Accidente.
Tanit.
Frente al espejo intento arreglarme lo más posible, Victoria esta en la cama jugando con sus manos y de ves en cuando me mira para dirigir la mirada a otra parte.
Luego de lo ocurrido con Nikolaj no hemos tenido ningún tipo de acercamiento y realmente quiero. Tapo mis ojeras y mi uniforme se me pega al cuerpo demasiado.
He tenido muchas peleas conmigo misma de lo que sentí ese día, cosa que odio ya que me provoco algo más haya del placer pero llegue a la conclusión que es por no dormir y eso me mantiene un tanto loca.
Dijimos una sola cosa y es que era solo sexo nada más. Aparte solo nos toleramos no podríamos pasar ningún día completo por qué chocaríamos mucho, uno de los dos se terminará matando.
—Victoria te portaras bien ¿me oyes?—asiente.
Tocan a la puerta y es la niñera que se quedará hasta que vuelva. Le doy las indicaciones y de vez en cuando la quiero golpear por que solo asiente y me enferma. Le doy un beso a Vic quien no se inmuta y me voy. Igualada la niña.
Camino por los pasillos de la central y todas las miradas recaen en mi, no es que me moleste pero lo que susurran no es bueno.
—Hola teniente coronel—se me cruza un soldado—Vino igual a trabajar hoy.
—¿Por que no habría de venir?—cuestionó extrañada.
—Bueno...pues..usted—comienza a balbucear y con la poca paciencia que tengo lo estampo contra la pared.
—Responda bien soldado—exijo y el chico comienza a toser.
—Se corrió un rumor de que se acuesta con el general—lo suelto y retrocedo—Es la gran amante del señor Morrison—el chico se toca la cabeza.
No puedo creer lo que escucho. Se que lo que hago con Nikolaj no es bueno y tengo derecho a que me llamen así pero lo que me da miedo es que pueda afectar en algo con mi trabajo.
—¡Vete ahora!—demando enojada conmigo misma.
Corro al baño sin mirar a nadie. Cuando llego me encierro en un cubículo y caigo al suelo. No puedo más, no quiero mas de nada.
Durante mi niñes lo único que recuerdo que es tenía episodios de alteración por cosas mínimas o gigantes, jamás fui buena con eso de ser estable emocionalmente y siento que ahora estoy empeorando.
Mi respiración comienza a faltar, me duele demasiado el pecho al punto de querer sacarlo. Necesito que alguien venga y me ayude pero no puedo gritar. Aunque cuando salgo del cubículo gateo a los grifos y me sostengo con mis manos para no caer.
Veo mi reflejo y solo veo a alguien mediocre que no puede hacer nada sola, necesito que alguien me ayude y urgente. Salgo del baño para caminar algo mareada por el pasillo y gracias a dios que no hay gente.
Llega un momento donde mis piernas se debilitan y caigo al suelo. Necesito respirar, necesito ayuda.
Intento gritar pero no veo a nadie y coloco mis manos en mi cuello para ejercer presión un poco inconsciente, siento unos pasos pero no puedo visualizar quien es.
—¿Tanit?—es un hombre—¡Tanit carajo! ¡Levántate!—me ayudan a sentarme y me sacan las manos del cuello.
—Nikolaj...—digo con falta de aire.
—Necesito que me escuches—asiento débil—Toma mi mano—la tomo y aprieto fuerte—Ahora respira conmigo.
El me cuenta hasta tres para inhalar y exhalar, tomamos el tiempo para que mi respiración se vaya regularizando, siento como el aire vuelve a mis pulmones y el me sigue acompañando.
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Peligrosa Adicción
RandomLibro I Trilogía: Destino infernal: Tanit debe terminar una misión y llegó la hora de volver a su puesto como teniente Coronel en la FGMI , desde los 6 años de edad fue educada y preparada por una organización nacida de una rama importante para el m...