Cαpίтυlo ѕeιѕ

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Casi nos daba un infarto cuando mamá nos vio

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Casi nos daba un infarto cuando mamá nos vio. Tuve miedo de ser regañada, pero en vez de eso nos apoyo en todo y nos dejo a solas para asearnos.
La primera en bañarse fue Minee-san, luego me metí yo.

Al salir de mi refrescante baño, me percate que estaba sola, así que me tome mi tiempo para cambiarme para luego bajar a la cocina.

Me sorprendió ver a mi madre con Minee-san, ellas hablaban sobre cosas triviales de su vida.
-Ma... yo... estoy aquí -dije avergonzada y más al ver a Minee-san vestida con aquel delantal que le resaltaba su bonita cintura y sus voluminosos pechos.

-¡Ha... Hana-chan -dijo mi Omega de una manera muy tierna.
Su cara sonrojada, el movimiento de su cintura y la manera que sus manos jugaban por su nerviosismo solo hacían que cada momento me enamoraran un poco más.

-Que bueno que bajaste -dijo mi madre- ¿Qué te parece si nos ayudas?

-¿Y papá? -pregunté preocupada y más por lo que paso la noche anterior.

-Tu padre fue a comprar un poco de leche, se sorprendió ver a Miyako-san aquí, pero le dije que vino muy temprano así que no te preocupes -dijo al giñarme el ojo.
Tanto Minee-san como yo, nos miramos sonrojadas.
-En fin, Miyako-san, Hinata-chan me dijo que confeccionas cosplay -le dijo mi madre al poner unos platos en la mesa.

-S...í... -respondió más a fuerzas, en verdad era muy penosa.

-Eso es bueno, Y... ¿Por qué no te llevas a Hana a tu casa?, tal vez puedas hacerle un buen cosplay

-¡Ey...!, mamá -exclame avergonzada, pero al instante ella me silencio con su mirada aterradora.

-Yo... no quiero... incomodar más de lo que yo... tal vez lo haga -dijo Minee-san.

-¡Para nada!, te doy permiso de salir con mi hija

-¡Mamá! -exclame de nuevo avergonzada.

Después de que papá regresara, los cuatro desayunamos. Fue tierno ver como Minee-san se sonrojaba cada vez que mamá le hacia un cumplido. Además, ver a papá ser casi igual de penoso que Minee-san fue muy gracioso.

Al terminar el desayuno, mamá tuvo que llamar de imprevisto a la señora Chizuru, pues no quería que se molestara debido a la repentina desaparición de su hija.
-¡Listo!, tuve que decirle a tu mamá una mentira piadosa -le dijo mi madre a Minee-san.

-Gracias, Haruka-san -dijo mi Omega.

Instantes después, partimos para la casa de Minee-san. Yo iba sin poder mirarle, aun seguía avergonzada por lo de anoche.
Ella igual iba sin decirme ni una sola palabra, pero los gestos que hacia con su mano y su respiración, me indicaron que estaba en la misma situación.

Tome un poco de valor y sin decirle nada, sujete su mano izquierda. Ella solo solto un suspiró de sorpresa y con una sonrisa en sus labios, me dijo dulcemente.
-¡Ha... Hana-chan!, quiero... quiero... quiero pedirte perdón

Me perteneces (HanaxMiyako) (Wataten)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora