Emmanuel
Okey, entiendo la chica realmente es hermosa.
Sé que solo la acabo de ver, pero tiene algo que me gusta y mucho.
No sé, si sea lo misterioso que se siente su aura o si me estoy apendejando, o como le dice Javier, enamorando.
Aunque eso es técnicamente imposible, solo me sé su nombre y el de sus hermanos, ni siquiera la conozco a profundidad, entonces simplemente no puede ser amor.
No recuerdo el cómo llegué hasta aquí, pero algo si se y es que lo que iba hacer en el baño ya no era necesario, por una vez en toda mi vida, puede controlarlo.
- ¿A dónde te dirigías? Digo, para guiarte – comentó amable mirándome.
- Iba para el baño, pero ya no es necesario.
- Entiendo – sonríe – por si luego quieres ir de nuevo, es en dirección contraria – señala por el lugar en donde ella salió.
- Gracias por el dato – sonrió amable, ella me devuelve la sonrisa y asiente – en mi defensa la casa es algo grande ¿Me creerías si te digo que me perdí?
- Y yo que pensaba que querías hablarme – ríe.
- Bueno, ese era el plan, pero quería cambiar un poco la estrategia, ya sabes, para que no fuera tanto cliché – comento gracioso, teniendo como respuesta su risa.
Dios, sin dudas es realmente hermosa y más cuando sonríe.
- Soy Léa – dice finalmente dejando de reír y estirando su mano esperando que la tomara.
- Emmanuel - respondo tomando su mano y estrechándola.
Bueno mi cuerpo es algo traicionero, lo que me faltaba.
Pensé que pude haberlo controlado, pero no, otra vez me controló, lo peor es que no puede ocultarlo rápido.
- Ey ¿Estás bien? ¿Te sucede algo? – su sonrisa se borra de inmediato y me mira con preocupación.
- Si, no te preocupes – dije mientras les rezaba a todos los santos poder controlar mi cuerpo y hacerlo cuando estuviera solo.
Era algo embarazosos que una persona te viera así, tenía las ganas de vomitar, pero las aguantaba.
Podría ser en otro lugar, pero no acá y menos con una persona.
No era tan difícil, solo era esperar que terminara de hablar con ella, me dirigía al baño y luego mi cuerpo podría deshacerse de la poca comida que ha dirigido.
- ¿Cómo quieres que no me preocupe si estás todo pálido? – su preocupación subió un poco o más bien demasiado.
Ella aún estaba aquí, creo que había olvidado ese pequeño detalle.
- Estoy bien, enserio.
- Acompáñame, te ayudaré con lo que sea que te esté pasando – decidida pasó a mi lado al girarme sobre mis pies la vi subiendo los primeros escalones y me miró.
- ¿Si sabes que tu deberías estar allá? – señalo en dirección a la fiesta donde están todos reunidos, por un lado, agradezco que la música este alta y no se escuche nada.
- A ayudarte, vamos – ignora lo que dije y vuelve a insistir que suba junto con ella.
- En serio, mírame, ya estoy mejor – con ambas manos me señaló todo el cuerpo mientras sonrío.
- Vamos, así me distraigo un poco de esta fiesta tan aburrida ¿Vienes? – miro hacia la sala y regreso la mirada hacia ella, el cual con su mirada trata de convencerme.
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Sálvame... Por favor
Teen FictionLéa, una chica, el cual su objetivo es cobrar venganza a todo costo por los sucesos de su pasado, llevando con ellos daños colaterales afectando su presente. Durante el tiempo que se va presentando cada una de las alteraciones de su vida llega el am...