"Pino", alzó la voz el demonio, con sus ojos amarillos tornándose de un rojo peligroso. "Intento tener paciencia contigo, pero estás haciendo todo lo posible para agotarla, con tu actitud y tus pequeños gestos que me provocan dolor de cabeza..."Bill sujetaba la barbilla del niño con firmeza, obligando una conexión de miradas demasiado intensa para el menor.
El bastón permanecía entre sus pies, marcando el escaso límite que los separaba.Dipper trató más de una vez apartar la cabeza, pero su fuerza era mil veces inferior.
Terminó por hacerse el valiente y mantener una compostura que no existía, lo cual hizo sonreír ampliamente al demonio, todavía más creído que antes.
"¿Qué tratas de demostrar, niño? ¿Que no me tienes miedo? ¿Que eres fuerte?", hizo una breve pausa para reirse con gusto.
"Ingenuo. Puedo leerte a la perfección, Pino. Sin embargo no comprendo por qué me causas tanta fijación, tanta ira, tanto..."Bill se quedó sin habla, por primera vez, frente a un mero mortal. Su repentino silencio despertó en Dipper curiosidad, observándolo con atención, desapareciendo en él todo el temor.
La mano que sujetaba la barbilla del castaño aflojó su agarre, en el rostro del demonio se apreciaba una incógnita sin resolver.
"Tanto... ¿Asco? Ya, ya. No me eches otro discursito... Y es completamente normal que te tenga miedo, soy un niño y tú el ser más poderoso. ¿Contento?", espetó el joven con algo de tartamudeo en su hablar.
Había conseguido plantarle cara, sin embargo no había logrado la reacción que le hubiese gustado.
Bill permaneció inmóvil unos instantes, hasta sonreír ampliamente y alejarse de él.
Se posicionó en el centro del dormitorio con semblante pensativo; parecía volver a la normalidad, aunque estaba completamente perdido en sus pensamientos.
Dipper, ileso y todavía apoyado en el espejo, observó la espalda erguida del demonio, tratando de averiguar en qué pensaba; tal vez estaría calculando sus palabras, o estudiando la situación. Nunca lo sabría, y le causaba cierto respeto.
"Bill... ¿Sigues aquí?", se aventuró a preguntar, dando dos pasos al frente. "Te recuerdo que tenemos un plan, y..."
Súbitamente, el niño se mareó y volvió a notar una sensación desagradable y dolorosa percorrer su cuerpo, como quemaduras en su interior abriéndose paso a placer.
Perdió el equilibrio con la repentina falta de consciencia sobre sus piernas, y se precipitó hacia el suelo.
El demonio no permitió que cayera, lo sujetó entre sus brazos, evitando la caída.
Este gesto sorprendió de muchas maneras diferentes e inexplicables a Dipper, quien se hallaba pegado contra el pecho de Bill, sin poder moverse pues no sentía la mitad de su cuerpo. Al volver a estar en contacto físico, sentía que las malas sensaciones se disipaban.
Sin embargo, lo que más le impactó fue notar los latidos acelerados de un corazón que no le pertenecía, justo en su oreja.
Fue tanta la sorpresa que alzó la mirada y se encontró con unos ojos amarillos fulminantes, entre nerviosos y confundidos. Su sonrisa parecía tensa.
Dedos largos vestidos con guantes de una oscuridad elegante agarraban al niño con fuerza.
"A ver, Pino... Si te quieres desmayar adelante, pero no precisamente cuando te necesito con vida"

ESTÁS LEYENDO
" ESCÚCHAME " [ Billdip ]
FanfictionEsa sensación, fría, áspera, como cuando todo el mundo parece estar en tu contra, como cuando ya no te queda nadie en quien confiar. Dipper jamás hubiera creído que su historia daría una vuelta tan drástica. Sin embargo, su destino fue escrito en e...