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Jeon Jungkook, un joven reservado, asocial, discreto y tímido. Si hablamos de las contrapartes de las personas, él sería la contraparte perfecta de Taehyung. En otras palabras, su opuesto.

Muchos dicen que polos opuestos se atraen, al igual que la parte negativa de un imán y la parte positiva de otro, ambas partes se juntan quedando unidas, pero si se trata de pegar ambas cargas negativas o positivas, nunca va a ocurrir aquella unión.

A sus ocho años, él creía que así iba a encontrar a la persona correcta, o al menos enamorarse de alguien que no fuera tanto como él y lo ayudará a salir de su zona de confort, la cual consiste en no hablar con nadie, no salir de su casa, casi nunca decir las cosas que piensa, en resumen alguien bastante introvertido.

Pero no se confundan, él no es anti-social.

El ser anti-social es algo bastante diferente a ser asocial, en primera porque ser anti-social es no querer tener contacto con demás personas, al cambio el ser 'asocial' es como lo opuesto (pero no tanto) a ser alguien sociable.

Él desea tener contacto con demás niños de su edad, pero el ser bastante tímido, indecisión e inseguro, no le ayuda mucho que digamos.

Por eso el porqué de aquella frase que le dijo a Tae no hace ya tres días: "no lo haré hasta que consigas a alguien que sí valga la pena y que no tenga miedo a que lo veas". Aquello lo pensó ya que al ser asocial aún no es capaz de dejar que Tae lo vea. Tal vez no fueron las palabras correctas que debió pensar. Se agradecía a él mismo infinitamente por no permitir que aquellas palabras se transportarán a su boca y salieran de su cuerpo.

Cuando lo conoció en aquel baño, el iba pasando y cuando escuchó los sollozos del castaño, no dudó en acercarse. Al verlo allí sentado en el piso con Tigry en brazos abrazándolo fuertemente, al instante sintió que debía hacer cualquier cosa para que aquel pequeñito sonriera.

Le dijo aquellas palabras que hicieron que Tae dejara de llorar y al momento en que Kim alzó su cabecita para poder ver quién era la persona que le había hablado, Jungkook pudo presenciar la naricita un poco rojita a causa de estar llorando unos segundos atrás, sus ojitos grandes y bonitos, sus mejillas rositas, su mirada un poco confundida, aquello en especial le dio bastante ternura. Todo, absolutamente todo aquello hizo que en Jungkook creciera un deseo por estar más cerca de él.

¿Se podría decir que fue amor a primera vista? Posiblemente, aunque kook aún es bastante pequeño para definir si en realidad los que siente por su Tete es amor o amor de amigos.



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— Tae— lo llamó, el cual al instante hizo un sonido indicando que siguiera hablando.

Era descanso, ambos estaban sentados en el pasto con su espalda recostada en aquel árbol que quedaba en el jardín del colegio, Tae estaba sentado detrás de él del otro lado del tronco del árbol. Aún se sentía bastante inseguro al mostrarse en frente de Tae.

No le gustaba el que su Tete pensara que él era alguien inexistente, que sólo Tae lo podía ver y conversar con él, no se sentía para nada bien en mentirle. Él sabía y estaba consciente de que aquella no era la mejor manera de acercarse a Kim, y menos con mentiras y engañando lo haciéndole creer que no era una persona real. Pero como dicen por ahí, 'de los errores de aprende' ¿No?.

Quizá Jungkook en algún futuro (no tan cercano como lo veía Jeon) se capaz de enfrentar la realidad y decirle a Taehyung el porqué lo había engañado desde un principio. Sin malas intenciones, claro.

— ¿Por qué Tigry es tan importante para tí?— pero por el momento sólo se dedicaría a averiguar el porqué tanto aprecio hacia aquel peluche.

¿Tenía curiosidad? Claro, y mucha.

Deseaba saber que significaba aquel muñequito para Tae, el porqué lo cargaba todos los días en su maleta. Obviamente ellos apenas se estaban conociendo, aún no sabían mucho el uno del otro. Tanto Kim como Jeon deseaban en demasía saber más acerca de su nuevo amigo.

Y comienzo a pensar que no está de más decía que Tae es el primer amigo que tiene kook en lo que lleva en su corta estadía en la vida.

— Tigry es alguien que me ha acompañado durante toda mi vida, él fue mi primer amiguito desde que tengo memoria. Cuando estoy triste, Tigry de alguna manera me alegra. Él es el único que no me ha dejado solo, por eso lo quiero tanto— comenzó a hablar Tae sujetando a Tigry entre sus manos para así poder mirar con más detalle a su amado peluche.

Taehyung hablaba de Tigry como si fuera una persona con vida , y es que para aquel pequeñito, ese peluche tenía vida. Dentro de su miente, claro.

Para Tae, Tigry era lo más especial que tenía, no lo cambiaría por nada, y a su vez si lo llegase a perder no sabría cómo actuar, si llegaba a pasar eso estaba seguro de que había perdido a su único amiguito fiel que siempre ha estado allí para él cuando lo necesitaba. Aquel peluche tenía guardado todo el cariño y amor que le profesaba a diario el pequeño castañito.

— Pero ahora tengo otro amiguito. Kookie es mi amiguito, ¿Verdad?— comentó Tae con una sonrisa en su rostro. Taehyung aún no se sentía lo bastante seguro de contarle sobre su otro amiguito en Busan. Esperaría un poco.

¿Aquel niño no se cansaba de ser tan lindo? Eso era lo que pensaba kook en estos momentos. El pequeño azabache pudo presenciar en la voz de Tae un ápice bastante grande de felicidad, algo que hizo que su corazón latiera un poquito rápido al saber que él era la causa que aquella felicidad. Bueno, al menos en un porcentaje no tan bajo como creía Jungkook.

— Sí, Tae. Somos amiguitos— se sintió aún más feliz cuando escuchó un pequeño 'yes' salir de la boquita contraria.

Sin duda Tae era el niño más lindo y tierno que había conocido en su corta existencia.

Así siguieron hablando y hablando hasta que el descanso terminó. Se contaron adivinanzas, chistes bastante malos pero que para ellos les hacía infinidad de gracia aunque carecieran de sentido total, también se contaron varias cosas que les gustaban y Tae no se pudo sentir mejor, al igual que Jungkook.

Tae se sintió feliz al saber que tenía más cosas en común de lo que pensó con Kookie, pero claro, él pensaba que se debía a que Kookie era un "invento" de su imaginación por falta de amistades.

Por otro lado estaba kook, quién ocultaba aquella inminente verdad, sabía que no tardaría en salir a la luz, esperaba a que eso no parara y el pudiera contarle todo a Tae. Pero independientemente de aquello, también se sentía igual o más feliz que Tae.

Kook siempre soñó en hacer eso con alguien más que no fuera el mismo mirándose al espejo y hablando con su propio ser mediante aquel reflejo, y ahora que lo estaba haciendo su felicidad estaba al tope.

Aquel espejo lo había ayudado a practicar mejor sus palabras y calmar un poco su nerviosismo en cuanto tuviera la oportunidad de hablar así como tanto quería con Tae, ahora que lo había hecho se sentía dichoso y orgulloso de haber realizado aquella práctica en frente del espejo, como su tuviera que presentar una exposición en frente de toda la clase o capaz en el auditorio con casi medio colegio observándolo, pero por alguna razón el que fuera Tae al que le hablaría hacía que aquel sentimiento se intensificara aún más.

Después del colegio por primera vez en sus tres años estudiando había llegado a su casa con una bastante grande que hasta él se sorprendió por lo amplio que estaba sonriendo.

Sin perder tiempo fue directo a su cuarto y anotó en su cuaderno (que más parecía un diario ya que en aquellas hojas estaba escrito lo que más anhelaba) todo lo que Tae le había dicho sobre él para no olvidarlo.



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Have a nice day :3

🍓Strawberry🍓

 𝐼𝑚𝑎𝑔𝑖𝑛𝑎𝑟𝑦 𝐹𝑟𝑖𝑒𝑛𝑑 // 𝐾𝑜𝑜𝑘𝑡𝑎𝑒 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora