35

3.2K 353 30
                                    

Buenas tardes, vamos allá
_______________________________________

- Sí, de hecho por ahí viene el médico – anunció María – vamos – dijo ayudando a Amelia a levantarse y toda la familia se acercó al cirujano.

Respiraron. Respiró. Por fin sintió que aquella opresión en el pecho se liberaba y podía volver a respirar con libertad. Luisita estaba bien. La operación, según el médico, había salido todo lo bien que cabía esperar. Habían conseguido liberar la médula de la presión y la lesión, aunque grave, no había empeorado y esperaban que mejorará ahora que no había obstrucción. Tendrían que esperar a que despertara de la operación, y a que todo terminase de sanar para saber si la rubia podría o no dejar la silla atrás.

Aún tardaron un buen rato en poder ir a verla. Pero ahora esperaban de otra manera. La seriedad y la incertidumbre habían dejado paso a las risas, las conversaciones distendidas y las bromas familiares. Fueron, por turnos, a comer y está vez, a diferencia de la anterior, sí consiguieron tomar algo.

Casi tres horas más tarde y con los nervios a flor de piel comenzaron las visitas. Los primeros en entrar a ver a la rubia fueron, como no podía ser de otra manera, Manolita y Marcelino. Estuvieron dentro de la habitación unos eternos diez minutos y cuando salieron le tocó el turno a María y Nacho.

- ¿Estás segura de que no quieres entrar tu primero? – insistió María desde la puerta.

- Tranquila, id vosotros, ahora entro yo – contestó Amelia con una sonrisa.

- Está bien – anunció Marcelino sentándose a su lado – está un poco molesta y algo aturdida por la anestesia pero está bien – repitió.

- Gracias – dijo con una leve sonrisa mirando a su suegro.

- Y ha preguntado por ti – le dio un golpecitos en el hombro – está deseando verte, yerna.

- Y yo a ella – contestó nerviosa.

- ¿Y entonces por qué estás aquí, con esa cara de mustia? – preguntó de nuevo Marcelino.

- No lo sé – se encogió de hombros – no dejo de pensar en un sueño que he tenido y en qué hubiera pasado si la operación no hubiera salido bien y…..

- Y no tienes que pensar en eso porque eso no ha pasado – atajó – Escúchame, Amelia, la operación ha salido muy bien, ella está bien y se va a recuperar – dijo con seguridad – es verdad que aún no sabemos si volverá a caminar pero al menos lo ha intentado y ha conseguido las fuerzas y la valentía necesaria para hacerlo y eso es gracias a ti – sonrió – así que deja de pensar en lo que ha podido pasar, porque no ha pasado y entra ahí a ver a mi hija que está deseando verte y darte un beso – finalizó y Amelia sonrió ampliamente al darse cuenta que el Marcelino de su pesadilla ni existía, ni existiría jamás.

Cinco minutos después, María y Nacho salieron de la habitación. La mayor de las Gómez se abrazó a su novio y este sonrió de lado. Amelia, empujada por su suegro, se levantó y con la dificultad que le daban las muletas llegó a la puerta de la habitación y la abrió sin necesidad de aviso.

Entró intentando hacer el menor ruido posible, no quería importunar a quien parecía dormir. Llegó a su lado y dejando las muletas a un lado se sentó en uno de los incómodos sillones al lado de la cama. Tomó su mano y la besó lentamente. Sonrió cuando escuchó un leve ronroneo por parte de la rubia.

- Hola – saludo melosa una Amelia que no dejaba de sonreír al verla despierta.

- Uhmm hola – contestó Luisita esbozando otra sonrisa.

- ¿Cómo estás?

- Supongo que bien – apretó la mano – he soñado contigo – susurró.

- ¿Ah sí? – acarició la mano – ¿y qué has soñado?

- Que vivíamos en los 70 – relató – tu eras vedette.

- ¿Vedette? – se rio ante tal información – con lo mal que yo canto, mi amor.

- Uh, uh – negó – cantas muy bien aunque no lo quieras reconocer.

- Bueno, es igual – se sonrojó - ¿Y tú a qué te dedicabas?

- Uhmm… no lo sé pero creo que en un bar o en una radio.

- ¿En una radio? ¿De locutora? – preguntó Amelia sin dejar de mirarla embelesada.

- Sí, creo que sí – dijo intentando hacer memoria.

- Oye pues…. – sonrió – creo que podrías ser una gran locutora de radio, tienes una voz maravillosa, amor.

- Bueno, solo fue un sueño – le restó importancia justo antes de quedar en silencio - ¿Tú cómo estás? Pareces cansada – dijo intentando acariciar su rostro son llegar a tocarlo.

- Digamos que ha sido un día intenso – sonrió acercándose más y logrando, ahora sí, que Luisita dejará una caricia en su mejilla – pero estoy bien ahora que te veo y te veo bien – besó ligeramente su mano.

- Bueno… eso de bien – movió ligeramente la cabeza.

- ¿Qué pasa? ¿Te encuentras mal? – se preocupó.

- No, es solo que…. No sé, Amelia, no noto que haya cambiado nada – continuó – sigo sin sentir las piernas.

- Pero amor, es normal – se calmó – acabas de salir de la operación, estás aún con efectos de la anestesia y además ya sabemos que la recuperación no va a ser inmediata – recordó – ahora viene la segunda parte y va a ser poco a poco, no vas a levantarte de un día para otro. Así que no seas impaciente y vamos a darle tiempo a las cosas. Vayamos paso a paso.

- Vale – contestó sonriéndole – tienes razón – le concedió – Ahora dime qué te pasa – insistió, Amelia desvió la mirada.

- Es una tontería, Luisita – intentó escurrir el bulto pero sabía que la rubia no lo permitiría.

- Amelia – insistió.

- Está bien – suspiró hondamente – hoy ha sido uno de los días más difíciles que he vivido en mi vida – comenzó a decir – la posibilidad de que no salieras de esa operación me ha estado oprimiendo el pecho durante horas – dejó escapar una osada lágrima – y también me ha hecho pensar en todo lo que podía pasar e incluso soñar con ello.

- Mi amor, lo siento - susurró Luisita con un nudo en la garganta.

- No lo sientas, no es culpa tuya – corrió a decir – es más, tú has sido muy valiente y muy fuerte – sonrió apretando sus manos – y te quiero con toda mi alma. Hoy me he dado cuenta que te quiero más de lo que soy capaz de expresar con palabras.

- Y yo a ti, mi amor – contestó absolutamente emocionada.

- Cásate conmigo – pronunció en un susurro sin apartar la mirada de los ojos de la rubia.

- Pero…. Amelia – contestó emocionada y fuera de juego – Si tú no querías casarte, dijiste que….

- Ya, ya sé lo que dije pero olvídalo – corrió a decir –  olvida todo eso. Escúchame: quiero casarme contigo porque te quiero, porque quiero gritarlo y celebrarlo con todo el mundo – beso la mano que tenía entrelazada – quiero casarme contigo porque quiero que seas mi familia – continuó – y sí, quizás tú lo ves solo como un papel y tal vez yo también pero ese papel, Luisita, nos da capacidad de decisión.

- ¿Qué quieres decir?

- Quiero decir que…. Que si alguna vez me pasa algo, tú puedas decidir por mi, y viceversa y que no haya nadie que pueda decir lo contrario.

- Amelia…. Mi amor….

- Pero sobre todo quiero casarme contigo porque te quiero como no he querido nunca a nadie – afirmó – y porque quiero que celebremos que nos hemos encontrado, que nos hemos mirado y que nos que nos queremos – se quedó callada y mira sola, apretando su mano y dejando que las lágrimas de emoción y felicidad por tenerla con ella resbalara por su rostro - ¿Qué me dices? ¿Te quieres casar conmigo?

- Claro – dijo en un susurro lleno de emoción contenida – claro que quiero.

- ¿Sí?

- Sí, tonta sí – y las sonrisas de ambas se ampliaron – ven aquí, dame un beso ¿No? – dijo entre risas y lágrimas felices.

Amelia se levantó a la pata coja y se acercó a su novia atrapando sus labios en un beso suave y tierno que llevaba consigo todo el amor que sentía por ella. Se miraron, sé sonrieron y volvieron a besarse sin poder dejar de llorar emocionadas por tenerse la una a la otra. Y entendieron, justo en ese momento, que ellas dos habían nacido para amarse, que estar juntas era su estado natural y que querían gritárselo al mundo entero.

_______________________________________

Lo raro que se me hace actualizar a esta hora 😂😂😂😂

Me da un poco de rabia porque no me ha quedado como me estaba quedando el que se me ha borrado pero igualmente espero que os guste y que se entienda bien lo que quería expresar aquí 😂

Pido disculpas por los errores médicos que pueda haber aquí 🙈🙈

Mil gracias por leer 😘😘

Step By StepDonde viven las historias. Descúbrelo ahora