Sin salida

Cap. 7

Salí de mi casa, hacia al escuela. Tenía miedo, si me encontraba a uno de esos locos me moriría. Esta vez no fui la única que se dio cuenta. Toda la escuela estaba asustada, incluso los profesores. En la primera clase, nos llevaron al auditorio ( que está en el edificio 2), donde nos dijeron que el gobierno a tomado medidas de precaución. En primera, todos estaremos en en un mismo edificio, para evitar contagios lejanos. En segunda, en los descansos no se podrá salir a los patios. Y en tercera, se suspenderá el colegio 1 semana para que sea desinfectado (con petróleo blanco, presumió la directora).

Después de eso nos dirigimos hacia nuestro salón para agarrar nuestras cosas. Después fuimos hacia el edificio, y me quede sorprendida de que todo el colegio estará allí. Todos los chiquitos compartirán salón. De 1 a 3 de primaria, otro de 4 a 6, otro toda la secundaria, otro toda la preparatoria y 2 salones para la universidad. Estábamos tan apretados que tuvieron que quitar las bancas para que todos cupieran.

Los últimos 3 días fueron de terror. Con toda la gente en el mismo edificio, y la noticia de que la propagación del virus va a velocidades extremas, todos estábamos muy nerviosos, sobre todo yo. He visto varias películas de zombies y gente loca y créanme que después de todo eso no quisiera tratar con uno de ellos.

Término la semana y me dirijo a mi casa. No volvería a la escuela hasta la próxima semana. En mi casa también hubo unos pocos cambios. En primera, John y yo teníamos que compartir cuarto. Al principio eso me molesto, pero cuando vi la cara de terror de John, decidí aceptarlo. En segunda, También tendríamos que bañarnos dos veces al día, cosa que no me molesto en absoluto. Y en tercera, compraron comida duradera para todo el mes, así que no podremos salir.

John se mudó a mi cuarto. Me resume a ir yo al suyo ya que parece que nunca lo limpio en toda su vida. Pusimos un colchón inflable, una colcha, un manto y una almohada, y listo, John ya tenía su cama. Me fui a dormir, esperando a que cuando despierte sepa que todo esto fue un sueño. Por supuesto, no funciono.

Desperté y John seguía dormido, así que decidí no despertarlo. Mire por la ventana y me sorprendió mucho ver que no había nadie. Nadie caminaba, hacia las compras. Ni siquiera una tienda estaba abierta. Toda la semana fue la misma rutina. Despierto desayuno, me cambio, leo, como, leo, duermo. Esa aburrida rutina cada día. Después de 1 semana y media, cambio.

Me desperté, me cambie, desayune, y por primera vez después de mucho tiempo, salí de mi departamento .Después de eso, abrí la puerta del lobby, no sin antes despedirme de mis padres y de John (que no iba a ir a la escuela).

Después, camine y me dirijo a la escuela.