˜"*°• 𝓢ó𝓵𝓸 𝓾𝓷𝓪 𝓶𝓸𝓻𝓭𝓲𝓭𝓪.. 𝓐𝓤 •°*"˜ //Shadonic\\

Capítulo 13.

—¿Cuál era el trato? —preguntó el ónix ya que nadie más lo hizo y el albino no prosiguió.

—Que se quedarían con alguno de los dos y después dejarían el pueblo en paz. Claro que Sonic aceptó sin pensar y dijo que sería él quién se fuera con ellos. Obviamente no dejé que fuera así, no era sólo dejar que se lo llevarán, sino que iba a dejarlo solo, yo en algún momento moriría y ya no podría ayudarlo.

—Entonces decidiste que los incluyeran a ambos, ¿Cierto? —preguntó el de vetas turquesas. 

—Cierto. Los vampiros desaparecieron del pueblo junto con nosotros —explicó haciendo un pequeño ademán de manos en la mención de las criaturas—. Los vampiros advirtieron que si después de que se fueran, se volvía a saber algo tanto de nosotros dos como de ellos, volverían para tomar de manera definitiva el pueblo. Los aldeanos no se arriesgaron y se cambiaron los registros históricos y algunos fueron quemados. Con el paso de los años se olvidaron de todo y, claro, también de nosotros. Bueno.. hasta que Sonic se topó con ustedes o ustedes se toparon con él.

—Pero hay algo que no cuadra —habló Tails, obteniendo la mirada de todos—, dices que ambos se fueron con ellos, entonces la casa del bosque que fueron a arreglar, ¿Quién vive ahí?

—Escapamos de donde estaba su ¿Castillo? Mierda, ni siquiera sé que era, pero después de algunos años escapamos y encontramos la casa que dices, así que nos quedamos ahí con un par de vástagos que decidieron venir con nosotros.  

—Entonces, para aclarar —habló esta vez Amy—, ¿Ellos volvieron de nuevo al pueblo porque los conocimos a ustedes? 

—Exacto. Sé que ya hemos traído bastantes problemas a estás tierras y quiero solucionarlo, por eso les pido que nos ayuden con esto.. Tal vez antes pudimos con ellos, pero estoy seguro de que ya no será así, nosotros dos solos no podremos proteger al pueblo como antes, necesitamos su ayuda. Después nos marcharemos a otro lugar para dejar en paz éstas tierras.

El silencio en el que si situó la sala lo hizo sentirse cada vez más pequeño.

—Por favor.. —suplicó como último recurso— No molestaremos más, lo juro.

—Ayudaremos, pero ninguno de ustedes estará obligado a irse, este lugar fue su hogar antes de que siquiera nuestros bisabuelos hubieran nacido y lo sigue siendo —aclaró el oji-rubí haciendo al grupo asentir y al albino sonreír.

—Gracias.

—No tienes que agradecernos nada, es lo menos que podemos hacer —sonrió la murciélago.

Silver iba a responder pero el sonido de la puerta abriéndose les hizo voltear hacía allá.

—Bu —soltó junto con una pequeña risa al ver que todo estaba en silencio y que todos le miraban.

—¿Bu? ¿Cómo que 'bu'? —regañó el oji-miel antes de ver que con la mano derecha se sujetaba el brazo, a la altura del húmero.— ¿Qué tienes?

—¿Eh? No, nada, hace algo de frío —trató de disimular el cobalto sujetando su otro brazo y tallando levemente, como si buscara producir calor pero terminando por generar nada más que una punzada.

En esta ocasión, fue Knuckles el más oportuno y quién fue por un botiquín que tenían en el baño.

—Sonic, déjame ver. 

El azulado suspiró y obedeció la petición, que más bien parecía orden, del mayor y soltó su agarre.

La capa que llevaba estaba considerablemente rasgada y llevaba un gran corte en esa parte del brazo.

—No es nada Silver —trató de clamar a su hermano antes siquiera dijera algo—, es sólo un rasguño.

—Eso no es un rasguño, siéntate.

Volvió a obedecer las ordenes del albino al no querer hacerle enojar.

Al momento de que Silver estuviera limpiando y vendando la herida, el cerúleo se quejó y trató de soltarse.

Lo regañaban como si fuese un niño que se hubiera caído mientras jugaba.

—Por el momento tenemos algo de tiempo —informó al grupo después de que le dijeran que ya estaban al día con todo y mirando feo a su hermano al haberle tratado como a un infante—. Podemos trabajar en algún plan durante estos días. 

—¿Podremos hacerlo? 

—Claro que sí, sólo tenemos que estructurar bien nuestras ideas —apoyó la eriza color rosado.

—Amy tiene razón, si nos organizamos, podemos hacer esto —habló esta vez Rouge.

—Bien entonces, ¿Qué estamos esperando?