Labios desconocidos

7

Durante dos semanas Kim Seok Jin les daba la vuelta a los chicos, cuando lo invitaban a comer, les decía que ya había quedado con otros amigos, para suerte de él tenía más, personas que les encantaba que por fin se animaba a compartir con ellos.

Desde la mesa los muchachos le observaban incómodo por estar recibiendo la atención de todos con los que comía, esa era la principal razón por la cual solo se la pasaba con Min Sae, sus demás amigos eran demasiado cariñosos, haciéndolo salir de su zona de confort. Durante esas dos semanas se pudieron dar cuenta que era más popular de lo que ellos creían, siempre había alguien diferente invitándolo a su mesa.

—Pensé que eras su única amiga —susurró Suga a Min.

—No —rió—, Jinnie tiene muchos amigos, aunque él no los busque, tiene ángel. —Lo miró con una sonrisa en el rostro, mientras observaba cómo trataba de comer en silencio, pero sin lograrlo. — Había dos razones por las cuales se la pasaba conmigo. Una es que le incomoda recibir mucha atención y la otra que él era mi único amigo, dejarme sola no era una opción para mi Jin. —Frunció el entrecejo mostrando su incomodidad.

—¿Qué pasa?

—En realidad Seok Jin sí tiene pretendientes, aquella vez les mintió —Eso llamó la atención de Nam. — Tanto chicos como chicas. En lo que va de las dos semanas se ha encontrado con por lo menos uno por día, por ejemplo: ese chico que le acaricia el cabello y pasa sus dedos por su barbilla, es uno.

—Se nota que Jinnie está tenso —mencionó Tae.

—Sí, pero debe tener sus razones para estar ahí.

Terminó el descanso y Jung Kook acompañó a Min Sae, dejando a los demás que se dirigían a su clase, pero frente a ellos iba Seok Jin luchando por separar de una manera no tan brusca al chico que estaba muy cerca de besarlo.

—¡Jinnie! —Se lo quitó de los brazos Nam Joon, sorprendiendo a sus amigos por lo veloz que fue. — Oh lo siento, no te miré. — Dirigió su mirada al molesto amigo aprovechado. Mantuvo abrazado por la espalda a Jin que se sintió extrañamente protegido.

—Nos vemos Jin, espero puedas comer conmigo otra vez. —Se alejó después de ver cómo asentía. Todos los demás ya habían entrado, ellos eran los únicos en el pasillo.

Nam lo siguió con la mirada sin soltar el cuerpo que sostenía con firmeza y el joven no decía nada, solo estaba ahí frunciendo los labios.

—¿Estás bien? —Tuvo que inclinar la cabeza al escuchar el tono tan profundo de Nam Joon que sin querer quedó con su aliento en el cuello de su amigo, provocando la inclinación, al percatarse lo soltó de inmediato.

—Sí, gracias. —Su rostro se tornó rojo, pero Kim Nam Joon no se esperó a verlo, al escucharlo decir que estaba bien, simplemente entró al salón.

Kokie había quedado con Min Sae para estudiar juntos, aunque no llevaran las mismas clases, se ayudaban mutuamente.

Iba caminando cuando visualizó a su amigo peinándose frente a su casillero.

—¿Qué haces aquí tan temprano?

—Vine a la escuela.

—Jonnie, ¿por qué no aceptas ser su novio por dos semanas?, cada que lo ves pones cara de pescado que abre la boca a cada rato y mira a la nada.

—Él no quiere nada conmigo, no pienso insistir. —Cerró su casillero y se dirigió al salón.

—Él va a estar ahí, podrías decirle que sí, besarlo y disfrutar lo que dure —pausó—, puede que te de unas cachetadas o no, pero ojalá sean las cachetadas, te hacen falta.

—¿Te han dicho que sueles caer mal? —Lo acuchilló con los ojos.

—¿Qué es lo que buscas?, ¿te has enamorado?, ¿por qué precisamente de él? —Quiso darle una mirada distinta, pero se sentía confundido. — Temo por él, conozco tus antecedentes y no puedo evitar dudar de tus sentimientos, porque simplemente enamorarte de la única persona que te ha puesto resistencia, suena a capricho.

Kim Nam Joon estaba hartándose de que todos creyeran eso, pero sobretodo se lo dijeran, aún sin hacer o intentar algo, sin siquiera pedir algo. ¿Acaso era malo querer observar a alguien?, ¿era malo conformarse con ello?

—No he admitido nada, solo llegué temprano.

—Suerte. Sea lo que sea, no voy a negarte que hacen bonita pareja. —Se despidió con un toque en el hombro de su amigo.

Entró al salón, pasando su vista sobre el chico del fondo que estaba comiendo una dona azucarada y la vista de Nam pareció agudizarse, porque alcanzaba a mirar cómo se impregnaba el azúcar en esos hermosos labios. Fue tanta su distracción que chocó con un mesabanco, cayendo sobre él.

Seok Jin se levantó de inmediato para auxiliarlo.

—Nam Joon, ¿te lastimaste? —preguntó con demasiada preocupación. El labio le sangraba al igual que su rodilla.

—No.

—Estás sangrando —dijo con seriedad y sarcasmo por su respuesta—. Espérame, en mi mochila traigo alcohol.

—¿Traes alcohol a la escuela?

—Alcohol para heridas, Nam. —Provocó una risa tonta en el chico herido. Lo limpió con cuidado y después de semanas de evitarse, lo miró como la primera vez que se enteró de que él era a quien había estado buscando.

—Acepto.

—¿Disculpa? —preguntó manteniendo el algodón en los labios de Kim Nam Joon.

—Quiero esas dos semanas contigo. —No tenía expresión en el rostro, pero Jin sí, aunque solo fue un ligero ladeo de cabeza y unas cejas fruncidas suavemente.

—Está bien —susurró sin agregar más.

—¿Así de fácil? —Fue golpeado en el hombro. — ¿¡Qué dije!? —chilló.

—Me haces sentir fácil —y volvió a provocar la risa en el chico que recibió otro golpe—. ¡NO TE RÍAS! —Tomó a Seok Jin por la nuca y lo inclinó hasta que pudo besarlo, a lo que no se resistió, dejó que Nam Joon siguiera su propio ritmo y ahí en el suelo se sintió como en las nubes, mientras el tímido joven que aún tenía el algodón en la mano, solo dejó de pensar tanto.

Ya vamos a llegar al final 🖤