ҽՏҽ ղҽɾժ ▪pjm▪ GANADORA DE LOS "BTS AWARDS 2020" [PAUSADA]

II

El mediodía era realmente caluroso y la pelinaranja yacía tendida en el suelo bajo un árbol que siquiera aireaba bien.

— Ay que calor... — se quejó con voz pesada. Faltaban unos minutos para entrar a clases por lo que se había tirado en esa plaza abarrotada de estudiantes.
Chen aún no había llegado, pero estaba totalmente segura que llegaría tarde como la mayoría de las veces.

Unas risas hicieron que Abbigail saliera de su mar de pensamientos. Jimin se paseaba junto con su séquito de seguidores como si fuesen los dueños de la plaza. La de pelo naranja rodó los ojos y acomodó su mochila detrás de su cabeza para cerrar sus ojos nuevamente.
No quería perder el tiempo viendo a alguien tan estirado e imbécil como Park Jimin.

Lo odiaba, lo odiaba como no tenía ni idea.

Pero como nada le salía bien a la pobre chica, Jimin pasó a propósito por donde esta se encontraba.

— Abby...

— ¿Qué? — preguntó cortante la joven fingiendo calma. No quería que  Jimin consiguiera lo que se había propuesto. Sabía que Jimin no estaba ahí por mera casualidad.

— ¿Cómo está tu nariz? Como tenías una bandita, decidí que sería mejor preguntar.

— Estoy perfectamente Jimin. — la pelinaranja abrió sus ojos. — Gracias por preguntar y ser tan amable.

El de lentes sólo sonrió y se sentó al lado de la joven.

— Chicos, pueden ir yendo, después los alcanzo.

— Está bin Jimin, nos veremos adentro. — se despidió Jin. —

De entre los 5 que eran del grupo de Park, el que mejor le caía era SeokJin, pues era el más amable y no se mandaba tanto la parte.

— ¡Hasta luego Abbychuela!

Bueno, casi le caía bien.

Abby observó como el grupo de Park se iba hasta cruzar mirada con un pelirojo quién la miró endureciendo su mirada, mandándole escalofríos a la joven. Ese chico gritaba peligro a donde quiera que vieras.

— ¿Qué quieres? — preguntó indiferente la fémina quién volvió a cerrar los ojos, ignorando al pelirrojo y acomodándose otra vez, mostrándole lo cuan interesada estaba en Jimin — nótese el sarcasmo— y en lo que tenía para decir.

— ¿No hay al menos un "Hola, Jimin" o al menos unos buenos días?

— No me jodas Park, si viniste a tocarme los ovarios puedes irte. No estoy para tus estúpidos juegos.

— Vaya, que directa. — rió falso. — Vengo a disculparme por lo sucedido de ayer. No pensé que te daría en la cara. No tengo buena puntería y no estaba en mis planes darte un pelotazo justo en la nariz.

— Oh, vamos Park, ¿Justo un chico quien es buenisimo en las matemáticas y la física tiene mala puntería? No te creo.

— ¡De verdad te digo la verdad! Soy muy malo. Si no me crees, preguntale a los chicos.

— Mira en qué puerto me voy a desembarcar si les llego a preguntar a ellos. Son tus amigos y son igual de mala calaña que tú.

— Abbigail...

— Déjate de tonterías Park, pierdes el tiempo y gastas saliva en vano. — la pelinaranja se levantó enojada y cargó su mochila en su hombro.

— Recuerda que gracias a mí puedes pasar el semestre, deberías tenerme más respeto.

La joven se dio vuelta sin ganas y le dedicó una mirada cansada al de cabellos lilas.

— ¿Enserio Park? — preguntó sin creer lo tan tonto que podía ser Jimin en algunas ocasiones. Era una amenaza muy tonta. — ¿Quieres arreglar las cosas amenazándome? No sé cómo te educaron, pero esa es una manera tonta de querer solucionarlo.