Paula Ricci
— Hola Ángel -sonrió borracho-
Me quedé petrificada analizando si esto era real, pestañeando para ver si Aiden realmente estaba frente a mi o si acaso me quedé dormida encima del teléfono pensando en que escribir y ahora mi mente me esta jugando una mala pasada.
— ¿Puegdo pasars? -preguntó y automáticamente rió con esa risa característica de los borrachos- Clagro quie puegdo -apenas podía pronunciar bien, me tomo por los hombros apartándome hacia un lado y paso tambaleándose hacia el salón-
Cuando me toco ese toque de electricidad bajo mi piel no desapareció si no que lo sentí mucho mas intenso porque hacía mucho tiempo que no sentía su tacto, y justo allí supe que no me había quedado dormida arriba de mi teléfono, Aiden se acerco a mi como pudo entre su borrachera, me agarro por los hombros y me hablo muy muy de cerca y sentí su olor a alcohol mucho mas fuerte que antes
— Tensgo quie decigte algo muy mugcho imporgtante -me tiro su aliento a la cara y puse cara de asco mientras lo empujaba hacía tras-
— Aiden... estas muy mucho borracho -imité su extraño vocabulario de borracho y el rió extrañamente- así que te preparare un café
Me di la vuelta para irme hacia la cocina pero el me retuvo y me pego a él otra vez abrazándome, como si tuviera miedo de que me fuera.
— Es muy mugcho impogtante Ángel, debo deciglo ahora pogque morigre -Dijo atropelladamente-
— No seas un dramático Aiden, sea lo que sea que debas decirme dímelo mañana cuando estes sobrio, -me safe de él- ahora te prepararé un café y tu te vas a quedar quietísimo en el sofa ¿Me oíste? -dije en modo mandona-
Aiden me miró sorprendido y como un perrito se sentó en el sofa y desde allí susurró.
— Me gusta cuando te pones mangdona... -sonreí y reprimí la risa mientras me dirigía a la cocina-
Aiden borracho es muy chistoso y si no estuviera en medio shock por volver a verlo y con el corazón latiendo a mil por hora probablemente estaría riendo a carcajadas, le lleve el cafe amargo y lo deje bebiéndolo mientras hacía muecas de asco muy chistosas, le busque unos cojines y mantas y se las lleve al sofa, pero no estaba allí pensé que se había ido hasta que escuche las arcadas provenientes del baño de invitados
Sabía que funcionaría querida yo...
Corrí hacia el baño y le sujete la cabeza mientras vomitaba y le acariciaba la sien
— Gracias... -dijo somnoliento- eso se siente bien... -cerro los ojos-
Me quedé callada y seguí acariciando su cabeza, cuando termino de vomitar le limpie la boca con un trapo húmedo, lo enderece y lo guié hacía el sofa, ¿Que? No soy un monstruo, no iba a dejarlo tirado en la calle ebrio si apenas se puede mantener en pie
Pero él nos dejo tiradas en la calle a nosotras.
Si pero nosotras somos mas consientes y educadas que el Estupido ojos verdes.
Aiden se sentó apenas en el sofa, mejor dicho se tiro como peso muerto en el sofa.
— Te vas a quedar a dormir en el sofa Aiden -suspiré-
— En serio debo decirte algo... -insistió, por lo menos ahora hablaba mejor- ahora.
— Si en verdad es tan importante dímelo mañana, cuando estes sobrio... -sonreí triste- si es que lo recuerdas.
— Lo recordaré. -afirmó-
Trague saliva y me dirigí a mi habitación sin decir más, me puse mi pijama y me acoste bajo las sabanas, no podía dormir, mi cabeza no dejaba de pensar en que Aiden estaba a menos de 3 metros de mi, pasaron ni 25 minutos cuando escuche la puerta de mi habitación abrirse lentamente, aguante la respiración, sentí como Aiden se acosto a mi lado bajo las sabanas y me pasaba un brazo por la cintura atrayéndome hacía él.

ESTÁS LEYENDO
No digas "te amo"
RomansaAiden Lecoin; ex chico popular de la Universidad ,ex mariscal de campo,ex mejor amigo de Alex Ricci. Abandonó todo ese mundo de la noche a la mañana pero nadie sabe el motivo ahora es el chico malo, el reservado solitario y sobre todo mujeriego a te...