El día amaneció un poco nuboso con señales de que podría llover, eran las 8:50 de la mañana. Hoy sería un buen día para que los chicos pudieran visitar la ciudad y se diviertan por al menos un día de descanso. Los chicos seguían en sus cuartos mientras que Brenda ya se encontraba en la cocina diciéndoles a sus empleadas que preparen algo bueno para ella y sus amigos.
Angello se levantó un poco cansado, lo primero que hizo fue tomar un relajante baño de agua caliente para luego bajar a la cocina y ver si podía ayudar a preparar el desayuno. Cuando este termino de tomar su baño, se puso un short azul y un polo blanco, enseguida bajo a la cocina y noto que Brenda se encontraba allí.
-Despertaste tan temprano, ¿Por qué?- pregunto Brenda, no pensaba ver a su amigo tan temprano levantado.
-Yo... perdí el sueño y vine a ver si podía ayudar con el desayuno... -
-Ohh... no te preocupes, las chicas están preparando el desayuno- La castaña le sonrío -Más bien deberíamos despertar a los otros flojos-
-Eso, eso... vamos primero a por el ricitos de oro, él es el más flojo de todos y yo sé cómo levantarlo- el pelinegro puso una cara de asesino en serie cuando apresa a su víctima.
-Wow... jajajaj, okay deberías ir primero a por él. ¡Vamos!- Brenda sabía lo que venía.
Subieron las escaleras entre risitas cómplices de lo que iban hacer y entraron al cuarto del rizado sin hacer ningún ruido. El pelinegro le dijo a Brenda que fuera al baño del cuarto y en un recipiente trajera un poco de agua mientras que él sentaba al rizado lentamente. Cuando Brenda le dio el recipiente con agua al pelinegro, este le hecho el agua en la espalda del rizado levantado el cuello de su polo.
Harry dio un grito de actriz de los 80 y enseguida tumbo al pelinegro a la cama sujetando sus brazos sin que se pueda mover. Angello sabía lo que iba a pasar, iban a revivir sus juegos de pelea.
-Volvemos a nuestra pubertad, ricitos de oro, ¿Quieres tu revancha?- el pelinegro trataba de fastidiar al rizado para que este cayera en su trampa y perdiera como siempre.
-No caeré en tu trampa otra vez... Brenda ven rápido tú me ayudaras- el rizado ya había ganado él era el que mejor conocía a Angello.
-¡No!, a mí no me metan en sus asuntos, pero si es lo que pienso que es, entonces déjame ayudarte- la castaña sabia a lo que Harry se refería, le haría cosquillas, Angello no las aguantaba y terminaba como un gusano retorciéndose de la risa.
-¡NOOOOOO!, DIME QUE NO VAS A HACER ESO, PORFAVOR- el pelinegro estaba gritándole a Harry con un poco de miedo, no quería que le hagan cosquillas -¿Por qué no mejor vamos a por Niall? Ya debe haber despertado.
-Creo que Angello tiene razón, deberíamos despertar a Niall- la castaña ayudo a su amigo, parecía un poco raro, no quería verlo sufrir con las cosquillas.
Harry se levantó de Angello y salieron del cuarto hablando sobre su venganza. Se dirigieron al cuarto del rubio, este ya tenía que despertar el desayuno podría estar en cualquier momento.
Brenda se adelantó para abrir la puerta pero noto que esta tenía el seguro puesto; antes de que los chicos llegaran hacia donde ella estaba, uso un poco su poder para tratar de abrir la puerta quitándole el seguro por el otro lado. Lo consiguió y abrió despacio la puerta notando a Niall en la cama con muchas toallas que lo tapaban. La castaña se sintió extraña al ver al rubio con tantas toallas utilizadas como sabanas para él. ¿Por qué lo hacía?, Brenda se acercó y al tocar las toallas para despertar a Niall, estas estaban mojadas, muy mojadas.
-Chicos dejen de pelear, algo pasa con Niall- la castaña saco a los dos chicos de su pelea y estos notaron las toallas junto con Niall en ellas.
-¿Por qué Niall duerme con toallas en su cuerpo?- pregunto el rizado sonando con un poco de ironía.
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Blind Minds Agency - Larry Stylinson
FanficEn un mundo donde la humanidad dejo de ser la única especie sobre el planeta, donde las cosas irreales se volvieron realidad, un mundo donde la fantasía es posible y seres que jamás habíamos creído que existieran, ¡existen! - Desde una humanidad evo...