Exorcist

XIII

-Como muchos sabrán, el caso de los fantasmas anormales fue muy repentino en su primera aparición. Y, si bien no le prestamos la debida atención desde el inicio, todavía notamos que era extraño. Aunque esa observación llegó demasiado tarde –Nie MingJue hablaba con un tono lo suficientemente fuerte como para ser escuchado por todos los presentes– Lamentablemente, no podemos arrepentirnos de esa negligencia, solo podemos seguir buscando maneras de evitar más víctimas y el origen detrás de todo esto. Así que, dejaré la palabra a nuestros invitados sobre ello.

Nie MingJue retrocedió e hizo un gesto hacia los dos jóvenes.

Song Lan y Xiao Xingchen dieron un paso al frente, el segundo aun sosteniendo al niño en sus brazos.

-Tenemos pruebas de que fueron controlados –dijo Song Lan saltando directo al asunto.

La conmoción no se hizo esperar. Por supuesto, era una alternativa que se tenía en consideración, pero como no había pruebas ni mucho menos sospechosos, entonces nadie se podía precipitar a ello. Además, quienes tenían conocimiento de los fantasmas solo eran los exorcistas o algunas personas que milagrosamente despertaron el sexto sentido. Aun así, los más informados sobre ellos eran los exorcistas, y sospechar la opción de que los fantasmas eran controlados sería equivalente a sospechar de sus propios aliados. Hacerlo sin pruebas solo causaría una fragmentación en ellos debido a la desconfianza.

-Hace un par de semanas capturamos a Chang Ci'an mientras perseguía a un niño que le había robado un objeto extraño –continuó Xiao Xingchen.

-El objeto estaba rodeado por la misma energía que los fantasmas anormales.

Una discusión se dio entre los presentes en forma de murmullos. La mayoría estando horrorizados por la idea, llenos de indignación y soltando una que otra oración en voz alta. Todos sin notar en lo absoluto la rigidez del líder de la secta Jin, Jin Guangshan.

Oh, si el objeto que encontraron era el que pensaba, entonces estaría en graves problemas.

Defender a Chang Ci'an no traería ningún beneficio, más bien terminaría perjudicado o relacionado con las cosas que hizo y, aunque lo estaba, por supuesto, no lo admitiría. Solo le quedaba renunciar a ese peón y silenciarlo.

Wen Ruohan no estaría nada contento.

-¿Lan XiChen? –preguntó Jiang Yanli al otro lado de la línea.

Lan XiChen se congeló unos segundos. Sí, sabía que la líder Jiang era familiar de Jiang Cheng, incluso que era su hermana mayor, pero no pensaba inmiscuirse en lo que pasara. Bueno, al menos no del todo al principio. Ahora ya había dado un paso adelante al contarle varias cosas a Jiang Wanyin.

-Líder Jiang –dijo al fin con su típico tono calmado– Creo que deberíamos hablar en persona, ¿no lo cree?

¿Eran aproximadamente las siete de la noche?

-¿Dónde está mi hermano? –Jiang Yanli fue directo a su punto principal. Había otros asuntos que debía aclarar con el Primer Jade, pero primero debía saber el estado de Jiang Cheng.

Lan XiChen dirigió su mirada hacia la persona acostada en el sofá de su sala. Debía moverlo a la habitación de invitados para que no durmiera incómodo. La verdad era que era algo temprano incluso para él, que estaba acostumbrado a dormir a las nueve, pero entendía el agotamiento del más joven.

-No se preocupe, está en mi residencia ahora, solo se quedó dormido –dijo intentado tranquilizar a la líder– Siento que hay algunas cosas que debemos discutir, por eso creo que sería mejor si nos reunimos en algún lugar cercano.

El suspiro de alivio fue escuchado por el Lan. Parecía que Jiang Yanli se encontraba mejor.

-Está bien –accedió ella– ¿Recuerda el templo en ruinas en medio de Yunmeng y Gusu? El lugar de la misión en conjunto que organizó mi esposo –especificó.

-Sí –confirmó Lan XiChen– Si no me equivoco, había una sala de reuniones debajo. Es un buen lugar.

-Bueno, lo espero ahí.

Jiang Yanli cortó la llamada luego de una breve despedida, luego apoyo su cabeza en el hombro de Jin Zixuan y volvió a suspirar dejando sus pesares irse lejos.

Jin Zixuan acarició sus cabellos con cuidado y la dejó ser, aliviado también al verla más relajada.

-A-Xuan... –susurró ella con los ojos cerrados.

-Lo entiendo –respondió Jin Zixuan– Te encargarás de esto tú, ¿no?

Jiang Yanli asintió.

-Bien, entonces creo que yo iré a la reunión. Tengo un extraño presentimiento...

-Oh. Hay algo que iba a decirte –dijo la Jiang de repente– es sobre Wei Wuxian. Yo lo vi. Lo vi unas semanas después de que anunciaran la muerte de mis padres... –empezó dudosa al principio, pero estaba segura de lo que pasó– Fue cuando me revelaste todo el asunto de los exorcistas, ¿recuerdas?

Por supuesto, Jin Zixuan recordaba esos momentos. Jiang Yanli comenzó a evitarlo constantemente y se negaba a hablarle cuando tenían un encuentro inesperado. Su expresión siempre parecía aturdida y él sabía que estaba en un profundo conflicto.

-¿Fue cuándo aceptaste el cargo en la empresa de tus padres? –preguntó.

-Mn. Todavía no aceptaba un poco lo que pasaba –dijo algo apenada– Estaba revisando las otras cosas que tenían mis padres y noté el departamento que estaba a su nombre. Pensé echarle un vistazo e irme rápido debido al trabajo, pero hubo varios inconvenientes de camino. Y, cuando llegué, casi no me quedaba tiempo para verificar cualquier cosa. (Fue bastante desafortunado, en realidad). Pero lo vi por unos segundos. –Explicó mientras intentaba recordar lo necesario– Corría sin prestar atención, chocó contra mi hombro y dejó caer a Zidian. Sé que parece extraño, pero debes saber que no miento con ello.

Jiang Yanli agitaba un poco las manos al explicar, el nerviosismo que creía que había desaparecido volvió a presentarse.

-Eso tiene sentido –mencionó Jin Zixuan recibiendo una mirada algo más calmada de su esposa– Siendo sincero, me preguntaba como habías recuperado Zidian. No encontraron el anillo en el lugar, solo estaban sus espadas rotas... Pero, ¿por qué Wei Wuxian fue a entregarte Zidian y desaparecer de inmediato luego de ello? Podía haber vuelto con los exorcistas y mantenerse a salvo antes... Antes de lo que vimos.

¿Antes de morir...?

-Yo... No lo sé –respondió Jiang Yanli.

-¿Te parece bien si hablo de ello en la reunión?

La Jiang negó.

-No creo que sea buena idea –dijo– Solo menciona que vimos su espíritu rondando. Hay algo extraño...

-Está bien –estuvo de acuerdo Jin Zixuan– Te dejaré en tu punto de reunión e iré.

NOTAS:

Quería escribir algo más, pero cuando estaba por hacerlo se me olvidó :'v ya será para el próximo cap o más adelante ＞﹏＜