Capítulo 3: Ansias

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⚠️Uso de la palabra "madre" "mami" en hombres.

Donghyuck despertó incluso antes de que el reloj en forma de planeta comenzara a girar emitiendo la canción colorida que hacía función de despertador.

Pero es que, estaba tan emocionado. Era el día.

Minhyung y él comenzarían a asistir a la escuela. Que, bueno, su padre había aclarado que no era una escuela, solo una ¿estaca? ¿estanque? ¿cómo había dicho?

Como fuera que se llamara el lugar, tenía muchos juegos y además aprenderían las artes... marciales.

Donghyuck solía tener una mente bastante acelerada, unas ganas de comerse al mundo con ambas manos y era totalmente inevitable que se le olvidara grabar correctamente las palabras o las órdenes. Pero siempre intentaba ser educado y respetuoso como su padre se encargaba de enseñarles.

Bajó de la litera con cuidado, por mucha prisa que sentía, la voz suave de su padre dentro de su mente recordándole que «Tienes que tener cuidado, Hyuck, puedes caerte y lastimarte, no quieres ver sangre ¿cierto?» Era de ayuda para controlar sus prisas.

De cualquier forma, una vez seguro en el piso, se apresuró a correr al armario pegado a la pared que tenían en su habitación, abriendo las puertas de par en par, buscando la ropa que tan especial tenía que ser para presentarse con su profesor Johnny.

Esa era la prisa, estaba tan emocionado por volver a ver a su hyung, este les había prometido, a él y a su hermano, que cuando volvieran a verse, comenzaría su enseñanza en el jeet kune do.

Además de que también les había comentado que en ese lugar, tendrían muchos compañeros y posibles amigos. Le emocionaba conocer gente nueva, era fácil para él hacer amigos en el parque, suponía que en ese lugar sería igual.

Aún así, no importaba cuantos amigos hiciera, Minhyung siempre, siempre, siempre sería su mejor amigo, no por nada habían nacido juntos. Y, hablando de él...

Donghyuck se apresuró a sacar su ropa de entre las prendas pulcramente dobladas por su padre, para después dejarlas sobre la sillita afelpada que tenía.

Soltó una risita traviesa de antemano y después se subió a la cama de su gemelo para despertarlo.

-¡Markku! ¡Markku, despierta! ¡Ya es tarde! -Comenzó, zarandeado los hombros de su hermano para traerlo del mundo de los sueños. Este frunció las cejas aún con ojitos cerrados y le estiró los brazos para intentar quitarlo de encima.

-Dejame dormir, Hyuck -Respondió entre murmullos, medio abriendo un ojito para enfocar a su hermano.

-¡No! ¡Ya levántate! ¡Hoy vamos a la estación! -Siguió moviéndolo con las fuerzas que sus pequeños bracitos le permitían.

-Se dice estancia -Corrigió Minhyung antes de jalar sus sábanas para cubrirse hasta la cabeza, haciendo un escudo contra su hermano.

-¡Eso! Estancia -Hace tronar sus pequeños deditos, como si tuviera una idea, en celebración porque había encontrando por fin la palabra correcta.

Se rinde con su tarea autoimpuesta de despertar a hermano y en cambio corre a la ropa recién desdoblada para cambiarse el pijama torpemente. Dando brinquitos en el proceso y tambaleando. Después sale de su habitación y enciende la luz del pasillo, asegurándose primero se espantar a los monstruos que pudiera haber.

Cuando el camino estuvo iluminado, corrió de nuevo, ahora a la cocina. Quitando con mucho trabajo el seguro de la rejilla blanca en la puerta. Porque Duh, era para bebés de tres años y el ya iba a cumplir los cuatro, ya no lo detendría.

Bruce Lee! • JohndoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora