil que los demás.

Ella se quedó callada sin decir nada más. Al menos ahora se le veía muchísimo más animada.

Me había comentado que iba a ignorar momentáneamente a Ares, lo cual —a pesar de no estar del todo de acuerdo— no refuté. Tenía todo el derecho de ignorarlo si quería hacerlo, en especial luego de tratarla tan horrible.

No entiendo cómo ese tipo de hombres pueden existir, son tan... Agh, no los soporto.

El resto del día solo vimos películas e hicimos algunos bocadillos para pasar el rato.

Apolo no me había respondido, pero con el estrés de la escuela tampoco es como si me interesará mucho. En la escuela tampoco nos veíamos ya que yo llegaba directamente al salón y me acostaba en mi mesa hasta que la clase iniciará.

Creo que era mejor así, no quería insultar a su hermano y usar adjetivos poco agradables para describirlo frente a él.

Al caer la noche me fuí a mi habitación y dormí plácidamente hasta la mañana siguiente.

Nota de la autora🧚🏼‍♀️

Bueno, Ares me cae mal, lo siento.

Lean el siguiente capítulo, espero les guste.

Nos vemos mis amores, muack💕