dragon ball: code f

Capítulo 8

Bien no tengo mucho que decir, sólo que disfruten ;).

RENUNCIA DE DERECHOS: DRAGÓNBALL Y FREEZING NO ME PERTENECEN,TODOS SUS DERECHOS LES PERTENECEN A SUS RESPECTIVOS CREADORES

-Bien, con eso ya son todas- Apoyado en el camion se encontraba Goku que con su brazo retiraba un poco del sudor de la frente.

Después de un largo viaje alrededor de toda Yokohama pudo finalmente repartir todas y cada una de las entregas a sus compradores.

-¿Cuanto ah sido por todo?- Pregunto una nueva vos dentro del camion, asomándose un chico pelicastaño asomo su cabeza por la ventana.

-Míralo por ti mismo Pete- le mostró el fajo de billetes provocando un silbido de parte del castaño.

-Sin lugar a duda ah hecho un buen trabajo jefe- dijo mientras esbozaba sonriza feliz.

-Si... como sea, ya hemos terminado es hora de marcharnos- se subió al vehículo  y puso su rumbo a Shintoshi para dejar a su socio.

En sus primeros meses, Goku finalmente pudo comenzar a vender la cosecha, le iba ciertamente bien. Pero no fue hasta que en el parque observó a un hombre que estaba absolutamente perdido, no tenia la más minima remota de donde se encontraba y encima estaba necesitado de un trabajo.

Goku no le importo en un inicio, los problemas de otros no eran sus problemas, no quería tener nada que ver con absolutamente nadie.

Pero no fue hasta que sintio que le picaban el hombro, Goku observó de reojo al mismo sujeto quien le sonrei un poco nerviso.

-¿Que quieres?- interrogó con frialdad el saiyajin

-E, e, eh nada, solo quería pedirle una cosa- dijo el pelicastaño mientras sonreía nervioso, pues la verdad se sentía muy intimidado por la mirada penetrante que estaba recibiendo por parte de este sujeto ahora mismo.

-Sea lo que sea, no esperes nada de mi. Adios- se negó absolutamente  para luego intentar irse.

-E, espere- lo tomo de su intentando detenerlo, pero cuando lo hizo recibió la mirada fría que había visto tanto así que sentía como su propia alma se congelaba productos ella.

Pero aun así debía arriesgarse.

-Solamente quisiera pedirle algo- dijo  en su hablar mientras era observado en silencio por el saiyajin.

-Vera... Estee como se lo digo... ah si... ¿podría trabajar para usted?- se dio la media vuelta mientras se si baba la parte trasera de la nuca en claro signo de pena.

-...-

-Verá eh intentado encontrar trabajo alrededor de toda la zona para pagar mis estudios, pero no eh encontrado ni una vacante en ningún sitio y luego escuche sobre usted, eh escuchado que trabajaba sólo y sin ayuda, así que quería saber si podría trabajar con usted- puso las manos juntas a a forma de súplica mientras tenía la cabeza agachada.

-No- contestó secamente.

-¡¿ehh?! ¡V, vamos prometo que no seré un estorbo pondré todo mi esfuerzo de mi lo prometo de verdad!-.

-No, estoy bien como estoy- dijo para luego retirarse.

O al menos eso intento, ya que el sujeto empezó a suplicarle hasta el cansancio de que le dejará trabajar con el, a lo cual a regañadientes término cediendo.

El nombre de este hombre era Pete Grayson, era de nacionalidad canadiense, había decidido venir a Japón a vivir y terminar sus estudios. Pero la suerte no estubo mucho de su lado  que se diga, pues nada mas llegar se había perdido así como el dinero que había traído se estaba disminuyendo de una forma preocupante.