VII

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- Debes sacar buenas notas Jimin, no quiero que te distraigas de tus estudios. Tienes un futuro brillante y no está para que lo desperdicies. - le decía una mujer castaña al rubio quien yacía con la mirada baja y las manos hechas puños.

- Quiero divertirme como cualquier joven de mi edad, no pueden prohibirme salir. - alzó la mirada Jimin, suplicando que lo dejasen libre de los estudios aunque sea un día.

- Escucha Jimin, tú nos sirves mucho y no podemos dejar que cualquiera te distraiga. Tienes un gran potencial intelectual y no queremos que lo desperdicies.

El joven de cabellos lilas suspiró cansino. Nuevamente volvía a recordar aquella charla de hacía unos cinco años atrás.
No quería tener que pensar en eso, pero nada podía hacer.
Su mirada se dirigió al cielo, logrando ver un grupo de pájaros pequeños quienes parecían estar jugando, de vez en cuando volando de acá hacía allá.
A veces le gustaría ser un ave, un espíritu libre que conquista los cielos y se va hacía donde su instinto le dijera. Pero era un pájaro enjaulado, no tenía libertad ni voluntad, simplemente como un títere obedecía a las ordenes de sus titiriteros - en este caso sus padres - con tal de no fallarles, sin embargo, a veces eso le molestaba.

«Yo no quiero ser perfecto, quiero cometer errores y divertirme mientras aprendo de ellos.»

Pero no podía cometer ningún error aún si quisiese, pues todo debía estar fríamente calculado.
Sus padres manejaban su vida como si él no tuviese voluntad, aunque no estaba muy lejos de la verdad, su voluntad la había perdido hacía ya un tiempo, sin poder recordar el momento exacto.

- Joven Park, un 10 como siempre. - le felicitó el profesor quien entregaba los exámenes.

«Otra vez una nota perfecta.»

Observó su entorno, todos le miraban idolatrando y lejos de sentirse bien consigo mismo, se sintió pésimo como siempre. Estaba cansado ser el centro de atención, siempre debía soportar la presión que su estatus social le traía, teniendo que ser muy cuidadoso de no cometer ningún error y causar problemas a su familia.

- Señorita Jones, un 5.

Todo quedó en silencio al haber escuchado eso saliendo de las palabras del maestro Shin.
Los murmullos no se hicieron esperar al saber que la segunda más genio de la universidad había sacado una mala nota.

Una sonrisa salió de los labios de Jimin al ver como la joven extranjera abría sus ojos a más no poder.

- Disculpe profesor Shin, debe haber un error.- contestó la pelinaranja con una clara mueca de indignación y sin poder creerlo aún.

- Su examen es la prueba perfecta, sólo mire.

La pelinaranja hizo lo que el maestro le sugirió y un chillido salió de sus labios.

- ¿¡QUEEEEEEEEEE!?





Ese simple grito se escuchó por todo el establecimiento, tal vez y asustando a algunos pájaros que estaban en los árboles.







- Esto no pudo haberme pasado... - se reprendía una y otra vez la pelinaranja mientras estrellaba su frente contra el casillero, sin importarle absolutamente nada de que los estudiantes se quedaban cuchicheando acerca de su mala nota. - ¿Por que me que-de-dor-mi-da?

- ¡Animo número 5! - le dijo Chen a la joven mientras la hacía dar la vuelta para tratar de animar a su mejor amiga. - ¡Yo me saqué un 3 y estoy perfecto!

- Eso es porque estás acostumbrado a sacar malas notas. - le empujó Abbigail al castaño y se cruzó de brazos indignada. - ¡Pero yo siempre tuve buenas notas, siempre fui la mejor en todo hasta que Park apareció en mi campo!

- No deberías echarme la culpa cuando tú fuiste la tonta que se quedó dormida. - apareció Jimin asustando al dúo de amigos. - Además... Tú fuiste quién apareció en mi campo.

- ¿Alguien pidió tu opinión? - preguntó Chen acercándose al mas bajo.

- Sólo vine a defenderme ya que están hablando de mí, simple. - encogiéndose de hombros contestó Jimin para después ajustar las gafas de marco redondo. - Es malo escuchar conversaciones ajenas, pero uno por instinto presta atención cuando escuchan su nombre salir de los labios de alguien.

- Para tener una clase extra, tomo tutorías, no quiero tener que escucharte. - dijo Chen cansado.
- Ahí se ven.

Tanto Jimin y Abbigail se quedaron viendo al castaño que se iba alejando de ellos, dejando a la pelinaranja con su enemigo número 1.

- ¿Qué le pasó? - preguntó Abbigail confundida viendo como Chen se perdía entre los estudiantes.

- Sucede que le cerré la boca. - contestó victorioso Jimin con una sonrisa como el gato de Alicia en el país de las maravillas. - ¿A qué soy bueno utilizando mi inteligencia?

- Eso es porque amas estudiar y estoy segura que en el futuro te casarás con los libros.

- Si... - suspiró el joven y se dirigió a su casillero que no quedaba muy lejos del de Abby. - Amo estudiar.




- ¿Qué les pasa a los hombres hoy? - se preguntó así misma la joven quién salía del campus para poder salir de la universidad. Mientras salia pudo ver a unos cuantos estudiantes de secundaria, pues la universidad compartía lugar con estudiantes de secundaria, preparatoria y otras 3 universidades. - ¿Acaso están en sus días.



Chen no andaba bien y Jimin tampoco la había molestado en todo el día, incluyo le había cancelado las tutorías, pues tuvo una reunión con el consejo estudiantil. Bueno, Abbigail tampoco tenía muchas ganas de vivir en ese momento, pues había tenido un maldito 5, nunca en su vida tuvo una nota tan malísima, siquiera en matemáticas.

Observando su entorno, su mirada decayó en cierto rubio quien se encontraba vestido de negro mientras escuchaba música, obvio se podía saber eso ya que tenía unos auriculares blancos, bajo un árbol, apoyado en este mientras sus ojos estaban cerrados.

Los pies de la fémina le llevaron hasta donde el rubio yacía acostado.

- ¿Qué mierda quieres?

Abbigail se asustó al haber escuchado a YoonGi hablar. Era obvio que el mayor le había escuchado llegar, lo que significaba que no escuchaba música en realidad, si no que se ponía los auriculares para ignorar a todos.

- Sólo vine a ver cómo andabas.

El rubio abrió los ojos mirándola con desgano y sin quitar la mueca de desagrado, arqueó una ceja.

- Pues ando con los pies, ahora que ya lo sabes puedes irte. - y tras ese comentario sarcástico, cerró sus ojos nuevamente.

- Oye, sólo quería hablarte, no era para molestarte.

- Estaba tan a gusto hasta que apareciste, ¿No te puedes ir? Arruinas mi zona Zen, maldita sea.

Abbigail carcajeó ante la contestación del rubio y este último la fulminó con la mirada, preguntándose qué era lo que jodidamente la causaba gracia.

- Lo siento, lo siento. - la fémina se sentó al lado del rubio. - Me agradas Min.

- Carácter de mierda y carácter de mierda se llevan bien, ¿No? Claro, exceptuando que mi carácter es más mierda que la mierda, lo que quiere decir que no me agradas. - contestó YoonGi volviendo a cerrar sus ojos. - Agradecería que quites tu maldito culo de mi zona Zen y te vayas para que no te vea más.

- No lo sé Rick, parece falso. - la fémina se acomodó mejor, indicándole al rubio que no se iría de ahí y que ya se había instalado para joderle el momento. - No te quieras hacer el chico malo Min, sé como eres.

- Hmp, según tú como soy.

- Creo que te vi disfrazado de un perro amarillo bailándole a los niños del Kinder hace unas semanas atrás.

Toda expresión relajada del rubio se tensó y abrió los ojos a tope.

- ¿Cómo sabes eso?

«Ups, creo que eso no debí decirlo.»

ҽՏҽ ղҽɾժ ▪pjm▪  GANADORA DE LOS "BTS AWARDS 2020" [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora