XXV

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- ¿Entonces iremos al campamento? - le preguntó Chen a la pelinaranja, terminando por colocarle una bolsa. La joven estaba por dejar atrás ese color para teñirse de negro. Necesitaba un cambio para poder sentirse mejor y qué mejor que teñirse el cabello o cortarlo. Asi que el pelinegro, se dedicó a terñirle sin problema alguno.

- Es obvio que yo no iré, así que ve tu solo, ¿Quién quiere aguantar a una bola de inútiles que para lo único que van a ir es para beber, coquetear y tener sexo?

- Pues yo te recuerdo que pertenezco a esa bola de inútiles. - dijo Chen acercando una silla para sentarse en ella y observar atentamente lo que su mejor amiga hacía. El olor fuerte de la tintura le hizo arrugar su nariz, no podía acostumbrarse al olor. Sin embargo, a pesar de serle molesto, era necesario.

La fémina agarró su celular y observó al pelinegro.

- Oh, cierto. Me olvidé por completo que mi mejor amigo es un inutil ninfómano.

Chen sólo sonrió, una sonrisa que a la joven le hizo dar miedo.

- Ya me vengaré de ti. El karma te llegara muy pronto, Abbychuela.

- ¿Otra vez ese estúpido apodo? Se te están pegando las mañas de Jin.

Abbigail sabía que esa faceta de Chen no era buena para ella, ¡Su amigo era una perra loca cuando se enojaba! Era peor que una mujer dolida después de que su novio le hubiese dejado.
No quería despertar con una araña en la cara o con un café salado. No de nuevo. Chen podía ser un hijo de puta si se ensañaba con alguien y Abbigail ya no quería ser su objetivo.

- ¡No me cambies de tema. Ya te dije, mi venganza llegará pronto! - y tras esas palabras, el pelinegro se levantó y tomando sus cosas, se dirigió a la salida del pequeño departamento de la fémina. - Nos vemos mañana Abbs.

- Adiós Chen. Gracias por nada. - le restó importancia Abbigail con la mano mientras leía una revista entretenida. Chen, por lo tanto liberó un bufido, más al recordar su broma sonrió y cantando una canción al azar, desapareció por la puerta.

Mientras tanto, Abbigail ni se inmutó por lo que continuó con su amada lectura.

Pasado los minutos su celular sonó indicando que ya había que retirar el producto y se dirigió al baño para sacarse la bolsa. Al mirarse al espejo no pudo evitar gritar.
¡Su cabello era rubio! Y no cualquier rubio, ¡Era el rubio cenizo de Park Jimin!

- ¡CHEN ERES UN MALDITO DESGRACIADO!

•••

Al día siguiente, Abbigail llegó a la universidad con una cara igual a la de un zombie mientras su cabello ahora rubio era recogido en una coleta mal hecha. No había dormido casi debido a los constantes brotes de desesperacion que le habían agarrado. Ahora seria una copia de Jimin. Carajo.

Los cuchicheos de los estudiantes perforaban el cerebro de la joven quién a ese punto, ya no podía con su existencia. Respirar en ese entonces le resultaba exasperante y sin sentido, ¿Para qué respiraba si después iba a morir?

Hasta el profesor dejó de hablar al ver a la fémina rubia. Sus compañeros dejaron de ver al profesor para posar su mirada en ella.

La rubia suspiró. Ese día iba a ser uno completamente más largo que la muralla china. Mientras se dirigía a su asiento, pasó por cerca de Jimin quien simplemente la miró unos segundos para continuar con su lectura y, detrás de Jimin se hallaba JungKook, que terminó por dedicarle una cara fingida de asombro. Dios, cómo detestaba a ese hombre, o como dirían los argentinos: qué chabón más infumable, loco.

La fémina siguió con su caminata hasta que un pie la hizo tropezar, como las miradas de todos ya estaban sobre ella, las risas no se hicieron esperar.
Claramente sabia quién había sido el culpable, por lo que con un humor mucho peor, se dirigió al pelirrojo quién estaba apoyando sus brazos en la mesa.

ҽՏҽ ղҽɾժ ▪pjm▪  GANADORA DE LOS "BTS AWARDS 2020" [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora