Cαpίтυlo Cιɴco

611 34 14
                                    

Estaba a punto de apartar su brasier, cuando de repente el sonido del toquido de la puerta nos interrumpió, era mi padre que llamo a mi puerta

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Estaba a punto de apartar su brasier, cuando de repente el sonido del toquido de la puerta nos interrumpió, era mi padre que llamo a mi puerta.
-¿Pasa algo hija?

Tanto Miyako como yo nos miramos un poco sorprendidas. Tuve que actuar de la forma más rápida que pude, para ocultar a Minee-san en el armario. Posteriormente me acosté en la cama y me tape el cuerpo, todo en cuestión de segundos.

Pude escuchar a mi papa asomarse y soltar un largo suspiro, rece a los dioses que el aroma de mi Omega no llegara a las fosas nasales de mi padre.

Luego de unos segundos, mi padre cerro la puerta y me dejo ahí sola. Espere hasta que el sonido de las pisadas de papa no se escucharan, para ir con mi Omega.

Mi querida Omega estaba temblando, su celo estaba llegando a su limite. La tome de la mano y la lleve hasta donde estaba mi cama. Ahí ella me atrajo a sus labios para besarme con una desesperación.

Mi cordura comenzaba a perderse, y lentamente me fui guiando por mis jóvenes instintos Alfa

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Mi cordura comenzaba a perderse, y lentamente me fui guiando por mis jóvenes instintos Alfa.

El beso fue interrumpido por falta de aire, pero también aproveche para admirar sus hermosos rasgos. Seguía estando tal cual la recordaba, una niña llenita de una piel blanca y suave. Sus cabellos cortos de un color castaño rojizo resaltaban con sus brillantes ojos rojos.

-Minee-san, trata de mantenerte en silencio -susurre en su oído. Además se atreví a meter mi mano derecha por su pants, para comenzar a acariciar su entrada con mis dedos.

-¡mmm....!, ¡mmm...!, ¡Hana...chan! -exclamó levemente al cubrir su boca con sus manos.

-Estas muy mojada, Onee-san. Te hare sentir bien -afirme al sacar mis medos y lamer sus fluidos-. Su sabor era delicioso, había tenido la delicadeza de lavar su entrada antes de venir.

-Ha... Hana-chan yo...

-Levántate un poco, quiero bajarte los pantalones

-¡Eh...!, pero Ha...na -susurro al apartar sus manos.

-Vamos no tengas miedo, te amare por siempre -resalte eso ultimo con una grande sonrisa. Tomé sus manos y la levante con cuidado.

Ella accedió y lentamente se levanto de la cama. Baje con delicadeza los pants que cubrían sus piernas, para posteriormente despojarla de sus bragas. Ella me ayudo a quitar sus tenis y sus calcetines para después sentarse en el filo de la cama.

Me perteneces (HanaxMiyako) (Wataten)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora