Cαpίтυlo Doce (Epίloɢo)

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Los años fueron pasando y con ello, nuestra relación se fue fortificado

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Los años fueron pasando y con ello, nuestra relación se fue fortificado.
Ahora era una jovencita de 16 años. Popular entre las chicas y chicos Omega que intentaban cortegarme. Pero mi corazón única y exclusivamente le pertenecía a Miyako-chan.

Con el paso de esos años, también fui olvidando todo lo relacionado a mi anterior vida. Era algo extraño, pero fue lo mejor que pudo haberme pasado. Además, después de lo de Matsumoto, ya no a llegado nada que nos altere. Ella comprendió que Miyako era solo mía. Y se dedico a su nuevo romance con una chica Omega.

Al salir del instituto, fui corriendo a casa de mi Omega, donde ella esperaba recostada en nuestra cama. Desde hace un año, comencé a vivir con ella, debido a los fuertes celos que le daban. Escuche que era debido a que estaba comenzando una buena edad reproductiva. Y el tenerme cerca, la tranquilizaba un poco.

Sin embargo, últimamente se encontraba más sensible debido a que, nuestros mellizos se encontraban en su pancita. Era bonito saber que me iba a convertir en "el padre" de dos bonitos bebes; Ágape y Ágata, cuyo significado es: Amor desinteresado y Bondad virtuosa.

Al principio no podría creer que mi Miyako estuviera embarazada, pero luego no paraba de estar feliz por la noticia. Y nuestras madres, bueno ellas paraban de ayudarnos para buscar aquellos bonitos nombres para nuestro niño y niña.

-¿Quieres algo, cariño? -le dije al sentarme a su lado. De inmediato fue a recargar su cabeza en mis piernas.
-No, solo me siento cansada -dijo al tomar mi mano para entrelazarla con la suya.

-¿Tu madre no esta verdad?

-No, ella y Emily llegaran por la noche, tienen mucho trabajo

-Entiendo, entonces prepararé algo de comer -dije al levantarme, sin embargo fui detenida por mi Omega.
-Espera, no hace falta. Hace un rato me dediqué a cocinar. Así que, no te preocupes

-Miyako no debiste, sabes bien que no quiero que te esfuerces. Debes de descansar -dije al comenzar a acariciar su cedoso cabello.

-Sabes bien que tengo que asumir mi responsabilidad. Así que, no me molesta hacer algo si es para ustedes

-Eres muy necia Miyako, pero sabes algo... eso me encanta de ti -dije al acercarme a su rostro. Iba a besarla, pero en vez de aceptar se fue corriendo al baño.

La perdone al escuchar que estaba vomitando. Al parecer nuestros bebes les daban un poco de molestia.

Cuando Miyako volvió le ayude a regresar de nuevo a la cama. Lo malo es que era una mujer muy necia, así que ella quiso bajar a la cocina antes de descansar.

Fuimos a comer juntas, no sin antes darle unas gotitas que le recetó el doctor para las náuseas del embarazo. En verdad eran efectivas ya que, le ayudaron a comer sin problemas.

Luego intente que descansara, pero en lugar de eso se puso a hacer unos pedidos de Cosplay que le habían encargado. Ella comenzó a diseñar para una tienda que se encontraba en el centro. Era un trabajo no tan estresante y que, a mi Omega le encantaba.

Me perteneces (HanaxMiyako) (Wataten)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora