"El día del partido"

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Saben, siempre que repaso la historia o el camino que tuvimos con Clara voy notando detalles nuevos o recuerdo cosas que creí haber olvidado. Pero no, este 24 de Agosto, este día lo recuerdo perfectamente porque seria la primera vez en mi vida que tome una decisión tan gratificante que marcaría mi camino hasta el punto de hoy. 

Le debíamos una a Matias Takuna así que el chico tímido y yo accedimos ir al cumpleaños de su hermano menor Joaquin el cual no era mal chico, pero era bastante particular a la hora de las relaciones sociales. Fue en una canchita de Futbol, donde se había pactado un partido muy crucial entre "Los de Azul contra Los de Verde" y ahí el porque Matias nos hizo venir, pibes mas grandes favorecerían a los de azul y así ganarían...como se nota que Mati no nos conocía. No era el chico mas atlético pero al menos unos pases podría tirar y en cuanto a Tomas(Si, así se llama el chico tímido)tenia menos fútbol que viejo de oficina. Lo peor es que Joaquin había estado presumiendo que chicos mas grandes estarían en su equipo, lo cual nos dejaba en una posición mas incomoda de la que ya estábamos, y encima de posición quedamos de delanteros. 

Durante la primer media hora, fuimos horribles, muy horribles. Parecíamos que le tuviéramos miedo o asco a la pelota de tan mal que jugábamos y ni hablar de Joaquin que era el arquero, que manera de recibir pelotazos en toda la cara que tuvo. Y acá viene lo curioso, lo extraño, lo que nos una ventaja que cambiaría todo, absolutamente todo...Tomas había comido 5 patys lo que hacia que se agitara y apenas pueda correr. Pidio ser arquero y ahora eramos Joaquin y yo contra todos los de verde y, que habilidad que tenia el chiquitín, les pego un baile a todos. La estrategia fue simple, pases entre nosotros y cerca de arco, le tiraba el pase mágico para que el la meta y así emparejamos mas las cosas. En un momento, los de verde se avivaron de la estrategia y fueron a marcarlo a Joaquín entre cuatro, por lo que no podía pasar y ahí fue el quien me tiro el pase mágico para que haga el gol. Y lo hice, lo festeje como si no hubiera un mañana y me sentí imparable, intocable, todo. Obviamente así y todo perdimos el partido, pero al menos no había sido por goleada y como bono extra, había metido mi primer gol. Me sentía el mejor de todos y así estuve todo el día.

Volví a casa, encendí la computadora y fui a contarle todo a Clara. Estaba tan feliz y contento que sin importarme nada y a cara de perro con valor de sobra escribí el mensaje que nunca creí que le mandaría:

<<¿Queres ser mi novia?>>

Les juro que fueron los dos minutos mas eternos que había tenido hasta ese momento, luego de mandar el mensaje caí en lo que había hecho y entre el cansancio del partido, los patys y gaseosa junto a los nervios se estaban haciendo una fiesta en mi estomago hasta que vi su respuesta y créanme que realmente la paso muy mal cuando me pongo nervioso, se me pone la piel pálida, las manos me empiezan a sudar y el estomago parece una jaula con un tigre hambriento y furioso a punto de salir. Y así estuve, por dos minutos hasta ver su respuesta la cual me había puesto doblemente mal, ya no era solamente un tigre en el estomago, era un zoológico entero.

Había respondido que sí.

Amar después de amarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora