El semestre había arrancado con muchos proyectos, convenciones, exámenes, ferias científicas.
Todos estaban totalmente hartos de la escuela, pero había un proyecto que los grupos de hombres y alguna que otra chica, esperaban con entusiasmo ver, el proyecto de fotografía, cuyo nombre se había vuelto costumbre: "Pequeños detalles".
El mensaje que buscaban trasmitir a través de una revista que compartía en cada una de sus páginas: fotos de algunas partes del cuerpo de los estudiantes; lunares, ojos, manos, pies, piernas, dientes o labios, se basaba sobre el qué tanto conocían a sus amigos.
Al final de ella venía el listado, el número de la foto y a un lado el nombre del modelo.
Aunque también podían ponerse anónimos. No era algo común, los participantes normalmente lo hacían para saber si sus conocidos lograban reconocerles.
Un proyecto inocente que muchos chicos de la facultad aprovechaban para solo hablar de, a quiénes de sus conquistas reconocían y aquel que encontrara más, alardeaba sobre su hombría.
—¿En serio Nam?, llevas toda una página.
—¡Oh, mira!, esos ojos son —pausó para recordar con exactitud el nombre—, Park Soo Mi —mencionó ignorando los reclamos de sus amigos. Verificaron y como siempre, tenía razón.
—Deberíamos de quitar esa regla de no andar con las ex de los amigos, Nam Joon nos va a dejar sin mujeres a este paso.
El chico seguía observando las fotos, era un trabajo serio para él, pero uno de sus amigos le pidió que lo dejara buscar una. Le cedió de buen modo la revista y aprovechó para tomar de su refresco, mientras le guiñaba el ojo a las chicas que pasaban, sonrojándolas, recibiendo como contestación risas risueñas.
—¿Alguien tuvo la fortuna de besar esos labios? —preguntó en voz baja, como para no llamar la atención de sus amigos, especialmente la de Nam, pero fue el primero en volver su vista.
—¿Cuáles?
—Olvídalo. —El chico le arrebató la revista y rápidamente buscó, fue fácil porque simplemente esos labios capturaban la atención de cualquiera.
—¿Alguno de ustedes ha besado esos labios? —preguntó envidioso y obligando a cada uno de sus amigos a contestar, todos negaron. — ¿Por qué no los he conocido? —Revisó la lista al reverso, pero para su mala suerte venía anónimo. — Me lleva la que me trajo. — Se levantó de inmediato en cuánto escuchó el timbre sonar.
—Jonnie, ¡MI REVISTA! —reclamó su mejor amigo Jung Kook, siendo vilmente ignorado.
Iba a un paso brusco, examinando por completo esos labios, como si quisiera grabar la imagen en su mente.
Chocó contra Kim Seok Jin que sin deberla ni temerla, terminó en el suelo sin recibir disculpas, el chico se había pasado de largo.
—Jin, ¿estás bien? —Le ayudó su amiga a levantarse.
—Sí, Min Sae, creo que se me acomodaron las neuronas —sonrió quitándole preocupación a la situación.
—¿Quién te empujó?
—No lo vi —mintió, sabía bien quien lo había hecho, pero también que fue accidente. Seok Jin era un chico de popularidad promedio, eso significaba que tenía los amigos suficientes como para no declararse un chico solitario, pero tampoco era tan importante como para ser reconocido y alabado. Era tímido en general, aunque no con su círculo social, odiaba los problemas, así que los evitaba. Ese era Kim Seok Jin—. ¿Cómo te fue en el proyecto de arte?
—Mi foto fue la mejor, querían ponerla en la portada, pero dije que mi modelo no quería tanta atención, también trataron de sacarme el nombre, me negué obviamente. —Lo abrazó. —Gracias por ser mi modelo, pero sobretodo, gracias por nacer con esos labios —rió al susurrarle eso, para que nadie pudiese escuchar.
—De nada, solo porque era una emergencia, pero a la otra busca un modelo que no cancele, me siento como Hanna Montana y su doble vida. —Cerró el casillero para caminar hasta su clase.
Ingresó al salón pasando de largo a todos, no solía compartir materias con alguna persona con la cual se llevara bien, consideraba que solo lo distraerían.
Solía sentarse en los últimos lugares porque nadie lo tomaba en cuenta ahí, le gustaba sacar buenas notas, pero no que le preguntaran. Además le gustaba dormir siestas de cinco minutos, las clases eran como audiolibros para su mente dormida, aprendía más.
Se escuchaban los cuchicheos a gritos, desistió en cerrar los ojos y prefirió repasar sus apuntes, a veces tenía la mala suerte de atraer la atención de los maestros para que le hicieran preguntas y prefería mantenerse preparado para cualquier percance.
Notó algo inusual al frente, Kim Nam Joon se posicionaba en medio del salón, listo para llamar la atención.
—¡Chicas! —esa exclamación lo hizo rodar los ojos y cruzar los brazos. No era novedad que ese chico resultaba todo un mujeriego, pero hacer ese tipo de cosas lo dejaba ante los ojos de Jin, como todo un idiota—. Formen una fila y preparen sus labios. —Levantó la ceja y guiño el ojo a las más cercanas. De manera inmediata todas hicieron caso.
«Ténganse amor propio». Pensó Seok Jin asqueado.
—¿Solo las chicas? —preguntó Park Ho, un chico enamorado de Nam Joon desde preescolar.
—Lamento decepcionarte Ho —sonrió gentil. Podía ser un mujeriego, pero jamás había tratado mal a alguien, incluso las chicas con las que salía no podían quejarse, cada relación duraba dos semanas, pero en esas semanas él era un novio ejemplar e increíblemente fiel, a tal grado que aún después de terminar, el joven esperaba una semana para volver a ligar o coquetear. Quizá no era mucho, pero respeto tenía para no hacerlo al día siguiente. — A ver. No. No. No. No. —Observaba los labios de cada chica, pero solo eso. Terminó con todas y su semblante decepcionado terminó por posarse en sus amigos, iba a decirles algo, pero entró el maestro.
—Buenas tardes jóvenes, espero que por ser la última clase, no me den problemas.
Iniciaron con las lecciones atrasadas, el maestro había tenido que faltar por apoyar a los chicos con las fotos, alguien tenía que tomarlas para aquellos que no contaban con una cámara.
—Señor Shiro, ¿usted tomó las fotos de la revista? —interrogó Nam. Sus amigos se golpearon en la frente como si estuviesen conectados, en poco tiempo el joven parecía obsesionado por encontrar a la chica.
—En su mayoría.
—¿Sabe quién es? —Se levantó de inmediato para acercarle la foto, pero no tuvo suerte.
—Sé quien la tomó, pero no conozco a su modelo. Lo lamento.
—¿Quién tomó la foto? —Notó la mirada harta del maestro, pero no desistió.
—Min Sae. —El chico se sentó con una sonrisa e hizo una pequeña reverencia.
Del otro lado del salón en el último lugar Kim Seok Jin se quedó congelado, pero sin previo aviso se levantó, llamando la atención de todos a excepción de Kim Nam Joon. Cuando se percató de las miradas, disimuladamente tapó sus labios.
—¡MAESTRO!, ¿puedo ir al baño? —pese a la actitud sospechosa, obtuvo el permiso. Se alejó lo suficiente como para hacer una llamada a gritos, sin ser escuchado. — ¡MIN SAE!, soy Hanna Montana.
Espero les guste la historia, pero sobretodo que les haga sentir 🖤
ESTÁS LEYENDO
Labios desconocidos
FanfictionPor un proyecto de arte, Kim Nam Joon, el chico más mujeriego de la facultad, se da cuenta que no reconoce los labios de una foto, unos labios hermosos que deja al chico ofendido por no conocer. Historia creada para los retos: Beth's. 💫INTENTO DE C...