EN TUS MANOS

CAPÍTULO 25

Aquí les traigo un capítulo más...

Estamos a nada del final... Disfruten de este penúltimo capítulo.

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-Dionisio –expresó Isadora sorprendida.
-¿Cómo estás Isadora? –se acomodó en una silla junto a ella.
-¿Qué haces aquí?
-Evitando que sigas huyendo.
-Yo... No estoy huyendo. ¿De qué hablas? –pero su nerviosismo la delataba. Dionisio la miró con furia y eso la intimidó.
-No vas a escapar de esta Isadora, vas a pagar haberte liado con el infeliz de Domínguez pero sobre todo haberte metido con Cristina.
-No puedo creer que la defiendas, yo he estado a tu lado siempre. Fui yo la que te ayudó en cada proyecto.
-Cristina es la mujer que amo -le tomó fuertemente la muñeca -métetelo en la cabeza. Si me ayudaste fue por conveniencia y si estuviste conmigo fue porque a mí se me daba la gana no porque significaras algo para mí.
-Eres un miserable -intentaba soltarse de su agarre -me estás lastimando.
-Me alegro -presionó mas fuerte -Te lo voy a dejar muy claro Isadora, tú sales libre de esta y te conviene desaparecer. No te atrevas a acercarte a Cristina mucho menos volver a ponerle una mano encima o te juro que no me va a temblar el pulso para vengarme de ti –la miró fijamente y pudo ver en ella que le dio miedo sus palabras –Estás advertida. Ahora, sal de aquí muy tranquila que la policía te está esperando.
-No puedes dejar que me detengan.
-Lo hubieses pensado antes de traicionarme y meterte con Domínguez –se levantó –vamos.

Hacienda La Benavente...

-Mamá –apareciendo en el living.
-Hija, ¿Qué haces levantada? –levantándose del sofá.
-Estoy cansada de estar en la cama.
-Debes hacer reposo mi cielo.
-Lo sé, pero estar sentada en la cama o estar sentada aquí es lo mismo.
-Ven aquí hija –le indicó Juan Carlos.
-¿Dónde está Dionisio? –preguntó mientras se sentaba.
-Dijo que volvía al rato.
-¿Fue por Natalia?
-No, tenía asuntos que arreglar y aprovechando que estabas dormida se fue. A Natalia la traerá Juliana con Norberto.
-¿A dónde fue? ¿Por qué no fue por Natalia?
-No nos dijo, hija –intervino su padre –pero tenía que resolver algunos asuntos.
-Voy a llamarlo –se levantó con intención de ir por su móvil.
-Ya vendrá, hija. Dijo que vendría apenas se desocupe.
-Está bien –no muy convencida –lo esperaré.

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Los días fueron pasando. Dionisio consiguió que Cristina no tuviera que presentarse a declarar debido al momento delicado en que se encontraba por su embarazo. Pero como su testimonio era fundamental fueron a su casa a tomarle declaración.

Isadora declaró no tener nada que ver con Esteban Domínguez pero los hechos y pruebas, junto al testimonio de él, la contradecían. Esteban había declarado en su contra. Que se habían aliado para destruir a Dionisio Ferrer, Isadora le vendía información. Ya no tenía nada que perder y si se hundía, no lo haría solo. Isadora también caería.

Con los testimonios lograron darle sentencia firme.

-Luego de escuchar a los testigos, de analizar las pruebas y documentación presentada, este juzgado encuentra al acusado Esteban Domínguez.... Culpable de fraude, usurpación y asesinatos de la señora Marcela Echeverría y del señor Alonso Rivas –Informó el juez –El acusado es condenado a cadena perpetua. No existiendo derecho a fianza ni apelación –Hizo una pausa y prosiguió –Con respecto a la acusada Isadora González, luego de analizar las pruebas, documentación y testimonios de complicidad, se la declara culpable y se le asigna una condena de ocho años de prisión sin derecho a fianza. Con esto se da por terminado el juicio.

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-Dionisio –Al salir de la sala del juicio le habló su abogado -¿Cómo salió todo?
-Julián –le da la mano –a Domínguez cadena perpetua y a Isadora 8 años.
-Una buena noticia. A Cristina le va a dar mucho gusto.
-Sí, ya me llamó pero no podía atenderla, me dejó un mensaje de texto preguntando.
-Yo te traigo más buenas noticias –le dijo su abogado extendiéndole una carpeta.
-¿De qué se trata? –Abriéndola y viendo el contenido –esto... ¿Esto es definitivo?
-Totalmente Dionisio. Has conseguido la custodia total de Natalia. Regina ya no puede acercarse a ella.
-No lo puedo creer –sonriendo –es una magnífica noticia.
-Tu hija va a estar feliz.
-Muy feliz Julián. Esto era lo que me faltaba para ser totalmente feliz con mis hijos y con Cristina. Aunque me falta algo aún.
-Y ¿qué es lo que te falta según tú? –intrigado.
-Casarme con Cristina.
-Cristina sí que te conquistó eh. ¿Qué fue lo que hizo para que cayeras a sus pies y te hiciera pensar así?
-Ser difícil –ríe –además de su belleza, su carácter fue lo que me atrajo, y luego fui descubriendo lo maravillosa que es, podría decirte muchas cualidades y me quedaría corto. Tiene un corazón enorme. Hubiese dado todo para que fuera la madre de Natalia.
-Lo será seguramente, son muy compañeras.
-Lo son, Cristina la quiere como una hija y para Natalia se convirtió en su figura materna aunque aún no sabe lo nuestro.