Cap. 14

111 9 1
                                    

Salí del edificio y tome una gran bocanada de aire. Estaba realmente cansada después de lo que pasó. Y aún nos faltaba recorrer más distancia. Ahí arriba había como 90 personas, por lo cual no se podía ver nada.arecia que estaban esperando algo, así que me adelante para ver que estaban viendo... y lo vi. Era un helicóptero.

No lo podía creer. Ahí estaba nuestro pase de salida de esta ciudad. Se me ocurrió una idea cuando Carl se me adelanto.
-¡Oigan, tenemos que llegar hacia las azoteas de enfrente y mandar una señal al helicóptero!¡Rápido, corran!- grito en lo que tiraba una tabla para poder pasar al otro edificio, que estaba a unos 3 metros. De repente, todos corrieron rápidamente por la tabla, y me adentre con ellos. Al llegar al otro edificio, Carl y otros dos hombres levantaron una tabla más grande para pasar.

El helicóptero seguía a mucha distancia, pero si no llegábamos a la última azotea el helicóptero no sería capaz de ver nuestra señal. Mientras Carl y los otros dos seguían llevando la tabla, me di cuenta de que éramos menos que cuando estábamos en las escaleras. Fui hacia donde estaba la primera tabla y mire hacia abajo. Casi me resbalo por el susto. Había más de 10 cuerpos tirados y sangrando.

Cuando volteé ya estaba puesta la tabla, y la mitad ya había pasado. Corrí hacia ellos y espere a que todos pasarán. Cuando llego mi turno, subí y camine lentamente por la tabla, pero cuando iba por la mitad, la señora que iba delante de mi resbalo y cayo justo en el borde. Se estaba balanceando, así que me agache y tome su mano antes de que se soltará. Estaba llorando y estaba intentando subir desesperadamente, pero cuando se dio cuenta de que no podría, lo único que hizo fue sacar una foto de su bolsillo, donde salía ella con un chico más pequeño que yo, y me la dio diciendo:
-Encuéntralo y dile que lo amo- dijo, y dicho eso se soltó de mi mano. La intenté agarrar, pero era inútil, ya estaba muy lejos como para que la agarrara. Cayo por unos segundos, pero a mi me parecieron horas. Antes de que cayera, cerré los ojos. No quería ver como ese cuerpo se quedaba sin vida. Lo único que pude oír fue un fuerte golpe. Cuando abrí los ojos, ella estaba ahí, tirada y llena de sangre. Cuando llegue, la tabla que me había sostenido resbalo un poco, y luego callo. No había otra opción más que huir hacia delante, pero me hice una promesa a mi misma. Encontraría a ese niño y le daría el mensaje.

Llegué con todos y me di cuenta de estaban desesperados buscando algo. Vi a Phill y le pregunte que estaban buscando.
-Una tabla, porque parece que no hay para pasar- lo dijo con tanta tranquilidad que daban ganas de patearlo. Entonces Carl grito.
-¡No hay ninguna forma de pasar, así que tendré que arriesgar la última bala de bengala que tengo y disparar!- estaba desesperada después de lo que dijo. Sí eso era verdad, entonces podría fallar, y el helicóptero se pasaría de largo. Mire hacia el otro edificio y vi en la azotea justo lo que necesitábamos. Una tabla.

Después vi hacia el abismo. No era mucha distancia entre este edificio el otro. No podían ser más de 3 metros, y además nuestro edificio le gana por altura. Mi mente pensaba desesperadamente un plan, cuando de repente, pareció que un foco dentro de mi se encendió, y se me ocurrió una loca idea, que, si funciona, salvaría a varios. Antes de que Carl disparara, corrí hacia el y grite con todas mis fuerzas.
-¡¡Nnoooo!!-
El se detuvo y me miro con cara de pocos amigos. Nadie se había dado cuenta de que no había disparado, así que le conté mi plan. Mientras lo contaba, vi algunas expresiones en su cara que me decían que lo aceptaría. Pero cuando termine dijo esto:
-Esta bien, ya que no tenemos otra opción. Pero con una condición, tu lo harás- dijo eso y me asuste, ya que pretendía que el lo hiciera ya que tenía más físico que yo. Pero no había opción, así que fui hasta la esquina contraria del otro edificio y me prepare. Estaba a punto de saltar hacia el otro lado.

Todos notaron que estaba preparándome para algo y se quedaron mirándome, lo cual me puso nerviosa, porque si no lo lograba iba a ser la decepción de todos. Me dieron espacio, así que tome todo el vuelo que pude. Le di la mochila a Phill, para quitar pesó. Luego de agacharme un poco, empece a correr. Corrí lo más rápido que podía, incluso más que en las clases de educación física. Estaba cerca del borde y los nervios me estaban comienzo viva. Pero pensé en toda esa gente que había perdido todo, y que lo único que querían hacer era sobrevivir. Así qué tome coraje, subí la velocidad... y salte.

El salto duro unos segundos, pero a mi me parecieron horas. Seguía en el aire cuando me di cuenta de que estaba a mitad del camino, y ya estaba bajando. Seguía, pero la mitad de mi cuerpo ya estaba debajo del nivel de la azotea. Iba a chocar contra el muro, y me iba a caer. Pensé que moriría, pero recordé la promesa que le hice a la señora, y justo cuando llegue al otro lado, me agarre al borde.

Me había colgado. Estaba en el aire. Intentaba subir, pero el cansancio me ganaba y no podía. La falta de fuerza hacia que se me hiciera más difícil mantenerme agarrada, y la altura me producía mareo. No iba a poder. Iba a morir. Estaba a punto de caer cuando escuche voces de personas gritando. Oí mejor y me di cuenta de que era la gente con la que venía, apoya come y elogiando, hasta oí la voz de Phill y Carl. Eso me dio esperanzas, de que no podía fallarles, así que hizo mi último intento posible de subir. Y lo logre. Había subido, ahora sólo faltaba ayudar a esa gente.

Sin salidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora