Sin salida

Cap. 3

Fui a mi armario a sacar mi ropa favorita. No tenía ganas de usarla, pero era un día importante... para mi. Gale, un chico hermoso está en mi clase de laboratorio, nada más, y sólo hoy será mi oportunidad de causarle una buena impresión. Muchas chicas también intentan ligarse con el, pero no quiere aceptar, así que hay competencia para ver quien lo gana.

Me puse mi ropa, me peine, y fui a desayunar. No estoy muy acostumbrada a desayunar en mi casa, normalmente desayuno en la escuela, en la cafetería, porque ahí no hay personas que me arruinen el día, en cambio, aquí si. Pero el problema es que se me acabo el dinero y, hasta que consiga mi mesada, tengo que aguantarme.

Estaba tomando mi cereal cuando llego John.
-Buenos días- dijo, en tono sarcástico.
-No estoy lista para tus tonterías- dije, porque era la verdad. El siempre dice cosas sin sentido, por ejemplo, la semana pasada dijo que la luna nos aplastaría sólo porque jugo a "The legend of Zelda: Majoora's Mask", donde eso pasa.
-Porque comes este cereal- dijo. -¿Que no sabes que los que se lo comen se vuelven locos?-
-Ahh, así que tu lo comiste.
Me agarro la camisa violentamente.
-Mira, si tu vuelves a decir que estoy loco, lo próximo que verás será ese estúpido cereal en tus ojos, comprendes- dijo, muy enojado.
-Ya cállate y sueltame, loco borracho.
Entonces el agarro y empujo mi cara hacia el cereal. Sin la suficiente fuerza para detenerme, me estampó con el plato. Toda mi cara estaba llena de leche y cereal. Limpiándome la cara, me pare, agarre su camisa y lo empuje hacia la barra. El choco contra una jarra de vidrio, que con su peso, cayo y se quebró por completo. El no pudo mantener el equilibrio y resbalo encima de los pedazos de vidrios. Su brazo estaba lleno de cortadas y rasguños, y sobre ellos chorreaba sangre como sí todas sus venas se hubieran cortado. Enseguida empezó a gritar, y en menos de 5 segundos los padres estaban allí ayudando al hijo.

-¿Qué paso aquí?- dijo Madre.
-Ella me tiró- dijo John entre sollozos. -Ella me empujo cuando la salude, y como esta loca, ella me empujo hacia acá, donde la jarra estaba tirada. Lo planeo todo, y sólo por que esta loca.
-¡No es cierto!- grite. -El me estuvo ahogando en el plato de cereal, y sólo lo empuje para respirar.- dije. De repente, también me dio ganas de llorar.
-¡No vuelvas a empujar a tu hermano!- grito mi padre. -¡Vuelvo a saber que un accidente como estos pasa y te castigo por un año!
Me fui sin siquiera decir adiós. Estaba harta de mi familia. Mi hermano siempre culpándole de todo. Espero nunca volver a verlos nunca más.