GUERRA | desde la primera vez que los vengadores pisaron la tierra, nada nunca más volvió a ser lo mismo. Especialmente para Tony Stark, el tipo más egocéntrico de la tierra que siempre se imaginó salvando el mundo solo.
Hasta que una niña de pelo...
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{ No hay nadie que me salve }
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LOS DEDOS DE BRUCE SE PUSIERON SOBRE EL PULSO DE LA NIÑA en busca de una vena para tomar otra muestra de sangre. La sala de guardia era fría y áspera, por lo que el cuerpo de Stella estaba cubierto por una larga y cálida manta gris. Su respiración estaba siendo controlada por un aparato, el uso de oxígeno estaba ayudando a la chica a mantenerse con vida.
El cuerpo estaba pálido y frío, lo que indicaba que la situación no era nada buena. Algunos de los vengadores se habían marchado a una misión de última hora, aunque no querían dejar a la chica en esa situación: cuando el cap les dijo que lo hicieran, tuvieron que asistir. Así que los únicos presentes allí eran los dos científicos.
Banner se trasladó al otro lado de la habitación, disponiendo la muestra de sangre para saturarla. Minutos después se abrió la puerta y un Tony desaliñado y de ojos oscuros la atravesó, con una de sus tecnologías en la mano.
— El cuerpo reacciona diariamente a los ataques de bacterias, virus y otros microbios, a través del sistema inmunitario. Es muy compleja, esta barrera está compuesta por millones de células de diferentes tipos y con diferentes funciones, encargadas de asegurar la defensa del organismo y de mantener el funcionamiento del cuerpo libre de enfermedades. — explicó el moreno, entrando de lleno en la habitación. Mirando el cuerpo casi muerto de la chica.
— ¿Leíste todo sobre biología en Internet? — Bruce arqueó las cejas en señal de interrogación.
— Lo que sea. — Tony se encogió de hombros, chasqueando el objeto en su mano, haciendo que se formaran pequeñas células prototipo en el aire para una mejor explicación. — Cuando una célula muere, normalmente otras células descienden para limpiar sus restos. En otras palabras, se descomponen. Tiene que ser eso. Lo que hay ahí es mucho más que células normales, no hay nada seguro.
—¿Estás diciendo que está ocultando algo?
— No. Pero, maldita sea. Levantó el martillo de Thor. —exclamó como si fuera obvio. —Y cada vez que estaba en peligro, su cuerpo se apagaba como una protección.
— Así que... No es algo malo, ¿verdad? Ya que ella es digna. — cuestionó Banner, terminando de saturar su sangre.
— No digo que lo sea. Al menos no estoy seguro, todavía.
—¿Y qué vamos a hacer? Porque su sangre es la misma que antes, pero un poco controlada debido al brazalete. —preguntó Bruce de nuevo, analizando la sangre bajo el microscopio.
No lo sabía, Tony Stark desconocía por completo el camino que estaba por venir. No tenía ni idea de que este misterio estaba más cerca de lo que imaginaba. Se sentía inquieto y frustrado, odiaba el hecho de no saber. Sentía que Stella empezaba a entrar en la zona de peligro, y eso era algo que Stark sabía que en el fondo no podía ayudar. Y fue en ese momento cuando una pequeña punzada de desesperación comenzó a apoderarse de su corazón, pues no querría volver a fallar.
