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Batalla interna infernal (con el demonio interno) desde la perspectiva o vivencia personal de Emmanuel parte 1/2.

Emmanuel

Me gusta mucho ver la versión que llegué a construir de mí mismo, pero en ocasiones siento que algunas partes no pudieron ser modificadas.

Es triste verme y sentir el vacío perturbándome, el reto que tienes cuando no sabes de qué manera cambiarte adecuadamente.

Cometí el mayor error.

No cambié porque quería, sino para complacerlos, ahora entiendo porque no me convence mucho la nueva versión, estaba engañándome, fui realmente estúpido.

Trato de concentrarme lo más que puedo, pero no doy, estoy muy perdido en mis pensamientos.

La decepción va creciendo en abundancia ¿Qué haré ahora?

Me he perdido.

Dirigiéndome hacia el espejo, mirada perdida en mis ojos el cual logran conectarme a lo profundo de mi alma.

Vacío, es lo único que puedo divisar, quiero llenar el vacío, buscar en lo más profundo para encontrarme, rescatarme y dar una versión real, no una creada basada en sus ideas perfeccionistas.

Sigo pensando cómo crearme, lo veo tan difícil.

Mis pensamientos caen al recuerdo de hace unos minutos, el plato de comida que nunca fue probado o tocado, no podía comerlo, al verlo mi apetito simplemente se cerró.

¿Pero qué diablos he logrado con esto? ¿Cómo puedo actuar tranquilamente cuando cosas como estas suceden a mi alrededor?

No iba a pedir ayuda, eso estaba claro, podré solucionarlo solo.

Esto es genial, mi versión es un asco, no he comido absolutamente nada y pensar simplemente no ayuda.

- Solo debes empezar de nuevo, sí, eso es, un nuevo comienzo - suspiro, cierro los ojos imaginando como sería, las lágrimas recorren mis mejillas y una sonrisa dibujándose en mis labios.

¿Un nuevo comienzo? Ya estaba perdiendo la cabeza.

Alguien como yo no merecía una nueva vida, esta es la que tengo y debo quedarme con ella.

Lentamente abro mis ojos, un color rojo los acompaña, la mirada de tristeza fue reemplazada por el enojo siendo acumulado, deslizando lentamente mi mano derecha en dirección al nochero, tomo un pequeño cofre echo de madera, sosteniéndolo con fuerza en mi mano.

Tres pasos son los que doy hacia atrás aun mirándome en el espejo – Ya es momento de que te vayas, regrésame devuelta – con fuerza lanzo el cofre hacia el espejo, el sonido de este rompiéndose se hace presente automáticamente el cofre cae.

Media sonrisa se dibuja y sollozos desconsolados retumba en la habitación.

- ¡¿Por qué mierda es tan difícil ser quién era antes?! ¡¿Por qué?! ¡¿Por qué yo?! ¿Por qué a mí? – mi cuerpo debilitado y mis rodillas doblándose siendo apoyadas en el piso mientras el llanto aumenta.

Cojo con sumo cuidado unos de los fragmentos de vidrios mirándome en él, automáticamente veo a mi lado una persona idéntica a mí, sonriendo maliciosamente y justo ahí me di cuenta al ver mi expresión diciéndome que me hallaba sin salida.

- Es un placer verte nuevamente, Emmanuel – su voz perturbadora fue lo que hizo que los vellos de mi piel se erizaran – ni siquiera lo pienses, querido amigo.

Y en ese momento, todo dentro de mí se derrumbó, no podía huir más, no tenía salida, era demasiado tarde y todo gracias a mí.

- Andy

- Andy

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