XII

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Agosto de 2008
Harry Potter: 28 años
Draco Malfoy: 28 años

Haber establecido un intercambio de cartas con Malfoy había sido conveniente. Durante el siguiente año, Harry le enviaba de vez en cuando pociones a Malfoy para que este las identificara, aunque Harry todavía visitaba su casa en repetidas ocasiones en emergencias o cuando pensaba que el caso que estaba investigando necesitaba más explicaciones que las que podía dar una nota. O cuando era tarde y no había nadie más en la oficina, y Harry pensaba que Malfoy estaría despierto.

Harry guardaba toda la correspondencia de Malfoy en el cajón de la mesa al lado de su cama, junto con el pañuelo y el papel con la dirección de Malfoy que Malfoy le había dado a Harry hacía tanto tiempo. Mantener estas cosas tenía sentido, en caso de que Harry olvidara dónde vivía Malfoy o tuviera que sonarse la nariz. En cuanto a la correspondencia, Harry podría necesitarla algún día para recordar qué poción era cuál mientras estaba resolviendo un caso, aunque la mayoría de las notas de Malfoy solo decían cosas como: "Usaron alas de mariposa tropical", y "Buena suerte, Potter", y "Nunca me vuelvas a enviar intestinos en una bolsa de nuevo, Potter".

Unas cuantas veces Malfoy llamó por la Red Flú para decirle que había identificado la poción que le había mandado, pero la primera vez que Malfoy visitó Grimmauld Place, Harry se sorprendió.

—Oh, hola —dijo Malfoy, como si no hubiera sido él quien tocó el timbre. Se veía perfectamente cómodo de pie, allí en la escalinata, como si perteneciera allí. Sosteniendo tres viales, los movió y luego dijo—: Tengo una solución para un pequeño problema tuyo.

—¿Qué? —Dijo Harry.

Malfoy sonrió.

—Lejía de ojo de madera. La última vez que viniste a verme mencionaste que estaba proliferando de nuevo, a pesar de que ya habías arrestado al pocionista hace mucho tiempo. Esto es Veritaserum —dijo Malfoy, moviendo solo uno de los viales—. Aquí está la Lejía de ojo de madera, y aquí hay una solución indicadora —continuó, moviendo cada uno de los siguientes dos frascos—. La solución indicadora detectará si alguien ha tomado alguna poción con lágrimas de cocodrilo en las últimas setenta y dos horas; las lágrimas de cocodrilo son un ingrediente raro pero operativo en la Lejía de ojo de madera, ¿recuerdas?

—Entra —dijo Harry, abriendo más la puerta.

—Supongo que no me molesta —Sin dejar de sonreír, Malfoy entró tranquilamente en la casa—. ¿Siempre está tan oscuro aquí? —Preguntó, mientras Harry cerraba la puerta.

—Yo- yo no suelo tener visitas.

Malfoy parecía estar analizando todo el lugar.

—Veo que te has deshecho de la tía abuela Walburga.

Harry miró hacia la pared donde solía estar el retrato. Ahora había una pintura de un campo de flores con thestrals pastando.

—Luna pintó encima de ella.

—¿Y cómo está Lovegood?

—Se encuentra bien —dijo Harry. Malfoy se veía tan cómodo y perezoso, como si tener una conversación normal y visitarse fuera algo que hacían todo el tiempo—. ¿Cómo está tu... mamá?

Malfoy se alejó.

—Supongo que podría habértela enviado por la Red Flú, pero administrar la solución indicadora es un proceso delicado. No imaginé que pudieras manejarlo sin instrucciones explícitas.

—Bien —dijo Harry—. Vamos —Condujo a Malfoy por el largo y oscuro pasillo hasta la cocina, donde encendió las luces y sacó una silla, indicándole a Malfoy que se sentara—. No sabía que estabas haciendo una solución indicadora —dijo, mirando cómo Malfoy dejaba los frascos sobre la mesa—. Eso será de gran ayuda para interrogar a los sospechosos.

Away Childish ThingsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora