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Advertencia: Este capítulo contiene escenas de violencia, abuso y violación. Leer bajo su propio riesgo y mantener la discreción. Aviso: Posiblemente este capítulo sea un poco extenso.

Léa

Después del momento que pasó en mi mente, me encontraba en el mismo lugar con el mismo objetivo, buscando información sobre la víctima, como me sea posible.

En ocasiones siento que hay patrones el cual me daba la respuesta a mi búsqueda, pero por otro lado sentía que faltaba una ficha que no encajaba en todo esto.

Seguía buscando con más calma, agradezco por un lado el té que Laila ha traído, me hacía demasiado bien, siento que puedo pensar más calmada y con menos estrés.

La puerta por segunda vez en el día es abierta por la misma persona que anteriormente había entrado por ella.

Laila entra con una sonrisa de oreja a oreja y con una voz demasiado animada – Soy la mejor, ya lo sé – Canta alegre cerrando la puerta y sentándose frente a mi deslizando la Tablet encima de la mesa.

- ¿Por qué tan alegre? – cuestiono viéndola y tomando lo que quedaba de la taza de té.

- ¡Hemos encontrado finalmente a nuestra querida victima! No importa cómo hemos llegado a ella, sino que he organizado todo para que puedas ir a verla, en la Tablet esta toda la información, puedes leerla si gustas – Suelta un poco emocionada.

- ¿Hablas en serio? – La miro con verdadera sorpresa – Dime que realmente hablas en serio.

- Muy en serio, vine por ti para llevarte al lugar en donde se encuentra justo en este momento.

Okey, lo admito, jamás pensé que fuéramos a encontrarla, lo veía casi imposible ya hasta estaba optando por dejarla fuera de la lista negra.

Pero esa noticia a pesar de que me ha dejado realmente sorprendida y sin palabras, de una u otra manera me siento realmente feliz.

Finalmente, podré borrar otro de los errores del pasado que no me ha dejado dormir, una desgracia para la chica una felicidad para mi yo del pasado.

Siempre me recuerdo que no debo tener composición ni remordimiento de como arreglo mis errores.

Karma, eso soy para las víctimas.

Soy su karma de sus acciones pasadas que afectaron de una u otra manera en el presente de muchas personas, en especial, la mía.

- ¿Y qué estamos esperando para ir? – digo contagiándome de su felicidad cerrando la laptop con cuidado, tomando mi teléfono y dirigiéndome a la puerta.

- ¿Léa? – Su mención de mi nombre hizo que me detuviera de inmediato.

- ¿Si?

- Te lo quiero preguntar antes de irnos – me giro de inmediato mirándola - ¿Esto de una u otra manera hará que esos malos recuerdos sean eliminados? – hace una larga pausa y luego nuevamente continua – Me refiero... a que si realmente sentirás paz.

- Sentiré paz, cuando todo esto acabe, y no, no termina con ella, al contrario, este juego recién comienza – Finalizo volteándome y dirigiéndome a la salida.

Minutos después nos encontramos en el parqueadero del edificio.

Luego de encontrar el auto de Laila, nos dirigíamos rumbo al destino donde se encontraba la víctima.

El trayecto se hizo un poco largo, pero con un buen tema de conversación, el tiempo se fue volando y en menos de cinco minutos ya estábamos en el lugar.

Sálvame... Por favorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora