La primavera llegó al pueblo, haciendo brillar el césped en un color verde, abriendo los botones que cada flor llevaba, esperando a que tan dichosa estación llegara, y dejando ver los hermosos colores que estas poseían. Las abejas y mariposas revoloteaban de planta en planta, buscando alimentarse a sí mismas o a la colonia que mantenían.
Las personas, por otro lado, preferían salir con sus parejas a pasear por las grandes áreas verdes o, a la recién inaugurada cascada de "La Eterna Primavera", que era el nombre que se le había dado. La pared de piedras había sido derrumbada un par de semanas antes de que entrara la primavera para tener listo el lugar.
La reina había mandado arreglar el lugar como recompensa al equipo del ónix por cumplir con su misión; alejar el peligro del pueblo. Se colocaron alguna que otra mesa y bancos para que la gente se sentara a admirar el precioso paisaje, decoraciones y demás.
Hablando del bicolor, se encontraba ayudando a llevar cosas que se usarían para la celebración de la entrada de la primera estación del año. Era el último viaje que haría y, por ende, el más largo. Lo llevaba con calma, queriendo despejarse; aunque tal vez eso no sería posible..
—Papá, ¿Ya casi llegamos? —preguntó la pequeña a su lado, arrastrando los pies mientras caminaba, cansada.
—En cinco minutos.
—¡Eso dijiste hace quince! —reprochó la niña— Además ya me cansé.
—¿De qué? Tú ni siquiera cargaste cajas.
—Pero te acompañe. Me engañaste diciendo que me ibas a llevar a un lugar especial para ti y solo me trajiste a dar vueltas —exageró llevando una mano a su frente, ofendida— y ni siquiera sé dónde estamos.
Shadow rodó los ojos, divertido con el comportamiento de la infante y dejó las cajas en el suelo.
—Ven —indicó a la menor, la cual rápidamente obedeció y se colocó frente a él para ser levantada por su padre, quien la sentó en sus hombros—, ¿Ya? —la niña asintió y él tomó las cajas del suelo, con un poco de dificultad.
—¿A dónde vamos? —volvió a preguntar la infante.
—¿Es que tú no te puedes estar en paz?
—No hasta que me digas a dónde vamos —refunfuñó la oji-azul jalando levemente las orejitas de su padre y recibiendo un quejido por parte de este.
—Vamos a las cascadas —respondió por fin, queriendo que la pequeña por fin estuviera tranquila.
—¿Qué hay ahí?
—Si te dije que a unas cascadas, ¿Tú qué crees que haya? —cuestionó con un poco de sarcasmo que hizo sonrojar a la infante.
—Sólo preguntaba..
Y así fue el resto de su camino, respondiendo las interrogantes que la oji-azul planteaba para entretenerla mientras llegaban.
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Por fin, después de unos quince minutos, llegaron hasta donde el pueblo estaba ya reunido y festejando. Algunos reían en la fila que había para comprar comida, otros miraban a sus niños jugar en el pequeño estanque que había bajo la caída de agua.
Dejó el par de cajas que llevaba en una de las mesas, listas para que fueran abiertas.
No tardó en sentir como la pequeña que traía encima comenzaba a emocionarse y querer bajarse de encima suyo. La ayudó a bajar para que no se lastimara.
—Papá.. —habló, pidiendo permiso mientras sus inquietos ojos azules paseaban por todo el lugar, buscando qué hacer primero.
—Anda, ve. Ten cuidado.
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˜"*°• 𝓢ó𝓵𝓸 𝓾𝓷𝓪 𝓶𝓸𝓻𝓭𝓲𝓭𝓪.. 𝓐𝓤 •°*"˜ //Shadonic\\
FanficMöbius ha cambiado mucho. El, ahora, más poblado pueblo lo demostraba. Shadow y su equipo trabajan bajo las órdenes directas de la reina, protegiendo el pueblo y sus habitantes. Un peligro que acecha en la oscuridad pondrá a prueba su resistencia y...