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Léa

Ya han pasado tres días desde lo ocurrido con Vanessa y durante ese transcurso no se escuchó absolutamente nada, cosa que por un lado me empieza a preocupar.

Al menos algo tuvo que suceder, una noticia reportándola como desaparecida, muerta, lo que sea.

Tenía los pelos de punta, así Laila me asegure que los chicos le informaron que todo transcurrió de la mejor manera no me terminaba de convencer.

Luego investigaría esa parte, por el momento me encontraba caminando directo al comedor para la importante reunión que había hecho mi familia.

Era raro.

No se escuchaba absolutamente nada, el hecho que esta casa este en silencio no me gusta para nada.

- ¡Hey! ¿Me darías una mano? – no había terminado de bajar el ultimo escalón cuando apareció mi hermano en el marco de la puerta cargando varias cajas.

- No sabía que la cena familiar sería algo – buscaba la palabra correcta para encasillarla en un contexto adecuado mientras me dirigía a ayudarlo con las cajas.

- ¿Extravagante? ¿Diferente? ¿Extraña? – dijo dejando las cajas en la mesa.

- Si, justo eso.

- En realidad la cena familiar acabó hace diez minutos, como no bajaste, mamá sugirió que sería mejor que lo hiciéramos sin ti – soltó dirigiéndose a la entrada para sacar las llaves de la cerradura y luego cerrar la puerta.

Claro, otra cena familiar a la que soy invitada e inician sin mí.

- Perfecto ¿Y estas cajas? ¿Cuáles son sus objetivos? – señalé las cajas que estaban en la sala.

- Esta noche harán una fiesta para la inauguración de la nueva empresa, invitaron a todos los empleados y socios para la apertura, también la fiesta servirá para cazar socios nuevos, ya sabes, para que la empresa crezca más – dijo dejando las llaves en el mesón y fue a la cocina trajo un cuchillo y abrió una caja para vaciar su contenido.

- ¿A qué hora será la fiesta? – solté intrigada, de todas formas, Xander debía darme información de todos los detalles necesarios para poder tener un contexto.

- A las once de la noche, pero los trabajadores llegan a las nueve y media de la noche.

- Okey, voy por algo y te ayudo, aún tenemos tiempo para organizar todo.

- Tiempo? Léa, son las cinco, mis padres llegarán media hora antes de la fiesta y Madelaine llega a las nueve, prácticamente estamos solos tu y yo para la decoración y me vas a dejar solo?

- No demoro, además - me detuve cuando escuché mi celular vibrando, era un mensaje que me intrigó mucho así que opté por abrirlo.

Número desconocido:

Yo de ti no cantaría victoria antes de la hora.

¿Me pregunto que dirán las autoridades y los ciudadanos cuando descubran que la primogénita de los sostificados empresarios cometió un gran delito?

¿Estas segura de que eliminaste toda la evidencia que lleva tu nombre?

¿Pero que demonios?

- ¿Léa? ¿Pasa algo? - la voz de mi hermano me regresa al lugar en donde estaba anteriormente, a la realidad y esa realidad estaba en la sala, hablando sobre la fiesta.

- Debo hacer unas vueltas importantes, regreso pronto – Suelto subiendo a mi habitación tomando mis cosas y guardándolas en el bolso, al cerciorarme que tengo todo le marco a Laila bajando rápidamente las escaleras e ignorando las palabras de mi hermano y cerrando la puerta detrás de mí.

Laila no contesta el maldito teléfono, no sé para que tiene un puto teléfono sino va contestarlo.

Me molesta las personas que tu llamas más de seis veces no contestan el celular, pero cuando ellas te llaman y te hacen más de diez veces no contestas el celular te hacen todo un show y cuando son ellos se justifican con un '' Lo siento, no escuché el teléfono'' o la típica de ''Estaba ocupado''.

Pido un taxi para que me lleve directo a casa de Laila, ya que hoy domingo no estaría en la oficina, obviamente.

Después de una hora he llegado a su casa gracias al tráfico por la hora pico.

Estaba a punto de tocar la puerta cuando la veo abriéndola y con preocupación en toda su cara.

- Pasa, debemos hablar de algo muy serio – dice jalándome del brazo de una manera muy rápida.

- Casi me arrancas el brazo – la examino, pero su mirada va directo a su mirada - ¿Qué estás viendo? – pregunto intrigada.

- Actúa normal, no puedo decir con exactitud, pero hay alguien que nos está vigilando y sabe de lo sucedido con Vanessa, dijo que tenía evidencias que sino hacíamos lo que nos dices nos expondrá – soltó sin más sentándose en uno de los muebles y la seguí.

- ¿Te escribió a ti también?

- No, me llamo hace poco, traté de localizar el número, pero no encontré nada.

- ¿Qué más te dijo?

- Que estará ansioso de vernos en la fiesta que hará tu familia.

- Mierda, esto no me gusta nada.

- A mi peor, ¿Qué te escribió?

- Me dijo que no cantara victoria aun y que desearía ver la reacción de todos cuando sepan lo que hice con Vanessa.

- Hicimos – dijo corrigiéndome.

- No tienes nada que ver con ello, eso era entre Vanessa y yo y la persona que está amenazándonos no tiene que meterte en esto, la responsable soy yo, no tú.

- Estamos juntas en esto, recuérdalo.

Y así estuvimos por un largo tiempo, teníamos la certeza que esa persona estaba todavía vigilándonos, tratamos de mantener la calma lo más que podíamos.

Hicimos muchas teorías, una de ella era que los chicos no hicieron el trabajo de eliminar la evidencia y a la chica, la persona que nos está amenazando encontró el cuerpo de la víctima y busca que sus violentados paguen.

Tarea que no le dejare para nada fácil, el creyó que podría venir amenazarlo, pues se equivoca.

Desea jugar con fuego, pues me encantan los juegos.

Cuando lo cace deseará haberlo pensado dos veces el haberme amenazado.

Me lo prometí una vez, toda persona que intervenga en mi plan, va pagar de la manera más cruel y pienso cumplir mi palabra.

Podré haber roto millones de promesas que hice con muchas personas.

Pero la promesa que me hice a mí misma jamás.

Esa es la única persona que jamás en la vida pensaría traicionar.

Soy lo único que me importa y así espero que termine siendo.

- Andy

- Andy

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