A Través De La Acuarela (Fanfic)

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Ahora quiero un perro.

No sé qué hora es, pero se que escucho a mi mamá hablando con alguien, ¿Raquel?

Yo cene hace 2 horas, le había dicho a mamá que podía comerme la comida de Raquel si ella no llegaba, le dije “Yo me sacrificaré” pero me dijo un claro y sonoro NO.

Tampoco era como si me importa se mucho, así que decidí esperarla, pero me quedé dormida, y pues acá estamos.

Abrí la puerta de mi habitación, ese maldito griterío no me deja dormir. Y si, mamá está regañando a Raquel.

Segundos después, la misma sube las escaleras con la comida de su perro.

Seguro tengo cara de zombie, porque al verme se sobresalta.

—¿Qué te pasó? ¿Peleaste con el peine y él te ganó? —dice sarcástica, yo suelto una risa sin diversión.

—Que graciosa, en realidad no, me quedé esperando a cierta señorita, pero el sueño me venció.

—Pues, a no ser que quieras espantar a los fantasmas de tu cuarto, por lo menos péinate.

—Lo dice la que parece que le cayó un rayo —dije señalando su pelo, el cual apuntaba a todas las direcciones.

Ella enrojeció y con una mano peino su cabello hacia abajo. Solté una risita burlona y Raquel me fulminó con la mirada.

—No es gracioso, deja de hacerme bullying —me señaló, acusadora.

—No te hago bullying, solo digo que parece que te explotó una bomba en el cabello. Mentira no es —sonreí, ella rodó los ojos y paso por mi lado.

—Iré a darle comida a Rocky, él es el único que me quiere en esta casa —murmuro, haciéndose la dramática.

—Okay, sueña con los ángeles, o los demonios, como prefieras.

Cerré la puerta y me tire de espalda en mi cama, para dormir. Para mí suerte, desde hace rato estaba cansada, por ello se me hizo muy sencillo dormirme.

***

Intento centrarme en mezclar las acuarelas, y en no equivocarme. Pero me es casi imposible, ya que mi hermana y su mejor amigo están en su habitación, viendo The Walking Dead, no se de qué trata, nunca la he visto.

Solo se que es algo de zombies, y ya. Pero a ellos dos les cuesta quedarse callados, siempre gritan, y está vez no fue la excepción.

¿Por qué no fueron a casa de Joshua? Hubiera sido mucho más fácil. Claro, mamá tiene turno hoy, y ambos idiotas aprovecharon.

Aprovechados.

Si, eso.

—¡Nooooo! ¡Los odiooooo productores y guionistas de The Walking Dead! ¡Los odiooooo! —eso escuchó, y me sobresaltó.

Esa es la voz de mi hermana, está maldiciendo internamente. Una más, y voy a ir a gritarles.

—¡Auch! No te desquites conmigo —reconozco la voz de Joshua.

La gota que colmo el vaso.

Abrí la puerta de mi habitación y me fui directamente a la de Raquel. Puede que haya abierto la puerta con un poco más de fuerza de la necesaria, pero no me interesa eso ahora.

Los dos se sobresaltan ante mi llamativa entrada. Yo los señaló acusadora mente.

—Estoy haciendo algo, no griten.