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Jiang Yanli y Jin Zixuan decidieron fijar el fin de semana para visitar a Jiang Cheng. Esperando a que llegara el día, tanto los esposos como el joven Jiang habían intentado hacer progresos en lo que buscaban.

Jiang Yanli intentaba encontrar la forma más tranquila que pudiera usar para contarle la verdad a su hermano, Jin Zixuan había logrado su objetivo de que su esposa descansara del caso y ahora buscaba la forma en que no se agobiara intentando explicarle a su cuñado sobre ellos, los exorcistas, el caso de hace dos años, y un montón de temas más.

Jiang Cheng tenía reuniones con Lan XiChen e intentaba que Wei Wuxian le contara algo al respecto de ese día. El fantasma no recordaba nada, solo le dijo que aquellas palabras vinieron a su boca en esos momentos. Las dijo sin pensar. Entonces le preguntó por el encuentro que tuvo con el menor de los Lan.

-Oh, ¿eso? —Wei Wuxian ladeó la cabeza. Jiang Cheng le dirigió una mala mirada pidiendo una explicación— No fue nada raro —alzó los hombros— Estaba merodeando por los límites para ver hasta dónde podía llegar exactamente antes de que esa barrera invisible me botara directo aquí. Aunque realmente me aburro solo —se quejó— Luego un destello azul pasó al lado mío. ¡Casi me atraviesa! —gritó con un fingido horror— Era una espada, muy impresionante si me preguntas.

-Al punto, Wuxian, al punto —dijo Jiang Cheng antes de que el fantasma se ponga a divagar. Lo cual pasaba mucho.

-Bueno, bueno —le restó importancia Wei Wuxian— Apareció esa persona después. Se dirigió a su espada y me miró fijamente un buen rato. Tenía unos bonitos ojos dorados —Wuxian parecía querer hablar más sobre las características de Lan WangJi, pero desistió de la idea al ver la expresión del Jiang— Y me dijo algo... Creo. No lo escuché bien. Solo le pregunté quién era, y él se fue —Wei Wuxian parecía bastante confundido en ese momento.

Jiang Cheng se detuvo a pensar un tiempo. Por casualidad, ¿el Lan era amigo cercano de Wuxian? Era probable. Tendría que preguntarle sobre eso a Lan XiChen más tarde.

-Entonces. ¿Te atacó de la nada? —el Jiang pensaba lanzar una afirmación sin dudarlo, pero al final lo expresó como pregunta— Luego te dijo algo y desistió de atacar cuando mencionaste eso.

Wei Wuxian se revolvió el cabello y lo desordenó, aunque no importaba mucho, pronto volvería a como estaba.

-No sé si intensión era atacarme o no. Parecía alguien muy tranquilo como para hacerlo sin razón —presionó su memoria— Creo que tal vez su espada se desvió y voló en mi dirección. ¿Quién sabe? Tal vez atacaba a alguien más, pero escapó y llegó hasta donde estaba.

Bueno. Dependía de lo que supiera de Lan WangJi a través de XiChen. Eso podría ser cierto si sabía la relación de esos dos.

-Wuxian... No. Wei Wuxian —dijo— ¿Estás familiarizado con tu apellido?

El fantasma no soltó alguna palabra. Tal vez acostumbrándose a oír su nombre completo.

-Es complicado... —respondió finalmente— A veces lo estoy y otras veces siento que llamas a otra persona. De hecho, incluso cuando solo me decías 'Wuxian' lo sentía así —se detuvo unos segundos, pero no dijo más después.

El joven Jiang lo miró abatido y quiso golpearse un poco por su falta de tacto. Era doloroso ver a un Wuxian desanimado.

-Tal vez... ¿No sería un nombre de cortesía como el mío? —preguntó. No sabía cómo consolar a alguien o brindar algún apoyo moral, esperaba hacer que olvidara aquel sentimiento al menos por un rato.

El fantasma lo meditó. Podía ser. Algunas familias todavía tenían la costumbre de mantener los nombres de cortesía. Los daban cuando los jóvenes cumplían 15 años.

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