Era la época de las cosechas, cuando Atotoztli II estaba supervisando las tierras, su pueblo la saludaba con ánimos y fervor, habían pasado ya 8 años desde que ella había ascendido al poder junto a su padre.
Y aunque algunos seguían recios a aceptar que no solo Moctezuma era el tlatoani, algunos otros la amaban y la querían pues su pueblo estaba prosperando gracias a algunas ideas e intervenciones de Atotoztli
Sin embargo, después de aquel terremoto producto del despertar de Cipatli, ella les dijo que era necesario realizar una nueva ola de sacrificios, pero como no quería que su pueblo sufriera, les dio inició a las llamadas guerras floridas.
Estas campañas se realizan cada año, ciudades independientes de Tlaxcala de Huejotzingo estaban destinadas a capturar prisioneras para sacrificarlos en distintos rituales, los cuales claramente no eran bien recibidos por los demás.
Atotoztli se encargaba de elegir a los prisioneros que serían sacrificados, la mayor parte eran ladrones que habían sido capturados debido a la seguridad que se había puesto en el mercado de Tlatelolco.
Fue así como en 1448 la prosperidad llegó a Tenochtitlan, la ciudad llegó a su época no solo de esplendor económico, sino también artístico.
Ella decidió sentarse a orillas del lago y jugar un poco con el agua, su mente estaba inquieta debido a que sentía que una guerra se acercaba.
Atotoztli había nacido con el don de la naturaleza, ella escuchaba a la tierra, los sonidos de la misma, sentía que la naturaleza le avisaba cuando algo malo se acercaba, Creía que tal vez su imaginación le estaba jugando en contra, pero sentía que esta guerra iba a cambiar todo.
Un rugido la despertó de sus pensamientos, un enorme jaguar estaba a unos cuantos metros de ellas, sin embargo, Atotoztli se dio cuenta que algo le acongojaba al poder animal, valiente se acercó poco a poco a él y se dio cuenta que estaba mal herido por una flecha que le atravesaba la garra.
- Tranquilo pequeño, déjame ayudarte – exclamó, el jaguar cansado de haber caminado mucho y adolorido por el objeto decido dejarse ayudar, pero seguiría alerta.
Ella rasgó el vestido que llevaba, primero rompió un poco la flecha y con mucho cuidado la fue retirando poco a poco, sumergió la garra en el agua y cuando ya por fin estaba más o menos limpia la vendo.
El jaguar de agradecimiento le dio unos pequeños lengüetazos en la mejilla y después se fue.
Esto enterneció el corazón de Atotoztli y decidió comentárselo a su padre, pero antes de llegar al palacio, se dio cuenta que guerreros venían en el lado este y norte para atacar, ella rápidamente pidió su escudo y flechas y corrió al lado de su guerreros para defender a su pueblo.
Lanzaba flechas y peleaba con astucia, Moctezuma llegó poco después para unirse al lado de su hija y pelear, ella en un momento de distracción observó como del lado oeste se estaba llevando a niños y madres, esto enfureció a Atotoztli, su grito fue acompañado por un enorme temblor que sacudió Tenochtitlan haciendo que incluso la tierra se abriera, corrió hacia los captores y les pidió a los niños que cerraran sus ojos, ellos haciendo caso de esto, se abrazaron entre sí temblando de miedo.
Ella le cortó la cabeza uno a uno a los guerreros que se los querían llevar, y aunque algunos intentaban huir, todo era en vano pues las flechas y lanzas de la guerrera les atravesaban sin piedad.
Pero eso no fue todo, pues de los bosques comenzaron a salir jaguares, los cuales atacaban a todo aquel que intentara incluso acercarse a la princesa.
-¡Los jaguares son nuestros amigos, no los ataquéis! – grito Atotoztli desde el techo de una casa
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Sangre Mexica
Historical FictionUna historia que se centra en la cultura prehispánica del México antiguo, la cultura mexica. La historia de una princesa olvidada que conecto con los dioses de la cosmovisión mexica.🔮🐉 Y que escuchen, Que todos escuchen El canto De mi amado, De m...