Capítulo 5: Pinky Promise

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Los gemelos regresaron al aula colgados de sus manos, uno de cada lado, felices y con las pancitas saciadas. Johnny pensó todo el camino de regreso al salón qué les diría entonces, puesto que su primera clase del día no tardaba en comenzar también.

Aguardó con ellos en el aula a que los demás compañeritos estuvieran en sus lugares y completos. Notó con orgullo como los gemelos entendían rápidamente el comportamiento que tenían que usar dentro de una salón, sentados uno junto al otro en calma, a la espectativa de la siguente actividad. De vez en vez Donghyuck se inclinaba sobre el costado de su hermano y le susurraba algo al oído, Minhyung miraría en la misma dirección que su gemelo y respondería de la misma manera. Suponía que estaban compartiendo comentarios sobre los demás niños en el lugar. Johnny los observó algunos segundos fascinado. Si bien llevaba al rededor de cinco años interactuando y enseñando a niños pequeños, nunca se había dado el tiempo o la tarea de supervisarlos u observarlos más allá de sencillamente mantenerlos entretenidos. Esta nueva experiencia de solo unas horas con los gemelos estaba siendo diferente y hasta refrescante.

Había decidido enfocarse en la docencia principalmente por la facilidad que tenía para conectar y enseñar a los más pequeños, poner conocimientos sanos y educativos en sus cabecitas. Además de que trabajar en un lugar como ese le brindaba cierta forma de conformarse al hecho de que nunca podría tener niños propios correteando a su alrededor. Solía conformar a su corazón y lado paternal con dedicarse a enseñarles simplemente. En sus pocos años de docente hizo pequeñas amistades con los más chicos, pero nunca había sido tan buscado y visto como un soporte como con los nuevos gemelos.

Podía contar con las manos las horas que llevaba conviviendo con ellos incluso desde la vez pasada y le sobrarían algunos dedos, sin embargo no tenía el poder suficiente para negarse al par de ojitos llenos de vida y emoción por todo.

¿Taeil lo despediría si abandonaba sus propias clases hoy? Seguramente.

Suspiró desganado y aguardó a que la maestra Suyeon volviera a ingresar al aula, las chicas auxiliares ya estaban en el lugar pero aparentemente la rubia siempre estaba tarde. Se levantó de la pequeña silla que había sido destinada para él y se acercó a la mesa doble que compartían los gemelos. Se hincó frente a ellos ganando toda su atención.

-Chicos, justo ahora tengo que ir a dar mi propia clase. -Comenzó. Inmediatamente un puchero se formó en el rostro de Donghyuck y el corazón le dolió. -Pero los veré en una hora que ustedes tengan clase conmigo, pueden quedarse en los juegos después de ello. -Negoció.

Era cierto que podrían quedarse con él, las clases solo se impartían las primeras horas del día, después les dejaban un receso de un par de horas y algunos infantes que solían quedarse dos o tres horas más podían regresar al patio de juegos, hacer manualidades con las chicas auxiliares o tomar la siesta.

Los gemelos guardaron silencio mirándose mutuamente, Johnny contempló la comunicación silenciosa, dudando de nuevo si los pequeños contaban con superpoderes de telepatía. Minhyung fue el que tomó la palabra.

-Está bien, Johnny Hyung. -Asintió, con asentimientos más pronunciados de Donghyuck. -¿Qué hacemos mientras?

Johnny suspiró de nuevo, tranquilo de que no llorarían como habían hecho temprano con su padre.

-Buenos chicos. -Dijo como cumplido, sonriéndoles. -Ustedes se quedarán aquí por una hora más, la maestra Suyeon les enseñará a pintar un poco y después -Señalo a las chicas auxiliares a los costados del salón -Ellas los llevarán al gimnasio, yo los veré allá ¿Está bien?

-¿Estás seguro? -Preguntó Donghyuck con inocencia pintada en sus facciones. Johnny le sonrió y asintió.

-Seguro. Es una promesa.

Bruce Lee! • JohndoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora