Después de las clases. Nathan me digo que fuera a su casa. A si que fui. Hacía tiempo que no estaba. Andaba detrás de él viendo que iba a la cocina. Me paré en la puerta viendo qué no estaban sus padres. Esto solo significaba una cosa. Cerraba mis ojos fuertemente pensando. Esto va a pasar. Esta vez estoy sobria. Y no quiero. Tendré que hacerlo. Abrí mis ojos. Andaba hacía a él. Le giré para que me mirase. Cogí su cara apretando fuerte mis ojos. Charlotte. Esto no es de agradó.
-Vayamos a tu cuarto.-Susurraba en su boca, cogía su mano andando hacía su habitación.-
-¿A mi cuarto? ¿A-ahora?.-Preguntaba dejándose llevar.-
-Hm.-Asentía entrando en su habitación, me giré de nuevo besándole.- Ya que tus padres no están.- -Es verdad.-Decía, sin parar de besarme.- Le seguía besando. No con muchas ganas. Pero me esforzaba. Iba hacerlo con él. Estando consciente. Si no lo haría, él sospecharía.
Cerré la puerta. Le volví a besar. Andaba hacia la cama hasta sentarle. Estaba de pie en frente de él mirándole. Notaba como su mano subía hacia la mía agarrándola.
-¿Pensastes que esto podría pasar?.-Pregunté.- -Por un momento.. si, pero no era mi intención tampoco.- -Pero quieres hacerlo.- -Claro que si, si quieres tú también.- -Por supuesto.-Sonreía forzadamente.- Solté su mano. Me quitaba mi camiseta lo más rápido que podía. Veía como se tocaba la cara, y estaba algo nervioso. Me quede mirándole.
-¿Pasa algo?.-Pregunté observándole.- -Te voy a ver desnuda, por primera vez.- -Tenía que llegar este día.- -En mis sueños llegó, en la realidad..- -Que tonto.-Decía echando una risa.- Solo es un cuerpo normal, tranquilo.- De nuevo me desnudaba después de decirle eso. Me quedé completamente desnuda delante suya.
Puso sus manos a cada lado de su pierna. Respiraba hondo mirándome de arriba abajo. Para mi era vergonzoso hacer esto.
Me iba a sentir rara cuando lo hiciéramos, que podría hacer ya. Ande hacia a el sin pensármelo.
Tocaba su cara besándole. Le echaba hacía atrás poniéndome encima suya. Le comenzaba a desnudar. ***** Lo tenía pegado a una lapa después de acostarnos. Tenía ese sentimiento de.. que coño he hecho.
Esta vez si lo habíamos hecho. Y yo me sentía más rara que nunca. Le miraba de reojo viendo como besaba mi hombro.
Lo notaba tan enamorado de mi. Me daba pena que yo no sintiera lo mismo por él.

ESTÁS LEYENDO
El precio de la vida.
Fiksi RemajaCharlotte Jenkins tan solo tiene 18 años. Entra en la universidad de América más cara y famosa junto a su mejor amigo Nathan. Pero no por que sean ricos, si no por su buenas notas. Es por eso que la reputación de ambos cambiarán. Aunque ella sigue p...