˜"*°• 𝓢ó𝓵𝓸 𝓾𝓷𝓪 𝓶𝓸𝓻𝓭𝓲𝓭𝓪.. 𝓐𝓤 •°*"˜ //Shadonic\\

Capítulo 14.

Las calles del pueblo estaban completamente solas, en silencio, gracias a un aviso que había dado el departamento de seguridad. 

Habían montado una pequeña patrulla de vigilancia; eran pequeñas, pero efectivas. Cada una de ellas estaba dirigida por uno de los dos hermanos para, por obvias razones, no poner en peligro a ninguno de los integrantes del patrullaje.

Eran turnos largos y pesados, no podían dejar al pueblo sin esa atención. Agradecían que no hubiera habido ningún incidente durante esas semanas, les facilitaba completamente el trabajo.

—¿Seguros que pueden? —preguntó la erizo de púas rosadas al ver que el par de vástagos se alistaban para volver a salir.

—Por supuesto. 

—Sólo daremos la última vuelta de hoy —complementó el albino lo dicho por el menor al tiempo que tomaban sus capas.

—Bueno.. Si necesitan ayuda, no duden en llamar.

Desde que el primer ataque había acaecido, el zorrito había entregado al par de erizos unos comunicadores como los del resto; habían tenido que tomar mucho tiempo —y paciencia— para enseñarles a usarlos.

Y así, ambos partieron del cuartel.

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Regresaron después de unos treinta minutos, estando cansados.

Afortunadamente no se había presentado ningún incidente con los "vampiros puros" como ellos les llamaban.

Entraron al cuartel y dejaron las capas en un perchero.

—¿Qué tal les fue? —preguntó el erizo de pelaje ónix y vetas rojas.

—Todo bien —aseguró el plateado.

—Así es, no hay nada por el momento.

—Perfecto.

—Entonces, ¿Qué haremos? —cuestionó Amy después de un silencio. Fue su pregunta la causante de que todos viraran su vista al cobalto.

—Bueno —inició él—, he estado pensando en que no podemos sólo esperar a que nos encuentren. Deberíamos buscarlos también.

—¿Tienes idea de lo peligroso que eso sería? —interrogó su hermano mayor, queriendo negarse a esa idea lo más pronto posible y sin siquiera dejarle explicar.

—Sé que es peligroso, pero no podemos esperar a que nos acorralen contra la pared de nuevo. Tenemos que hacer algo si queremos ganarles.

—Cazar al cazador, que irónico —murmuró Knuckles.

—¿Y cómo los cazaremos? —preguntó Tails.

—No podemos ir hasta su guarida..

—Nos atraparían —completó el plateado lo que el menor decía.

—Podríamos hacer una emboscada aquí mismo, en el pueblo. Cuando vengan, atraparlos —opinó el oji-rubí por primera vez en la conversación.

—No es mala idea —apoyó Rouge.

—Si hacemos una emboscada, tendrá que ser algo rápido y resistente. Lo suficiente para retenerlos.

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—Vamos, ¿Qué tan difícil puede ser? —preguntó el azabache.

—¡Mucho! ¿Sabes que ni siquiera aprendí a hacerlo? —replicó el azulado.