" ESCÚCHAME " [ Billdip ]

Capítulo 11: "Mente [Mañana/Tarde]"

El silencio inunda todo el plano mental como también lo hace el vapor, empañando hasta el último espejo del baño.

Dipper observa el techo, aunque realmente su mirada se encuentra perdida en sus pensamientos.

Poco a poco, permite que su cuerpo se escurra hasta sumergirse al completo. Al hacerlo unas burbujitas se escapan de sus labios hasta rozar la superficie.

Siente como si la fina línea que separa el agua del aire estuviese a mucha más distancia, pues la bañera es bastante amplia.

Han pasado tantísimas cosas que su cabeza todavía intenta soportar y procesar toda la información.
Bill le recomendó darse un baño para relajar sus ideas, y ahí está, dejándose llevar por un sinfín de mareas de dolor de cabeza.

Lo que no logra comprender es el cómo pudo tardar tantísimo tiempo en reaccionar, en alzar la voz, en vengarse.

Recuerda con claridad la manera tan deprimente en la que pensaba anteriormente, y le causa asco.
Era tan débil, que le avergüenza recordarlo.

Ahora sigue siendo bastante miserable tanto de pensamientos como de actos, lo sabe, pero al menos ha cambiado considerablemente en algunos de los aspectos más importantes.

La suave melodía del silencio lo abraza, envolviéndolo en sus maravillosas redes imaginarias, seduciéndolo y provocando una calma tal y como el puro éxtasis.

Cierra los ojos, dejándose llevar por la sensación tan agradable y poderosa.

Le daría igual morir así, tan tranquilo, tan solitario, tan en paz.

Pero su voz le despierta de sus ensoñaciones más profundas.

"¿Te aburres sin mí?"

Dipper abre los ojos, y puede apreciar a un Bill con forma humana inclinado sobre la bañera, apoyando las manos en los bordes.

Para poder hablar con él, saca la cabeza de debajo del agua, volviendo a respirar de manera pausada.

"No, estaba... Tranquilo", responde entonces, ruborizado por el hecho de estar desnudo frente a él.

"Muy bien, casi perfecto. Te falta un poco de mi agradable presencia, ¿no crees?", dice el demonio a medida que se va quitando la ropa.

"Preferiría que no, pero no me vas a hacer caso, así que..."

"Precisamente, estás en lo cierto Pino. Recuerda que tienes que portarte bien, es parte de tu deuda por haber perdido ante mí", suelta varias carcajadas muy suyas.

Entonces, completamente desnudo, Bill se mete en la bañera no en frente sino detrás del niño, el cual reacciona muy confundido, haciéndole espacio.
Sin embargo, el demonio lo pega a su abdomen, impidiéndole separarse.

La espalda del joven se apoya en el cuerpo desnudo de su compañero, le causa escalofríos.

No puede estar más alterado y sonrojado.

Los brazos de Bill se mueven con elegancia hasta abrazar al menor, envolviéndolo con una posesión bastante notoria, fulminando hasta el último detalle de su piel bajo su mirada dorada.

"¿Tenemos que estar tan--", se ve interrumpido.

"Sí, niño. Cuanto más, mejor. Y eso que se te acaba de pasar por la cabeza, también. El triple, de hecho", aclara, haciendo referencia además a ciertas obscenidades.