Recaída.
Tanit.
No responde porque frunce el ceño extrañado de que esté en su casa pero no es impedimento para correrlo de la puerta y pasar a su casa.
—Me encanta este lugar—le comento—Tan espacioso, tan elegante—me sigue mirando fijamente—¿No hablaras?—le dedico una mirada coqueta.
—¿Qué haces aquí?—cierra la puerta para caminar en mi dirección.
—Nada solo quería verte—digo coqueta—¿No sientes que hace calor?
Se me acerca rápidamente para aprisionarme contra la pared, suelto un gemido que lo hace mirarme enojado, ese es el efecto que amo causar en el.
—¿No te gusto la sorpresa?—pregunto inocente.
—Te dije que odio los juegos, Tanit—Nikolaj me sigue aparentando.
—Que lastima que sea lo que yo quiera—lo empujo lejos.
Hablemos con la verdad jamás iría a ver a Mateo, luego de pensarlo bien decidí venir con Nikolaj porque esto es lo que quiero, placer incontrolable que no me importe nada ni nadie.
—Hace mucha calor—hago un gesto con mi mano para comenzar a desabrochar el abrigo, lo hago lentamente hasta que llego al final.
Mis tacones resuenan en la sala pero no es impedimento para que me voltee y tire el abrigo al suelo, mi piel se siente caliente pero lo más caliente es que siento su mirada lasciva.
—Así está mejor—me voy al sofá para sentarme, cruzo una pierna encima de la otra, Nikolaj no deja de mirarme con lujuria—¿Qué pasó? nunca has visto una mujer desnuda.
—Mierda—susurra por lo bajo.
—¿No harás nada? estoy en este sillón desnuda esperando a que me folles—aprieta la mandíbula.
—Ya te dije que no lo hago con cobardes—me recuerda.
—¿Quien te dijo que soy cobarde?—abro un poco mis piernas para dejarle mi sexo al descubierto.
Me levanto para acercarme a una mesa, enciendo el estéreo para que Sobredosis de Romeo Santos y Ozuna inunde mis oídos.
Vuelvo al sofá. Mi mano se pasea por encima de mi sexo, me muerdo el labio pero siento que alguien me aprisiona contra el sillón para sacar la mano, Nikolaj está deseoso de follarme.
—Hazlo—le doy el pase—Follame.
—Oh claro que lo haré, sádica—se lame sus labios antes de soltar una risa malvada—Espero que tengas mucha resistencia.
No me da tiempo de responder cuando nos fundimos en un beso rudo cargado de sensaciones nuevas, me besa tan fuerte que siento que me romperé en cualquier momento, fue casi inevitable que gimiera contra su boca, por más que el beso me estuviera gustando o que algo esté creciendo dentro de mi no me podía olvidar que éramos solo sexo, ambos vamos por objetivos claros en la vida y el amor no es uno de ellos.
Ambos nos alejamos cuando yo me encontraba jadeando contra el, sus ojos me observan de una manera penetrante y creo que es verdad que si las miradas mataran el me estaría follando ahora mismo.
Las manos de él se deslizan con lentitud sobre mi cuerpo, incluso es como si me venerara.
—Entonces ¿como será esto?—pregunta—¿Te la chupo yo primero o tú?
La manera tan cruda de decir la frase hace que me caliente aun más.
—¿No responderás?—vuelve a preguntar—¿Tienes miedo, Tanit?.
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Peligrosa Adicción
RandomLibro I Trilogía: Destino infernal: Tanit debe terminar una misión y llegó la hora de volver a su puesto como teniente Coronel en la FGMI , desde los 6 años de edad fue educada y preparada por una organización nacida de una rama importante para el m...