Capítulo 5
¿Qué mierda le pasaba?
Me lo quedé mirando fijamente.
No dije nada.
- ¿Sabes lo que más me molesta de ti? -Dijo.
- ¿Qué?
-Que eres tan jodidamente callada. Nunca hablas. Nunca dices nada.
-Yo si hablo. Sólo no con imbéciles como tú. -Esperen, ¿yo había dicho eso? No podía creerlo.
Me dirigí a mi habitación lo más rápido que pude, dejándola sola.
Genial Rosé, genial.POV Lisa
Desde ahora en adelante la trataré así,sí.
Tengo que olvidarla de alguna maldita manera.
"Pobre pequeña tonta" ¿a quién engaño? Esa pobre pequeña tonta me encanta.
Estábamos tan cerca... Esos labios me llamaban.
Los labios que probé hace algunos años. La primera vez que sentí algo. Pero un "nosotras" es imposible.
Por mucho que lo desee.
Al día siguiente, me levanté de mal humor y me arreglé para ir a la escuela. Antes de salir me puse
mi chaqueta negra de cuero.
Caminaba por los pasillos de la escuela y la vi, riendo.
Se veía tan hermosa así.
Mi pequeña Rosé
Odiaba verla triste, lo detestaba.
Como siempre que estoy en casa de Jennie está sola encerrada en su habitación y como me encantaría estar con ella, como antes.
Maldita sea, olvida todo eso Lisa.
Tienes que olvidarla.
Irenevllegó y mierda, si tenía que sacarla de mi mente, lo haría.
La besé apasionadamente poniéndola contra los casilleros.POV Rosé
Llegar a la escuela y que la escena de Lisa con Irene sea lo primero que veas, sabrás que será un día total mierda.
-Vámonos, por favor. -Le supliqué a Hyeri.
Estando en clase no dejó de hablar de Jimin.
-Es hermoso, lo juro. Me acompañó a casa e incluso me llamó. - Decía mi amiga suspirando y yo solo reía.
En verdad me sentía como una mierda y quería irme a casa ya.
No quería caminar hoy, por favor no.
En el almuerzo me acerqué a la mesa de Jennie, estaban todas ahí, Irene sentada en las piernas de Lisa como siempre.
Ni siquiera las miré.
-Jennie... ¿Podrías por favor llevarme a casa hoy? Es que no quiero caminar hoy. - Ella dobló los ojos, odiaba cuando actuaba, así como una imbécil delante de sus amigas.
-Está bien. Pero me tomaré mi tiempo, así que no te quejes.
-Como sea. -Dije y me fui con mi amiga.
En la salida, guardé algunos libros en mi casillero y me fui a donde estaba mi hermana.
Mierda, mierda y más mierda.
Lisa estaba ahí.
-Tengo unas cosas que hacer hoy, si sabes a lo que me refiero. Así que nos vemos mañana. -Le dijo Lisa a mi hermana.
Pff , no quiero ni imaginar que cosas son. Pero gracias a Dios no la veré
hoy en mi casa.
-Igual hoy irá papá a la casa, así que yo también estaré ocupada supongo. Claro, no tan ocupada como tú, eh. -Dijo riendo. ¿Qué...?
- ¿Papá? ¿Papá va a ir hoy a la casa? ¿Por qué mierda no me lo dijiste Jennie? -Dije metiéndome en
su conversación.
-Me llamó ayer, ni siquiera estabas en casa. Además, no entiendo para qué querrías saber antes, ¿es que acaso vas a ponerte linda y hacerle una fiesta de bienvenida? No necesitas eso, tú siempre estás hermosa para él. Eres su bebé. -Dijo burlona.
-Yo no soy de ningún estúpido. -Dije y me monté en el carro cerrando la puerta de un portazo.
Lisa me miraba, seria.
Después se puso a hablar con mi hermana.
Si antes quería llegar a casa rápido ahora era todo lo contrario.
No quería ver a ese imbécil.
¿Y si tiene una novia? ¿O algo así?
Nadie nunca podrá reemplazar a mamá.
Él nunca estuvo ahí para mí, cuando más lo necesitaba.
Siempre está de viaje y cuando llama, llama a Jennie y nunca a mí.
"Papá te manda saludos." ¿Por qué no me llama a mí también?
¿Por qué no me pregunta cómo estoy? ¡Podría hasta escaparme de casa y él se enteraría un mes después!Ya habíamos llegado.
No quería entrar a esa casa.
-Rosé, ¡joder! Vamos. -Dijo Jennie por décima vez. Me bajé del auto temblando y entramos.
-Hola hermosa. -Dijo ese hombre con los brazos abiertos.Así es como confirme que el día pudo de ir a mal a peor...
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Sigo? 😏
~JM~
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Pequeña ¡Eres mia! // Chaelisa G!P
Fiksi PenggemarRoseanne Park y Lalisa Manoban No tenían muchas cosas en común, sus edades eran distintas, sus maneras de caminar no coincidían y mucho menos la estatura. Nunca pensaban igual, tenían ideas muy diferentes. Lisa era dueña de sí misma, Rosé una niñ...