No digas "te amo"

Capitulo XXXII

Paula Ricci

Salimos del agua y nos pusimos nuestras prendas y zapatos nos dirigimos al estacionamiento, nos montamos en su moto y él partió rumbo a no sé donde, ambos teníamos el cabello empapado y estábamos salados, se detuvo en un semáforo y giro a la derecha mientras reducía la velocidad y estacionaba frente a un local de negro con flores de colores pintadas en sus paredes rodeando una palabra que decía "Tatto Studio" pensé que solo había aparcado allí por el sitio pero cuando empezó a caminar a el estudio de tatuajes se me seco la boca y cuando estábamos entrando por la puerta lo miré con el ceño fruncido.

— Aiden ¿que estamos haciendo aquí?

— A veces tu impaciencia y curiosidad me desesperan Ángel -Me ignoro para seguir caminando hasta el recepcionista-

— Ey! -grite mientras corría tras él ya que dos zancadas suyas eran como 5 para mi-

Al entrar el olor a tinta y cigarro mezclado con colonia de hombre inundo mis sentidos. El hombre sentado en el mesón tenía espeso cabello negro y muchos tatuajes a lo largo de sus brazos y cuello, levanto su vista hacia nosotros y sus penetrantes ojos azules eléctricos nos atravesó

— ¿Si? -nos preguntó seco-

— Busco a Reggie -respondió Aiden-

— ¿De parte de? -levanto una ceja-

— Lecoin, Aiden Lecoin

— Estas de coña -abrió la boca y se levanto sonriente-, Joder Aiden que soy yo -abrió los brazos apuntándose a si mismo mientras Aiden lo escrutaba de arriba a bajo y yo me quedaba atrás viendo la escena-

— ¿Reggie? -solto una carcajada-

— El inigualable -sonrió socarrón y entonces se dieron uno de esos raros abrazos de hombres donde se dan golpes en la espalda- Como has cambiado

— Es lo que pasa cuando no me ves en mas de 5 años -rió y me miro de reojo espabilando de mi presencia-. Ella es Paula

El chico a mi lado me miro de arriba a bajo sin pudor alguno haciéndome sentir avergonzada, después miro a Aiden y compartieron una mirada cómplice que no entendí para nada.

— Bueno y que te trae por aquí Lecoin -preguntó pasando monumental mente de mi, Aiden rodó los ojos-

También es un placer conocerte imbecil...

— Me quiero hacer una cosa poca en el brazo y pensé en el mejor tatuador de los Hamptons -Ironizó-

— Ese soy yo. Venga pasen a mi santuario.

Nos guío a una habita donde había una camilla negra con una mesa llena de tintas y maquinas, las paredes estaban llenas de bocetos de tatuajes y la habitación estaba iluminada con luz roja

— ¿Que quieres hacerte hoy Lecoin? -Pregunto Reggie mientras se ponía sus guantes de latex negro-

Aiden se acerco a su oído y susurro algo que obviamente no pude escuchar. Lo mire con el ceño fruncido tratando de pensar que le había dicho, cuando él le dijo lo que fuera que le dijera Reggie miro a Aiden como si no lo reconociera y empezó a negar con la cabeza mientras preparaba las tintas y la maquina. Lo mire extrañada y curiosa pero el solo se limitó a sonreír de esa forma tan peculiar que él tenía

— ¿Que te vas a hacer Aiden? -no aguante mas la curiosidad picando en mi cerebro y Aiden sonrió por eso, seguramente estaba esperando pacientemente a que la pregunta abandonara mis labios-

— Solo espera Ángel. ¿Ya te había dicho que eres una impaciente?

sonrió aún más y yo suspiré sonoramente mientras me paraba detrás de Reggie que ya había empezado a trabajar. Los minutos fueron pasando mientras el Tatuaje en la parte exterior del antebrazo derecho de Aiden tomaba forma. Cuando vi las letras finales de lo que Reggie estaba escribiendo y mi boca formo una perfecta "O" cuando este por fin termino mientras miraba a Aiden sorprendida. Él se estaba tatuando nuestro "Te amo", se estaba grabando nuestro "Para siempre" en la piel, se estaba grabando esa simple pero a la vez tan significativa formula de física cuántica.