El primer paso para vivir con un fantasma es no espantarse.
El segundo paso sería fingir normalidad y saber cuándo hablar con ese fantasma, para que no te tachen de loco por hablarle al vacío por más de dos horas y reírte por nada.
...
Dónde Jiang C...
El fantasma parecía caer desorientado por la pregunta.
¿Nombre completo?
Él sabía que tenía uno, aunque no podía recordar su apellido.
-Yo soy... —susurró— Creo que... Era Wei. Wei Wuxian...
-¿Qué le está pasando? —finalmente pudo decir Jiang Cheng, alarmado al notar como Wuxian parecía estar a punto de desvanecerse.
Lan XiChen también parecía sentir el pánico que tenía el Jiang.
Era como si el fantasma no pudiera soportar el recuerdo.
Y luego, solo desapareció.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
-¡¿Qué mierda acaba de pasar?! —exigió Jiang Cheng una vez recuperó el sentido.
Estaba sentado en el sofá, frente a él se encontraba Lan XiChen sentado en un sillón.
-No te preocupes. Pronto recuperará su visibilidad —respondió el Lan rememorando los detalles de lo sucedido.
-Estoy consciente de que lo hará —habló más calmado Jiang Cheng. Apoyó su cabeza en su mano derecha y frunció un poco el ceño— Me refiero a esa conversación, ¿qué fue todo eso? ¿Por qué reaccionó así?
Lan XiChen permaneció en silencio.
También le gustaría saber que pasó exactamente.
En menos de un día, se había encontrado con dos familiares de exorcistas importantes. Uno de ellos siendo parte del clan principal Jiang. Además de ello. Tanto la familia Wei y Jiang se vieron involucradas en un caso particular y algo oscuro hace tiempo.
Pero el joven frente a él no parecía tener idea de nada.
Eso también explicaría por qué no lo reconoció al menos de vista. Él nunca asistió a una reunión de exorcistas, al parecer.
-Es algo un poco complicado, pero intentaré explicarlo lo mejor posible.
Había algunas cosas que debía resolver, aunque tampoco podía ser 100% honesto.
Prometió para sí mismo reconocer sus faltas frente a sus padres y su tío cuando volviera.
Jiang Cheng lo observó expectante.
-Se podría decir que es un don —claro, eso era cierto— el ver y comunicarse con los espíritus. Es una particularidad con la que nace mi familia. —y muchas otras, cabe aclarar— Otra más es el lograr que sean honestos cuando hablan con nosotros. Es imposible que nos mientan.
Eso último era algo adicional que tenía la familia Lan y solo la rama principal, sumado también a su capacidad de invocar familiares.
El clan Jiang poseía una particularidad diferente y mucho más interesante. Ellos podían usar la manipulación espacial.
